La tasa de desocupación regional promedio estimada para el cierre de 2019 es de 8,1%, una décima porcentual por encima del 8,0% de 2018. Es un alza leve, pero aun así significa que más de 25 millones de personas están buscando empleo activamente y no lo consiguen.
Los mercados de trabajo de América Latina y el Caribe atraviesan por un momento de incertidumbre reflejado en una leve alza de la tasa de desocupación regional e indicios de precarización que podrían empeorar en 2020, dijo este martes la Organización Internacional del Trabajo (OIT) al presentar una nueva edición de su informe anual Panorama Laboral.
“La situación del mercado de trabajo es compleja”, dijo el Director Regional de la OIT, Juan Hunt, al presentar en la capital peruana el Panorama Laboral de América Latina y el Caribe 2019.
La tasa de desocupación regional promedio estimada para el cierre de 2019 es de 8,1%, una décima porcentual por encima del 8,0% de 2018. Es un alza leve, pero aun así significa que más de 25 millones de personas están buscando empleo activamente y no lo consiguen.
Esta tendencia al alza del desempleo podría acentuarse y llegar a 8,4% en 2020 si la región continúa enfrentando una situación de crecimiento económico moderado. Las últimas estimaciones de CEPAL ubicaban el crecimiento promedio de 2019 en 0,1% y pronosticaban un nivel bajo para 2020, de 1,3%
El informe recalca que detrás del desempleo promedio regional hay comportamientos diversos en materia de desempleo. El alza de la desocupación fue predominante en América Latina donde se registró una subida en 9 de 14 países. En el Caribe angloparlante, en cambio, hubo un descenso del desempleo de 0,7 décimas.
Al mismo tiempo, se hace notar la relevancia de Brasil y México en el promedio regional. El Panorama Laboral dice que sin incluir a estos dos países la tasa de desocupación promedio registraría un aumento más pronunciado, de 0,5 décimas porcentuales, de acuerdo con los datos al tercer trimestre de 2019.
El informe agrega que pese al persistente aumento de la participación laboral de las mujeres, que llegó a 50,9 % al tercer trimestre de 2019, esta sigue estando más de 20 puntos porcentuales por debajo de la de los hombres, que es de 74,3%.
Además destaca que los últimos datos disponibles para 2019 indican que la desocupación femenina subió 0,2 décimas porcentuales en el promedio regional, a 10,2%, mientras que la de los hombres se mantuvo sin cambios en 7,3%, lo que indicaría que el peso en el aumento del desempleo regional afectó en forma desproporcionada a las mujeres.
La OIT consideró que la situación de los jóvenes es alarmante, dado que al tercer trimestre la tasa de desocupación regional fue de 19,8%, lo que implica que uno de cada cinco jóvenes en la fuerza laboral no puede conseguir empleo. Este es el nivel más alto registrado de esa tasa en la última década.
“La falta de oportunidades de trabajo decente para los jóvenes causa gran preocupación pues es fuente de desaliento y frustración. Esto se ha visto reflejado en la primera línea de recientes protestas registradas en la región, pidiendo cambios para aspirar a un futuro mejor”, dijo Juan Hunt.
Demandas sociales y precarización. El Director Regional de la OIT comentó que las recientes manifestaciones de ciudadanos pidiendo mejores oportunidades y mayor igualdad “evidencia la persistencia de los déficits de trabajo decente” en la región.
“Las oportunidades de acceder a un empleo digno y productivo, con salarios justos, con inclusión social, con protección social y derechos laborales, son clave para responder a las demandas sociales, para garantizar que los beneficios del crecimiento lleguen a todos y para garantizar la gobernabilidad”, comentó Hunt al presentar el informe.
Al referirse a los datos sobre calidad del empleo incluidos en el informe, el economista regional de la OIT, Hugo Ñopo, quien coordinó la elaboración de este Panorama Laboral, explicó que “la dinámica de desaceleración económica observada desde mediados de 2018 ha impactado tanto en la estructura como en la calidad de los empleos”.
Ñopo destacó que desde 2018 se nota un menor crecimiento del empleo asalariado en comparación con el empleo por cuenta propia, en especial el no profesional, y destacó que estas son señales de que en este momento existe “una precarización relativa de los empleos que están siendo creados en América Latina y el Caribe”.
El informe también plantea que existe una tendencia al aumento en los indicadores de subocupación por insuficiencia de tiempo de trabajo. El porcentaje de ocupados que trabajan menos de 35 horas y desean trabajar más aumentó en 10 de los 11 países con datos disponibles.
Al referirse a la desaceleración económica experimentada por la región en el último año, Ñopo alertó que “los impactos en el mercado de trabajo aún no se reflejan del todo”, debido al rezago en la demanda de empleo.
El especialista de la OIT planteó que el desafío para los países de la región es claro: “integrar a los más de 25 millones de desocupados y dar empleo decente a una cantidad aún mayor y diversa de personas que están esperando que los beneficios alcancen a sus economías familiares”.