Según el informe Estadísticas Tributarias en América Latina y el Caribe 2019, este repunte fue impulsado principalmente por los países del Caribe y, en particular, por Guyana y Barbados, tras las reformas de política y administración tributaria llevadas a cabo.
Santiago. La carga tributaria promedio en América Latina y el Caribe (ALC) alcanzó 22,8% del PIB en 2017, un aumento de 0,2 puntos porcentuales si se lo compara con el 2016, según la publicación Estadísticas Tributarias en América Latina y el Caribe 2019.
El informe, lanzado en el XXXI Seminario Regional de Política Fiscal en Santiago, Chile, muestra que este repunte fue impulsado principalmente por los países del Caribe y, en particular, por Guyana y Barbados, tras las reformas de política y administración tributaria llevadas a cabo.
El promedio de carga tributaria de ALC es 11,4 puntos porcentuales más bajo que el promedio de los países miembros de la OCDE (34,2% del PIB en 2017) aunque la diferencia entre estos dos grupos de países ha disminuido desde 16,4 puntos porcentuales en 1990.
El informe Estadísticas Tributarias en América Latina y el Caribe es una publicación conjunta del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), a través del Centro de Política y Administración Tributaria y el Centro de Desarrollo.Esta es su octava edición y este año cubre 25 países.
El aumento en el promedio no ponderado de los ingresos por impuestos como porcentaje del PIB en la región de ALC en 2017 revirtió un descenso interanual de 0,1 puntos porcentuales en 2016 y reflejó una recuperación general en la economía regional.
Sin embargo, el cambio interanual fue altamente heterogéneo en toda la región: si bien los ingresos tributarios aumentaron como proporción del PIB en 12 países, disminuyeron en 10 y se mantuvieron sin cambios en dos. Además, la recaudación tributaria en la región de ALC varía significativamente, desde el 12,4% del PIB en Guatemala hasta el 40,6% en Cuba.
Los países de América Latina y el Caribe continúan dependiendo de los impuestos sobre bienes y servicios, ya que solo los impuestos sobre el valor agregado representan en promedio el 27,9% de los ingresos tributarios totales en 2017, equivalente al 6,0% del PIB.
Durante la última década, los ingresos del impuesto sobre la renta de las empresas (CIT) han disminuido como porcentaje del PIB, mientras que los ingresos del impuesto sobre la renta personal (PIT) han aumentado sostenidamente, alcanzando respectivamente el 3,4% y el 2,2% del PIB en promedio en 2017.
Sin embargo, mientras que los ingresos del CIT siguen siendo más altos que el promedio de la OCDE (2,9% del PIB), los ingresos del PIT siguen estando muy por debajo del promedio de la OCDE (8,2% del PIB).
En general, la estructura tributaria promedio en ALC ha evolucionado para acercarse a la estructura promedio de la OCDE, gracias a un aumento en los ingresos por impuestos a las ganancias y al impuesto al valor agregado (IVA) y a una disminución en los ingresos por impuestos al comercio.
Los impuestos relacionados con el medio ambiente son una fuente emergente de ingresos en varios países de ALC. En los 22 países para los que se dispone de datos, los ingresos provenientes de este origen promediaron 1,1% del PIB, en comparación con un promedio de la OCDE de 1,6%.
En los últimos años, Chile, Colombia y México han introducido importantes reformas fiscales verdes.
En uno de los capítulos especiales de la publicación, donde se analizan los impuestos provenientes de recursos naturales no renovables, se destacan las diferentes tendencias en los ingresos fiscales por hidrocarburos y minería en 2017.
Los ingresos fiscales provenientes de hidrocarburos se estabilizaron durante el año, alcanzando un nivel de 2,3% en 2016, luego de una fuerte caída entre 2014 y 2016. Los ingresos fiscales por minería aumentaron de un 0,3% del PIB en 2016 al 0,4% en 2017 a medida que aumentaron los recursos del impuesto a la renta sobre corporaciones.
Se estima que los ingresos fiscales de los recursos naturales no renovables, tanto de los hidrocarburos como de la minería, aumentaron en 2018, ya que los precios internacionales se mantuvieron fuertes en la primera mitad del año; aunque una corrección sustancial de los precios en la segunda mitad del año puso en tela de juicio la sostenibilidad de esta recuperación.
En otro de los capítulos especiales de la publicación se analiza la evolución y desafíos del impuesto a la propiedad inmobiliaria. Allí se destaca que la recaudación de este impuesto es baja en relación con los países de la OCDE, debajo de su potencial recaudatorio y lejos del nivel requerido para satisfacer las necesidades de los gobiernos intermedios y locales para enfrentar los desafíos de la creciente descentralización, la extensa urbanización y los extensos asentamientos informales.