Las apuestas alcistas sobre el dólar en el mercado de futuros se encuentran en su nivel más bajo en más de un año y medio, según los últimos datos de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas que miden la cantidad neta de apuestas a que el dólar va a subir.
Nueva York. Se están acumulando nubes de tormenta sobre el dólar americano, lo que supone una amenaza para la subida de la divisa en los dos últimos años, un movimiento que ha mermado los beneficios de las empresas y ha enfurecido al presidente Donald Trump.
Las apuestas alcistas sobre el dólar en el mercado de futuros se encuentran en su nivel más bajo en más de un año y medio, según los últimos datos de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas que miden la cantidad neta de apuestas a que el dólar va a subir.
Varios analistas del Bank of America Merrill Lynch afirman que el dólar ha sido la causa de la denominada "Cruz de la Muerte" o "Death Cross" en el último día del año 2019.
Esta figura técnica bajista se produce cuando la media móvil de 50 días se cruza por debajo de la media móvil de 200 días, lo que se ha producido tras un período de debilidad del dólar en siete de los ocho casos que se han dado desde 1980, según dijo el banco en un informe reciente.
La menor inquietud por el comercio mundial y el Brexit está alimentando el apetito de los inversores por el riesgo, empujándolos a abandonar los activos refugio como el dólar, dice Mark McCormick, jefe mundial de estrategia de divisas de TD Securities.
"La economía mundial parece estar curándose", dijo. "La reducción de la incertidumbre probablemente permitirá a los inversores tomar riesgos... que antes no querían tomar".
Debido al papel central del dólar en el sistema financiero mundial, es importante para las corporaciones y los inversores medir su trayectoria. Durante los últimos años, la divisa ha resistido una serie de factores que los analistas creían que lo llevarían a la baja, incluyendo el brusco giro de estrategia por parte de la Reserva Federal y el temor a una ralentización del crecimiento en Estados Unidos.
El Índice Dólar ICE avanzó un 0,2% durante el año pasado, y ha subido alrededor de un 10% con respecto a los mínimos registrados en 2018.
UBS, Schroders y Société Générale están entre los bancos que creen que el dólar caerá este año. Jeffrey Gundlach, de DoubleLine Capital, también ha dicho a los inversores que piensa que el próximo gran movimiento del dólar será a la baja.
La larga permanencia del dólar cerca de la parte alta de su horquilla de cotizaciones ha pesado en las cuentas de multinacionales como Procter & Gamble Co y Whirlpool Corp, haciendo que sea menos rentable para ellos convertir las ganancias extranjeras en dólares.
Trump se ha quejado de la fortaleza del dólar, en parte porque hace que los productos estadounidenses sean menos competitivos en el extranjero.
Un índice que mide el dólar frente a las monedas de los socios comerciales más grandes de Estados Unidos se encuentra cerca de un máximo histórico. Momtchil Pojarliev, director de divisas de BNP Asset Management, estima que esta tendencia se revertirá pronto.
Él apuesta a que el dólar caerá contra el euro, el yen japonés y el dólar australiano, dado que el crecimiento en estos países se acelera y sus bancos centrales aumentan los tipos de interés, mientras que la Reserva Federal los mantiene estables. Esto debería reducir la brecha abierta en los rendimientos entre estas regiones que ha impulsado a la moneda americana.
Algunos bancos centrales ya parecen estar adoptando una postura monetaria menos laxa. El Banco de la Reserva de Nueva Zelanda sorprendió a los inversores al dejar sin cambios los tipos de interés en su reunión de noviembre, mientras que el banco central de Suecia se convirtió el mes pasado en el primero en subir los tipos de interés de nuevo a cero desde territorio negativo.
Por su parte, el Banco Central Europeo, por su parte, ha señalado que por el momento ya ha terminado de recortar los tipos de interés. A Richard Benson, codirector de inversiones de Millennium Global Investments en Londres, le gusta una gama de monedas de mercados emergentes, incluyendo el peso mexicano y la rupia india. Espera que las monedas de los países en desarrollo se eleven frente al dólar a medida que el crecimiento mundial se recupere.
Sin embargo, otros creen que cualquier debilidad del dólar será de corta duración.
Lee Ferridge, jefe de estrategia multiactivos de State Street Global Markets en Boston, duda que los diferenciales de rendimiento entre Estados Unidos y otros países desarrollados se estrechen lo suficiente como para hacer mella en el atractivo del dólar.
De hecho, una fuerte desaceleración del crecimiento en Estados Unidos probablemente enviará a unos nerviosos inversores de vuelta al dólar, según Ferridge.