Entre el primer y el tercer trimestre de 2020, en plena propagación de la pandemia, el ingreso laboral de los trabajadores mexicanos se contrajo un 12,3%, mientras que la pobreza laboral durante dicho periodo pasó del 35,7% al 44,5%.
El porcentaje de población mexicana en una situación de pobreza laboral, esto es con un ingreso laboral por debajo del valor de la cesta alimentaria, pasó del 38,5% en el tercer trimestre de 2019 al 44,5% durante el tercer trimestre de este año, lo que supone un incremento de seis puntos porcentuales del indicador, que se vio reflejado en 28 de las 32 entidades federativas de México.
Según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), entre el primer y el tercer trimestre de 2020, en plena propagación de la pandemia, el ingreso laboral de los trabajadores mexicanos se contrajo un 12,3%, mientras que la pobreza laboral durante dicho periodo pasó del 35,7% al 44,5%, lo que según el organismo "contrasta con la tendencia creciente en el ingreso de los últimos años".
De hecho, 12 entidades federativas mantuvieron unos niveles de pobreza laboral por encima del 45% en julio, agosto y septiembre, que son Chiapas, Ciudad de México, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tabasco, Tlaxcala y Veracruz.
En el contexto de la Covid-19, el poder adquisitivo de los mexicanos se redujo hasta los niveles más bajos desde 2017, cuando el ingreso se situó en 1.669,31 pesos, unos 70 euros al cambio actual; tras caer un 6,7% con respecto al año anterior, al pasar de 1.794,87 pesos mexicanos (75,3 euros) a 1.675,21 pesos (70,3 euros). Asimismo, entre el primer y tercer trimestre se observó una reducción del 12,3% en el ingreso laboral per cápita.
Al mismo tiempo, las líneas de pobreza extrema por ingresos, que fijan el valor monetario de la canasta alimentaria, aumentaron anualmente un 6,2% en zonas urbanas y un 7,4% en zonas rurales. Del primer al tercer trimestre, el valor monetario de la línea de pobreza extrema por ingresos en zonas urbana aumentó un 2,2%, mientras que en el ámbito rural creció un 2,8%.
"Este comportamiento en las líneas de pobreza, así como la reducción del ingreso, explica parte de la disminución en el poder adquisitivo de los hogares, similares a los dos últimos trimestre de 2017", explica Coneval.
Asimismo, los datos revelan que entre el tercer trimestre de 2019 y el tercer trimestre de 2020 se observó una ampliación una brecha del ingreso laboral per cápita entre la población de menores y mayores ingresos laborales. Durante 2019, el ingreso laboral promedio del 20% de la población con mayores ingresos representó 34,3 veces el ingreso del 20% de la población con menores ingresos, mientras que para el mismo periodo de 2020 representó 146,3 veces.
Con todo ello, el monto de las remuneraciones de la población ocupada (masa salarial) cayó un 5,8% con respecto a 2019, al pasar de 203.095 millones de pesos (8.527,17 millones de euros) a 191.217,58 millones de pesos (8.028,48 millones de euros).