Chile lidera la competitividad de América Latina, ocupando la posición número 30, según un informe presentado por el World Economic Forum (WEF), no obstante, se observan cuestionamientos en materias relativas a la regulación de sus mercados, puntualmente el bursátil; en sus políticas educacionales y en la flexibilidad de su mercado del trabajo.
Chile (puesto 30), Puerto Rico (41) y Barbados (43) son las únicas tres economías de América Latina y del Caribe que se clasificaron entre los 50 primeros puestos del Informe Global de Competitividad 2010-2011, por segundo año consecutivo, seguidas por Panamá (53) y Costa Rica (56).
Nuestro país mantiene su posición con respecto a la medición anterior, con 4,69 puntos, mientras que España cae al puesto 42º (4,49 puntos), nueve posiciones por debajo del año pasado.
En el informe del WEF se hace una presentación de la situación mundial en materia de competitividad, inversión tecnológica e innovación. Para lograr crecer y corregir el estancamiento, es necesario generar instancias y acciones oportunas que permitan tanto al sector privado como público, dar las opciones de crecimiento en inversión que aumenten la productividad y competitividad de las empresas. Sin embargo, un factor que no puede ser dejado de lado es el relativo al campo de la educación.
En Chile, tenemos una fuerza laboral activa de más de siete millones de trabajadores, el problema es que el 50% de éstos no ha terminado el cuarto medio (último año de la educación escolar), lo cual impide desarrollar un crecimiento productivo en las empresas, y por ende, generar nuevas oportunidades de agregar valor a su producción.
Por otra parte, nuestro país requiere de técnicos calificados que tengan las competencias laborales suficientes para ser un aporte a las organizaciones, situación que tampoco se refleja, ya que gran parte de los más de 850.000 estudiantes de educación superior de nuestro país se encuentran en la universidad, y otro grupo menor se encuentra estudiando carreras técnicas de nivel superior, necesarias para cualquier empresa que quiera desarrollarse de manera integral.
De hecho muchas empresas que llegan a instalarse a Chile buscan un perfil de cargos técnicos, más aún en el ámbito de las nuevas tecnologías, donde los trabajadores deben estar preparados y certificados en el uso de las diversas herramientas y técnicas, tales como software o equipo de última generación.
Del informe realizado por la Universidad Adolfo Ibañez (Chile) podemos destacar las áreas de Salud y Educación Primaria (posición 71; caímos desde el 69 al 71), Calidad de la Educación Primaria (121) y Educación Superior y Capacitación (45); nos mantenemos débiles en Matemáticas y Ciencia (123) y en la Calidad del Sistema Educacional (100).
En el área de Tecnologías (45, caímos del 42), otra áreas identificadas relevantes son la Eficiencia del Mercado laboral (44, caímos del lugar 41).
Cabe destacar el avance que se manifiesta en el área de Innovación (43, subimos desde el lugar 49) y Capacidad de Innovación (59), mientras en Sofisticación en los Negocios (43, caímos desde el lugar 39).
Las materias que más le han impedido avanzar a Chile en el informe del WEF, son la calidad de la educación y el uso de tecnología. Ahora, al menos, nuestras debilidades están identificadas, y el desafío de abordarlas es la gran tarea que tenemos para hacer de Chile un país desarrollado.