Las nuevas medidas son complementarias a las temporales lanzadas a fines de marzo, cuando la Secretaría de Hacienda anunció que los bancos podrían ofrecer a sus clientes acuerdos para diferir los pagos e intereses de sus préstamos.
Ciudad de México. Las autoridades financieras de México presentaron este miércoles un paquete de medidas para incentivar y permitir a bancos y otros intermediarios financieros reestructurar los créditos de los clientes que lo soliciten, en medio de la contracción económica derivada del coronavirus.
Estas nuevas medidas son complementarias a las temporales lanzadas a fines de marzo, cuando la Secretaría de Hacienda anunció que los bancos podrían ofrecer a sus clientes acuerdos para diferir los pagos e intereses de sus préstamos, porque para muchas de esas carteras se estaban terminando estos plazos.
"Es necesario tomar medidas que atiendan las situaciones ya de más de mediano y largo plazo. La pandemia y sus impactos económicos van a estar con nosotros por los siguientes meses", dijo el jefe del regulador bancario, Juan Graf, en una videoconferencia de prensa.
El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, calificó al primer paquete de medidas como "extraordinariamente útil para las familias mexicanas" y para las empresas, porque a través de este se otorgaron facilidades financieras a más de ocho millones de créditos, "casi un 17% de la cartera bancaria", dijo.
Ahora, tanto estos beneficiarios como los clientes que lo pidan podrán adherirse a las nuevas medidas, que para los bancos e intermediarios financieros incluyen computar un monto menor de reservas específicas cuando se pacte una reestructura y reconocer los recursos que se liberen como reservas adicionales.
Además, estas entidades podrán reconocer un mayor capital regulatorio al considerar las reservas adicionales como parte del capital complementario, y reducir prudentemente los requerimientos de recursos por riesgo de crédito.
Para "incentivar la inclusión financiera y el otorgamiento de nuevos créditos", los bancos también podrán extender el uso del "buffer de capital" hasta el cierre del 2021, así como ampliar los requerimientos de liquidez hasta marzo de ese año, para poder reducir transitoriamente sus "buffers" de liquidez por debajo del 100% de sus necesidades.