La agencia señaló en un reporte especial que América Latina "sería más acaudalada y más desarrollada" si no hubiera corrupción y advierte que este flagelo continuará obstaculizando la calidad crediticia soberana y las perspectivas de crecimiento económico.
Ciudad de México. La elevada incidencia de corrupción representa el principal obstáculo para que las economías de América Latina mejoren su calidad crediticia y su nivel de competitividad, con riesgos de debilitamiento para las empresas, consideró este martes la calificadora Moody's Investors Service.
La agencia señaló en un reporte especial que existen otras variables en contra como la volatilidad global de los precios de las materias primas y los flujos de capital, la disrupción tecnológica y la persistente brecha de aptitudes en la región.
"América Latina sería más acaudalada y más desarrollada si no hubiera corrupción, o cuando menos si la incidencia de corrupción disminuyera", indicó el vicepresidente senior de Moody's, Gersan Zurita, citado en el documento.
"La corrupción continuará obstaculizando la calidad crediticia soberana, las perspectivas de crecimiento económico y el nivel de competitividad de América Latina en general", agregó.
El documento señaló, no obstante, que la perspectiva crediticia de corto plazo para América Latina es "extensamente estable", pese a que los precios de las materias primas y los flujos de capital seguirán volátiles debido a factores como tensiones comerciales a nivel global.
Indicó que el vaivén irregular de los capitales podría incidir en la capacidad de ciertas empresas para emitir deuda nueva, en tanto que la fluctuación de las materias primas afecta directamente la calidad crediticia de los sectores minero, petróleo y gas.
Según la calificadora, las tecnologías innovadoras están rediseñando las industrias de América Latina, con una transformación avanzada en países como Argentina, Brasil, Chile y México.
Advirtió en ese sentido que en caso de no atenderse, la brecha de aptitudes que muestra la fuerza laboral de América Latina continuará restringiendo el crecimiento económico y la calidad crediticia de los consumidores, corporativos, instituciones financieras y gobiernos.
"Los avances tecnológicos exacerbarán esta insuficiencia de aptitudes conforme la economía global avance más rápidamente hacia la formación de industrias con mayores requerimientos de conocimientos que demandarán adaptación, especialización e innovación", indicó.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó en abril anterior sus proyecciones de crecimiento de América Latina para los próximos dos años, al citar incertidumbre por la desaceleración de la actividad global y condiciones financieras complejas de los principales países de la región.
La economía de América Latina podría crecer un 1,4% este año y un 2,4% en 2020, según el reporte de Perspectivas Económicas Mundiales del FMI.