La agencia calificadora señaló que el consumo es el sector que más aporta a la producción económica total del país sudamericano y alertó que las medidas de aislamiento prolongarán y profundizarán la desaceleración de la demanda interna.

Santiago. Las restricciones impuestas por la llegada de la pandemia de coronavirus a Chile continuarán limitando severamente el consumo que ya había sido golpeado desde fines del año pasado por una ola de masivas protestas sociales, dijo este jueves la agencia calificadora Moody's.

La institución señaló que el consumo es el sector que más aporta a la producción económica total del país sudamericano y alertó que las medidas de aislamiento prolongarán y profundizarán la desaceleración de la demanda interna, en momentos en que la confianza del consumidor está en mínimos históricos.

"El consumo en Chile, que representa más del 60% de la economía del país, se mantendrá severamente limitado por la pandemia de coronavirus", señaló Gersan Zurita, vicepresidente senior de Moody's, citado en un comunicado.

"La pandemia ha provocado que la Región Metropolitana de Santiago entre en una cuarentena total, poniendo en riesgo el 40% del PIB de la nación, en medio de un aumento en las hospitalizaciones y muertes", añadió.

Los primeros casos de coronavirus en Chile se registraron a inicios de marzo pero mostraron un aumento explosivo en mayo. Al jueves, con más de la mitad de la población chilena de 18 millones de habitantes en cuarentena, autoridades sanitarias reportaron casi 260.000 contagios y 4.903 muertes confirmadas.

El estallido social de octubre del año pasado, que se extendió con varios meses de protestas hasta la llegada del virus, afectó duramente a la economía, sobre todo al comercio. La capital Santiago fue una de las ciudades más afectadas, tal como ha ocurrido con la pandemia.

Moody's estimó que los minoristas que ofrecen servicios en línea o canales de comercio electrónico "deberían beneficiarse", pero al mismo tiempo planteó que en términos generales, en Chile el segmento de negocios de comercio electrónico tiene una inversión insuficiente respecto a Brasil y otros países.