Hay diferencias significativas entre los gobernadores de la Fed en torno a lo que significa un "replanteamiento concreto", lo que podría complicar los esfuerzos por comprender qué podría desatar un alza o baja de tasas de interés a partir de los datos económicos.
Washington. A primera vista, la Reserva Federal ha puesto una vara alta para cualquier cambio en sus tasas de interés este año: "un replanteamiento concreto" del panorama económico, tal como lo definió el presidente del banco central estadounidense, Jerome Powell.
Desde que promovió la idea en octubre cuando anunció que la Fed pondría fin a su corto ciclo de recortes de tasas, Powell ha usado la expresión al menos media decena de veces y la frase también ha condimentado las declaraciones de otros funcionarios del organismo.
Pero si uno presta más atención hay diferencias significativas entre los 17 gobernadores de la Fed en torno a lo que significa un "replanteamiento concreto". Y esto podría complicar los esfuerzos por comprender qué podría desatar un alza o baja de tasas de interés a partir de los datos económicos, en momentos en que Estados Unidos se prepara para las elecciones presidenciales este año.
Las perturbaciones evidentes importan y un cambio drástico en la tendencia de los mercados a partir del brote de coronavirus en China demuestra cuán rápido pueden avanzar los eventos que reconfiguran las perspectivas económicas.
Los principales índices bursátiles cayeron este lunes, mientras que los precios del petróleo siguieron bajando el martes, con los analistas evaluando el impacto en China y el posible rezago en la economía global a medida que la cifra de muertos por el coronavirus superaba la centena. La ciudad china de Wuhan está prácticamente bajo cuarentena.
El diferencial de rendimientos de deuda estadounidense, una medición observada de cerca por los mercados, se redujo porque los inversores empezaron a aplazar sus previsiones sobre la próxima alza de tasas de la Fed, e incluso se detectaron estimaciones más osadas de que el banco central reduciría los costos de endeudamiento otra vez hacia fines de junio.
El factor que convencerá a cada miembro de la Fed para cambiar de posición, sin embargo, podría variar ampliamente.
¿Será el comportamiento del consumidor el vector más obvio, como cree el presidente de la Fed de Atlanta, Raphael Bostic? Esto dejaría las tasas de interés en su actual estado por todo el tiempo en que las personas sigan comprando.
O tal como dijo el jefe de la Fed de Mineápolis, Neel Kashkari, ¿las señales de que los salarios crecen poco indicarán un debilitamiento de la economía y serán en sí mismas un factor que amerite un recorte de tasas?
¿Y qué ocurrirá si la inflación se estanca por debajo de la meta de 2% de la Fed? ¿Esto activaría el escenario para un recorte de tasas para elevar el índice de alzas de precios? Así lo ha sugerido el presidente de la Fed de St. Louis, James Bullard, al decir que el "asunto unificador... (de la Fed) es que (la inflación) debe mejorar".
Pero no tan rápido, la jefa de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, afirma: "En este punto yo no tomaría una acción deliberada solo para lograr un repunte de la inflación", dijo la funcionaria en una entrevista reciente.
A Mester le preocupa que los tres recortes de tasas del año pasado puedan alentar una toma excesiva de riesgo por parte de consumidores, empresas e inversores que aprovechan los créditos baratos.
Las autoridades de la Fed continuarán su debate este martes y emitirán este miércoles su primera decisión de política monetaria del año. Los mercados financieros no esperan que la Fed cambie su tasa de fondos federales -el tipo referencial-, pero estarán atentos a la postura orientativa de la entidad y a las declaraciones de Powell en su rueda de prensa habitual.