El país inició la primera fase de una "cuarentena inteligente" que implica la reanudación de actividades en fábricas, obras civiles y algunos servicios. También se autorizó la salida de personas para actividades físicas individuales al aire libre.
Asunción. Paraguay reactivó este lunes cerca de un 60% de su actividad económica tras una rigurosa cuarentena implementada para contener el coronavirus, en medio de un aumento de casos principalmente importados de su vecino Brasil.
El país inició la primera fase de una "cuarentena inteligente" que implica la reanudación de actividades en fábricas, obras civiles y algunos servicios. También se autorizó la salida de personas para actividades físicas individuales al aire libre.
Los cambios se producen tras casi dos meses de encierro estricto que sirvieron para contener la curva de contagios y en los que se intentó fortalecer un servicio sanitario estatal, históricamente deficitario.
El Gobierno dijo que llevará a cabo una evaluación en tres semanas antes de pasar a la segunda etapa que incorpora comercios, oficinas corporativas, deportes y eventos culturales sin espectadores.
"Esta fase uno tiene que ser exitosa para así ser solidarios con los demás actores económicos que también se ven con una gran necesidad y están haciendo un gran sacrificio", dijo a periodistas el presidente, Mario Abdo.
Con 396 infectados y 10 muertos en casi dos meses, Paraguay es uno de los países con menos casos de coronavirus en la región. El número dio un salto los últimos tres días al incorporar casos de paraguayos que ingresaron con una autorización especial desde Brasil y se encuentran en albergues transitorios en cuarentena.
La frontera altamente permeable con Brasil, que registra alrededor de 100.000 casos de coronavirus y más de 7.000 muertos, es una preocupación para las autoridades locales, que ordenaron redoblar la vigilancia ante denuncias de que algunas personas burlaron los controles.
A pesar de la reanudación de actividades, el Gobierno dijo que mantendrá las fronteras cerradas al tránsito de personas y que las clases presenciales seguirán suspendidas hasta diciembre en todo el territorio.
Las medidas de aislamiento social tendrán un impacto en la pequeña economía del país, que se contraerá un 2,5% este año, según estimaciones recientes del Banco Central.