Klaus Schwab, director ejecutivo del foro, inauguró la primera conferencia de Davos en 1971.
Muy pronto todo lo que se escuchó en el auditorio principal del Centro de Congresos de Davos fue su voz grave, su inglés marcado por el fuerte acento alemán. Al igual que desde hace 43 años, todos los asistentes escucharon al profesor Klaus Schwab, director ejecutivo del Foro Económico Mundial, dar la bienvenida a una nueva reunión en Davos, Suiza.
Su idea se ha convertido en una costumbre de alto nivel tanto para los jefes de Estado como para directores de organismos multilaterales, académicos, activistas y emprendedores sociales y, por supuesto, hombres de negocios. Todos ellos separan una semana en enero, todos los años, para reunirse en el resort enclavado en los Alpes, analizar el estado actual de la economía mundial y proponer salidas a los problemas generalizados.
Ese era el mundo que Schwab creó a partir de 1971. Por entonces, este doctor en Economía de la Universidad de Friburgo, con maestría en Administración Pública de Harvard, buscaba un espacio donde las grandes personalidades europeas hablaran sobre los beneficios de la gestión en el crecimiento del Viejo Continente.
Y para hacerlo realidad, recurrió a un industrial alemán que le prestó 50.000 francos suizos (alrededor de US$11.500 de la época) a cambio de trabajar para él si su visión resultaba en fracaso. “A la primera reunión acudieron 440 personas de 31 países, incluyendo al famoso economista John Kenneth Galbraith”, recordó Schwab en un artículo publicado en la revista Fortune.
Ese éxito le permitió, además de esquivar el trabajo fabril, fundar con los años el Foro Económico Mundial, un lugar de discusión que adquirió dimensiones globales con las discusiones en torno a la crisis del petróleo de los años '80 y en donde se analizó por primera vez el papel que jugaría China en un entorno globalizado. Y donde buena parte del tiempo transcurre mirando detenidamente la evolución de los mercados latinoamericanos.
“Es una región muy importante, donde están ocurriendo muchas cosas, como procesos electorales y reformas, así que es valioso que tenga una fuerte representación en Davos”, dijo el fundador sobre la presencia de los presidentes de Colombia, Brasil, México, Guatemala y Perú en las conferencias de este año.
El martes, en su bienvenida, Schwab le dio paso a una semana en la que la inclusión social y la recuperación plena del primer mundo dominarán la agenda.