El Presidente de Chile, Sebastián Piñera busca restablecer la paz social con diferentes medidas, que han sido estimadas en US$1.200 millones. ¿Tiene el país los recursos económicos suficientes para implementarlas?
Hace años que Chile viene gozando de una economía estable y una reducción importante en el índice de pobreza, de un 40% a un 8,6% (Encuesta Casen 2017), desde 1990, tras el regreso a la democracia.
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) el país ocupa el tercer lugar en el Producto Interno Bruto (PIB) más alto de América Latina (US$15.777, 2019), detrás de Uruguay y Panamá. Además, el FMI estima que Chile crecerá un 3% en 2019.
Si bien no fue el país con mayor crecimiento económico de la región en el último tiempo, Chile ha logrado instalar una imagen a nivel internacional de buena reputación económica, que ha logrado al menos 26 Tratados de Libre Comercio con diferentes países, con un sello como exportador agropecuario, vitivinícola, pesquero y minero, que lo posicionaron como un lugar ideal para realizar inversiones.
Sin embargo, la crisis social que atraviesa actualmente el país difiere en gran medida con los números.
Tras los episodios de violencia y las multitudinarias manifestaciones ocurridas en los últimos días -que han dejado un resultado de al menos 18 muertos-, la economía chilena sufrió un impacto. La crisis repercutió también en la Bolsa de Comercio de Santiago, que se desplomó en un 4,6%, mientras que el valor del peso chileno cayó en un 2% con respecto al dólar.
"Todos se preguntan qué pasó con este país y con las movilizaciones actuales. En comparación con los otros países de Latinoamérica, Chile se ha caracterizado por una estabilidad económica, una inflación controlada y también, en general, el país ahora está mejor que hace 10 o 20 años”, dijo a DW el Profesor Detlef Nolte, miembro del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores (DGAP).
No son 30 pesos, son 30 años. Chile no es un "paraíso económico”, pues se encuentra entre los países más desiguales del mundo, junto a otros 7 países latinoamericanos, de acuerdo al índice Gini del Banco Mundial.
De acuerdo a los datos de New York Times "Myths of the 1 percent: what puts people at the top (2017) y datos oficiales del Banco Mundial recopilados en 2015, el 1% de los chilenos acumula el 33% de los ingresos. Además, el 70% de los trabajadores en Chile recibe un ingreso líquido mensual menor a 550.000 pesos mensuales (750€), de acuerdo a la Fundación Sol.
Como se vio reflejado en diferentes pancartas y carteles de las manifestaciones, el descontento social no es por los 30 pesos al alza de la tarifa del transporte público -medida suspendida por el Gobierno-, sino que representan 30 años de injusticias sociales, a causa de la inequilibrada distribución de la riqueza.
"Lo que pasa es que la economía de Chile no era tan brillante ni tan ejemplar”, afirmó a DW, por su parte, Gonzalo Martner, doctor en Economía de la Universidad de París X- Nanterre.
Martner agregó: "Ya no es el país que más crece, mantiene una desigualdad de ingresos medida por el índice de Gini comparable con Brasil o Colombia. Este movimiento social tenía que estallar en algún momento y ocurrió con el incremento del metro, pero podría haber pasado con cualquier otra cosa”.
Una opinión que Nolte comparte: "El problema es la distribución de la riqueza. En estos años podemos ver que no ha mejorado esta distribución y a la mayoría de los chilenos no les alcanza el dinero. Están endeudados y el índice de Gini no ha mejorado. Desde la dictadura de Augusto Pinochet que todo se privatizó, lo que es muy malo para la mayoría, que no tiene los recursos para un sistema privado con altos costos”.
El "paquete económico” es viable. La jornada del 22 de octubre de 2019, el mandatario chileno anunció diferentes medidas para responder algunas de las demandas por parte de la ciudadanía. El incremento de 50.000 pesos (US$68) al sueldo mínimo, un nuevo impuesto de un 40% a los que ganen más de 8 millones de pesos (US$11.000) y eliminar el alza de un 9,2% a la tarifa de la energía eléctrica, son algunas de propuestas de Piñera para el 2020, las cuales fueron estimadas en US$1.200 millones.
Los expertos responden a la pregunta: ¿Tiene Chile las condiciones económicas para implementar las reformas propuestas por Piñera?
"Chile no es un país pobre, ha tenido crecimiento. Es necesario un proceso legislativo donde los partidos deben ponerse de acuerdo y ver qué pasa. Es una decisión sobre el modelo económico, que tiene que involucrar a la sociedad civil y a la oposición. Hay que reforzar los sistemas sociales y de educación. Las medidas anunciadas me parece que son paliativas. Tal vez son una ayuda para le gente que no tiene recursos, pero no es una solución a largo plazo. A mí parecer, una política más redistributiva puede ayudar a mejorar la imagen de Chile y tal vez la inversión de las empresas ”, explicó a DW Detlef Nolte.
En tanto, Gonzalo Martner opina que Chile, obviamente, tiene los recursos económicos para implementar las medidas, pero que el problema radica en qué tan profundos son los cambios del Gobierno. "Chile tiene hoy una deuda pública que es de un 27%. La de Alemania es muy superior a la chilena. Es decir, Chile posee una capacidad de endeudamiento fiscal, con tasas de riesgo muy bajas, que le permiten hacerlo. Aquí el problema no es económico, sino de voluntad política. No es presupuestario. El problema es el modelo social”.