El futuro presidente del país andino tendrá poco más de un año para gobernar en medio de un crimen organizado que ha sobrepasado a las fuerzas estatales. Si bien no habrá grandes reformas, el reto será mantener el crecimiento que ha experimentado el país, pese a la difícil y violenta coyuntura que atraviesa.
Diversos medios locales y extranjeros daban cuenta el último jueves del cierre de la campaña electoral en Ecuador con miras a los comicios de este domingo 20, día en que los ciudadanos elegirán al próximo presidente, vicepresidente y a 137 asambleístas que deberán completar el periodo de gobierno que termina en mayo de 2025.
Lamentablemente, este periodo electoral se tiñó de rojo tras el asesinato al candidato presidencial Fernando Villavicencio en Quito, el pasado 9 de agosto, que puso a la nación andina ante la mira global.
Aunque todo apunta a que la elección no se definirá dentro de dos días y los candidatos con el mayor porcentaje de votos se medirá en una segunda vuelta, cabe preguntarse ante qué se enfrentará el próximo presidente y qué margen de acción tendrá en materia económica.
Incluso varios políticos y analistas ya catalogan a Ecuador como un narcoestado, con una fuerza estatal de seguridad totalmente sobrepasada para hacerle frente al ilícito negocio del narcotráfico.
“No existe ninguna definición académica del término de narcoestado, pero si por narcoestado se quiere dar a entender que el crimen organizado tiene una muy alta capacidad de reclutar miembros y de generar violencia, sin duda eso ocurre en Ecuador. Es una situación efectivamente parecida a la que hubo en Colombia a inicio de los ochenta. Lo que llama la atención en el caso de Ecuador es la rapidez con la que el país se ha convertido en el principal exportador mundial de cocaína y con la que se ha deteriorado la situación de seguridad”, dice a AméricaEconomía el académico y analista internacional peruano Farid Kahhat.
Pese a la escalada de violencia e inseguridad que se ha asentado en Ecuador, especialmente en este año como producto del narcotráfico, la economía de este país sigue avanzando y se prevé que este año alcanzará un crecimiento de de 2,6%, según proyecciones del Banco Mundial. No obstante, la inseguridad definitivamente es un factor a tomar en cuenta para que esta previsión se mantenga.
“Ecuador ha entrado en una nueva fase de profunda crisis, no solo en lo económico, sino también en lo político, y en materia de seguridad. Para salir de esta situación el país necesitará de una gran coalición multipartidaria con acuerdos mínimos para garantizar la estabilidad económica y el manejo fiscal responsable en el corto plazo. Esto reducirá el riesgo latente de que el país enfrente más conmociones sociales a causa de los crecientes niveles de pobreza, la caída del poder adquisitivo, y un clima de inseguridad ciudadana marcado por los tentáculos transnacionales del narcotráfico y el crimen organizado”, dice Fabricio Rodríguez, politólogo y catedrático del Instituto Arnold Bergstraesser (ABI) de la Universidad de Friburgo en Alemania.
Para Felipe Rivadeneira, presidente ejecutivo de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), en materia económica, el año “ya está jugado”.
“Hay algunos problemas graves que se nos avecinan, que ya no dependen tanto de la parte política, como es el caso del fenómeno El Niño que genera preocupación. Espero que [sus efectos] sean moderados, pero es impredecible, pese a que se está haciendo mucha previsión. Otro problema es el ritmo en la exportación de productos, como el camarón, que es el principal producto de exportación de Ecuador. Durante el primer semestre de 2023 el camarón apenas ha tenido un crecimiento de 1%, cuando estamos acostumbrados a un crecimiento de casi dos dígitos”, dice Rivadeneira.
El sector exportador viene siendo afectado por la inseguridad a tal punto que se ha visto obligado a invertir US$ 1 millón diarios en medidas de seguridad en tecnologías de vigilancia, monitoreo, sistemas de trazabilidad y análisis de datos para anticipar y responder a posibles amenazas. Fedexpor también apunta que los gastos en seguros se han disparado, ya que las empresas buscan protegerse contra los riesgos y daños derivados de la inseguridad.
Pero el dolor no es exclusivo de los exportadores.
“La violencia del crimen organizado afecta algunas actividades económicas de manera más directa. Tal es el caso de las actividades de la pequeña y mediana industria, así como actividades comerciales en áreas urbanas. Éstas son presa fácil de la extorsión y el amedrentamiento y están más expuestas a la violencia del día a día. Al mismo tiempo, los intereses del narcotráfico son más complejos de identificar y pueden estar involucrados con las estructuras estatales, incluso con los aparatos de seguridad que controlan el flujo de grandes capitales en territorios periféricos del país”, comenta Rodríguez.
GOBERNAR EN MEDIO DEL CRIMEN ORGANIZADO
La administración del futuro presidente de Ecuador tendrá poco más de un año para gobernar. Tiempo previsiblemente corto para lograr reformas estructurales de alto impacto, pero en el que tendrá que buscar salidas para contener la violencia del narcotráfico -tarea para nada sencilla- y lograr que el engranaje económico siga funcionando.
Por ejemplo, uno de los candidatos en esta contienda, Jan Topicun, millonario y economista de 40 años con antecedentes militares, ha prometido aplicar mano dura al crimen organizado y los medios no han dudado en llamarlo el “Rambo ecuatoriano”.
“Algo que juega en favor de la derecha radical en América Latina y de personajes dentro de esa tendencia, como es el hecho de que los actos democráticos no dan solución al problema de la inseguridad, es que la gente va a apelar a quien tenga el discurso más firme de confrontación al delito y esa va a ser gente como Jan Topic. Y Topic, ya en algunas encuestas ha pasado a segundo lugar y podría disputar la segunda vuelta con [Luisa] González” dice Kahhat.
Según Rodríguez, en tanto, la presión de rescatar la economía en el corto plazo tendrá un peso enorme sobre las nuevas autoridades.
“Una economía que alivie la pobreza y reduzca las desigualdades es pieza angular en el combate contra el crimen organizado. No basta declararle la guerra a las bandas organizadas, hay que generar oportunidades dignas para la juventud y todos los estratos sociales. Para aliviar la pobreza será necesario establecer una agenda de estímulo inmediato en favor de inversiones dirigidas decididamente a los sectores de gran alcance popular, tanto en el campo agropecuario como en el ámbito de las economías urbanas de pequeña y mediana escala”, dice.
En ese sentido, para el catedrático será también decisivo el estímulo a los sectores de exportación de productos no-tradicionales, más allá de la minería y el petróleo (que no harán más que profundizar los problemas existentes), y el desarrollo del campo de servicios y manufacturas en materia de las tecnologías de la información y comunicación, donde Ecuador tiene un potencial para la innovación, que podría beneficiar a distintas capas socio-económicas del país, especialmente a las clases medias, e incluso al capital dormido de las élites económicas con proyección de país, que son pocas pero que también buscan un futuro próspero y pacífico.
En materia comercial, queda pendiente la aprobación de parte de los nuevos integrantes de la Asamblea General de los acuerdos comerciales con Costa Rica y Corea del Sur, negociados por el gobierno de Guillermo Lasso.
“En el caso del TLC con China, no habría ningún inconveniente, porque no hay un capítulo de inversiones. No obstante, de haber una mayoría correísta en la Asamblea, que no es muy abierta al mercado, puede haber sorpresas”, advierte Felipe Rivadeneira.
Por lo pronto, todo apunta a que la candidata de Revolución Ciudadana, Luisa González, pasaría a segunda vuelta. Así, ante un eventual regreso del correísmo al poder, Fernando Estenssoro analista internacional y director del Doctorado en Estudios Americanos de la de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), la economía del país se mantendría relativamente similar.
“Va a fortalecer la Unasur sin lugar a duda, como lo está haciendo Brasil con la llegada de Lula y Petro en Colombia, pero también hay que ver cómo gana (...) Hoy en el país ningún partido tiene el 60% de apoyo como para decir ‘gobernamos solos'. En la situación actual de Ecuador es requerido un acuerdo político. Sino será muy difícil para el país con esta situación de inestabilidad. Tampoco está en una situación dramática, como Argentina con la inflación, pero su economía está fallando porque la inestabilidad política tiene repercusiones económicas”, dice Estenssoro.
Y es que pese a la compleja situación, el país todavía presenta oportunidades en términos de inversión. Esta semana, por ejemplo, la farmacéutica alemana Grünenthal anunció la construcción de una planta industrial en Quito, valorizada en US$ 30 millones.
Asimismo, en los primeros días de agosto, se anunció que la japonesa Mitsui invertirá US$ 360 millones en la compra de acciones de Santa Priscila, la mayor exportadora de camarón en el mundo, con ingresos que superaron los US$ 1.400 millones en 2022.
Lo cierto es que, dependiendo de si hay ganador o ganadora en primera vuelta o es necesario recurrir al ballotage, el presidente Lasso permanecerá hasta octubre o diciembre de este año en el poder y no da señales de aminorar su ritmo para avanzar en materia económica, con nuevas medidas como una reforma a sistema de pensiones o las firmas de los TLC prometidos con Corea y Costa Rica.
El próximo primer mandatario de Ecuador deberá, entonces, elegir entre desandar lo recorrido por Lasso o profundizar su legado.