Uno de los miembros de la Junta de Gobierno consideró que la tasa de referencia debe mantenerse en su nivel actual durante un lapso lo suficientemente extenso para constatar que la inflación vaya descendiendo de manera sostenida y que el sesgo al alza del balance de riesgos para la inflación se modere.
El Banco de México (Banxico) mantendrá la tasa de interés en 11,25%, el nivel más alto desde que se tiene esta variable como objetivo operacional de la política monetaria, por un tiempo prolongado, debido a que en la etapa actual de desinflación se requiere cautela.
De acuerdo con la minuta de la más reciente reunión de política monetaria, en la que se decidió por unanimidad mantener el referencial sin cambios, el proceso de desinflación ha avanzado pero el panorama continúa siendo complicado.
Uno de los miembros de la Junta de Gobierno consideró que la tasa de referencia debe mantenerse en su nivel actual durante un lapso lo suficientemente extenso para constatar que la inflación vaya descendiendo de manera sostenida y que el sesgo al alza del balance de riesgos para la inflación se modere.
Opinó que aún es muy prematuro para considerar la posibilidad de recortes. Además apuntó a que "se necesita de más tiempo para que la postura de política monetaria alcanzada siga operando”.
Asimismo, señaló que será indispensable continuar analizando el comportamiento observado y previsto de la inflación y de sus componentes, así como de todos sus determinantes.
Entre estos destacó las expectativas de inflación, las presiones de costos, la actividad económica nacional, la dinámica del mercado laboral y de los mercados financieros, así como factores externos tales como la inflación global, la actividad económica mundial y la política monetaria internacional.
Otro miembro consideró que, ante las presiones inflacionarias prevalecientes, para propiciar el descenso de la inflación en línea con las proyecciones del instituto central y mitigar los riesgos inflacionarios es indispensable preservar el nivel de restricción monetaria alcanzado.
Opinó que el entorno de elevada incertidumbre sobre el proceso inflacionario obliga al Banco de México a actuar con cautela y a favorecer una postura monetaria flexible condicionada a la nueva información”.
Comentó que las decisiones de política monetaria subsecuentes dependerán de los nuevos datos, en particular de que las inflaciones general y subyacente consoliden su tendencia a la baja conforme a lo previsto y de que las presiones internas no generen persistencia.
Agregó que el banco central debe ser claro con respecto a que se encuentra preparado para responder acorde con las circunstancias.
"No puede descartarse que el nivel de restricción monetaria alcanzado deba mantenerse por más tiempo de lo anticipado o que se requiera de un mayor o menor apretamiento”.
Precisó que, en cualquier caso, debe mantenerse una postura restrictiva durante todo el horizonte de planeación.
La mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno consideró que persiste incertidumbre con respecto al proceso de desinflación previsto.
Algunos estimaron que, si bien los efectos base favorecerán la disminución de la inflación subyacente el resto del año, existe un reto importante para que esta continúe descendiendo hacia finales de 2023 y durante 2024.
Uno indicó que, si bien las presiones inflacionarias externas están cediendo, "la atención ahora debe concentrarse en las presiones internas".