Durante la gestión del anterior Gobierno interino, el déficit fiscal subió al 12,7% durante 2020. Sin embargo, en 2021, se redujo hasta el 9,3%. Y, pese a un entorno "desfavorable, turbulento, de incertidumbre y alta volatilidad", el déficit fiscal bajó más de dos puntos porcentuales en 2022.
El déficit fiscal de Bolivia se redujo del 12,7%, en 2020, al 7,2% del Producto Interno Bruto en 2022. Esto, junto con un crecimiento económico del 4,3% durante tercer trimestre de 2022 y una inflación controlada en el 3,12%, evidencia la recuperación económica del país pese al contexto internacional adverso, destacó el Gobierno.
Durante una conferencia de prensa sobre la evaluación del cuadro macroeconómico, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, destacó este lunes el crecimiento positivo del PIB, la baja inflación, la reducción del déficit fiscal, un aumento del 20% en la recaudación tributaria, el descenso de la tasa de desempleo y la disminución de la pobreza.
A decir del ministro, estos indicadores demuestran que la economía boliviana está en un proceso adecuado de reconstrucción tras "tres golpes duros", entre los cuales hizo referencia al mal manejo económico del Gobierno interino de Jeanine Áñez (2019-2020), la pandemia de la COVID-19 y los efectos negativos de la guerra en Europa.
El déficit fiscal de 2022, del 7,2%, está muy por debajo del objetivo inicial del 8,5% precisó Montenegro.
El ministro recordó que, durante la gestión del anterior Gobierno interino, el déficit fiscal subió al 12,7% durante 2020. Sin embargo, en 2021, se redujo hasta el 9,3%. Y, pese a un entorno "desfavorable, turbulento, de incertidumbre y alta volatilidad", el déficit fiscal bajó más de dos puntos porcentuales en 2022.
Montenegro declaró que estos datos muestran un trabajo responsable del Gobierno en el manejo de la economía. Y comentó que el crecimiento económico responde sobre todo al impulso del sector transporte, eléctrico, agropecuario, construcción, financiero e industrial manufacturero, entre otros.
El control de la inflación, con un ligero crecimiento del 0,3 por ciento en enero de este año, ha permitido estabilizar los precios de la energía y los alimentos básicos. Montenegro también ensalzó la estabilidad mostrada por el tipo de cambio durante la última década. Y celebró que Bolivia tenga una de las tasas de paro más bajas de toda la región, actualmente en el 4,1 por ciento.
Por último, reveló que la tasa de pobreza extrema se redujo más de dos puntos porcentuales, hasta el 11,1 por ciento en 2021.