Aunque muchos de los indicadores laborales en el país azteca registraron sus mejores resultados durante el sexenio de López Obrador, la informalidad laboral se mantuvo prácticamente sin cambios.
Al corte de marzo de 2024 se observó que el 51% de los trabajadores en México se encuentra en algún esquema de informalidad, ya sea por las condiciones de empleo o por las condiciones de la unidad económica para la que trabaja.
Este nivel de informalidad laboral se mantuvo prácticamente sin cambios durante la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador, siendo uno de los pocos indicadores laborales que no registraron mejoras durante esta administración.
Esta es una de las problemáticas en materia laboral más persistentes y uno de los más grandes retos para la política pública, debido a que la mitad de la gente que trabaja lo hace en alguna modalidad informal.
La informalidad laboral vulnera derechos básicos como la existencia de contratos legítimos, las prestaciones (vacaciones, primas, aguinaldo), el acceso a seguridad social e instituciones de salud, jornadas laborales dignas y remuneraciones justas.