Las reservas se colocaron al 8 de septiembre en US$ 6.878 millones. Solo dos de los cuatro sistemas del balance están cubiertos.
En estos días se agita el debate sobre la intención de usar las Reservas Internacionales expuesta por los dos candidatos a la presidencia de Ecuador: Luisa González de la Revolución Ciudadana y Daniel Noboa de Acción Democrática Nacional.
González ha dicho que usará US$ 2.500 millones y Noboa que solo usará US$ 1.500 millones. Sin embargo, de acuerdo con los expertos económicos, estas reservas -contrario a lo que se cree- no pueden ser tomadas, sino que hay mecanismos riesgosos con los cuales se puede hacer que un dinero fantasma, un dinero falso, inexistente, vaya a las cuentas del Estado.
¿Qué son las Reservas y a quiénes les pertenecen?
El gerente del Banco Central, Guillermo Avellán, explica que las reservas son los activos líquidos que administra el Banco Central. Esos son:
- Oro monetario.
- Moneda extranjera y depósitos y valores en moneda extranjera.
- Derechos Especiales de Giro (DEG).
- Otros activos.
Estos deben cubrir los pasivos que son:
- Depósitos que tienen en el Banco Central del Ecuador (BCE) de las entidades financieras (bancos públicos, privados y cooperativas) que tienen parte de los dineros de los depositantes (encaje).
- Depósitos de Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD).
- Depósitos del Gobierno Central.
- Depósitos de Seguridad Social.
Los recursos no están “parqueados”, sino que van saliendo y entrando de acuerdo a como lo usan sus legítimos dueños. De acuerdo con Avellán, no todas las operaciones afectan a la Reserva, sino que esta sube o baja en caso de que lleguen recursos del exterior, o cuando salen para pagar a proveedores, para cancelar deuda externa, entre otros.
El Banco Central utiliza las Reservas para dos acciones:
- Garantizar la provisión de circulante, es decir, los billetes a través del sistema financiero.
- Pagar las operaciones al exterior.
¿Cubren los activos la totalidad de los pasivos del Banco Central?
Los pasivos del Banco Central a finales de agosto estaban en US$ 14.110 millones y las Reservas llegaban a US$ 6.905 millones, es decir, cubren solo una parte de los pasivos. Hay US$ 7.205 millones que no están cubiertos.
El balance del Banco Central está dividido en cuatro sistemas:
- Primer sistema: depósitos del sistema financiero, BanEcuador y moneda fraccionaria.
- Segundo sistema: depósitos Corporación Financiera Nacional (CFN), Banco del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Biess), Corporación del Seguro de Depósitos (Cosede) y otros.
- Tercer sistema: depósitos del sector público no financiero (empresas públicas, IESS y transferencias a través del sistema de pago).
- Cuarto sistema: resto de cuentas del pasivo, patrimonio y resultados del BCE.
Los dos primeros están cubiertos en 100%, pero el tercero ya tiene solo una cobertura del 21%, mientras que el cuarto tiene una cobertura de 0%.
¿Se pueden o no tomar las Reservas?
De acuerdo con Gabriel del Castillo, debido a que es complejo entender el tema monetario, se ha posicionado la narrativa de que los Gobiernos pueden tomar la Reserva. Sin embargo, esto no es posible técnicamente. Pero lo que sí se hizo durante el correato fue entregar créditos al Ministerio de Finanzas por US$ 8.300 millones, mediante un mecanismo que se denomina “expansión del balance” del Banco Central y que significa emitir dinero.
Este tema también lo había explicado en su momento el ahora candidato a la Vicepresidencia por Revolución Ciudadana, Andrés Arauz, indicando que “a partir de 2009, el Banco Central de Ecuador comenzó a conceder préstamos al Gobierno, a pesar de que estamos dolarizados”. Explicó que se esto fue “crear dólares en el registro contable y hacer que se muevan en la economía nacional”. Esto también se conoce como monetizar el déficit o emisión secundaria de dólares. Así nacen los famosos “ecuadólares”.
¿Pero cómo se expande o se infla el balance del Banco Central?
Tratando de explicarlo de manera sencilla, Gabriel del Castillo lo hace de la siguiente manera:
- El Ministerio de Finanzas emite bonos que son colocados al Banco Central.
- El Banco Central tiene ahora estos papeles que pasan a ser activos de su balance, ampliando o inflando así el balance.
- El Banco Central luego crea como contrapartida unos depósitos que en realidad nunca existieron y que pasan a ser pasivos de la entidad emisora de los bonos.
- Ese dinero creado empieza a circular en la economía doméstica, en la internacional no funciona.
Algo así deberían hacer la candidata González y el candidato Noboa para “utilizar” -como han dicho- la Reserva. Sin embargo, la herramienta de que el Banco Central dé crédito al Ministerio de Finanzas está prohibida por ley. Esto, porque durante el correato se abusó de esta opción, generando un descalce en el balance del BCE o una deuda por US$ 7.300 millones, que se debe ir pagando. El gerente del Banco Central, Guillermo Avellán, explicó que en los artículos 56 y 56,1 del Código Orgánico consta la prohibición a que de manera directa o indirecta el Banco Central haga préstamos al Estado.
¿Cuáles podrían ser las consecuencias de emitir los llamados ecuadólares?
De acuerdo con Jaime Carrera, del Observatorio de la Política Fiscal, expandir el balance trae dos consecuencias negativas: se desvirtúa la dolarización, pues un principio de esta es que no se pueden inventar dólares. Pero además al inyectar más circulante, aumenta el gasto público y esto hace que crezcan las importaciones, con la particularidad que solo los dólares reales salen al exterior. En un momento se puede generar estrés en el mercado y la personas que conocen que los dólares verdaderos están saliendo, pueden buscar retirar sus dineros de los bancos de manera inusual.
Alberto Acosta Burneo, de Análisis Semanal, explica que este dinero creado artificialmente a corto plazo permite hacer pagos, pero al final genera distorsiones. Al reactivar la economía se requiere realizar importaciones de maquinaria, insumos, entre otros, y hay mayor salida de divisas verdaderas. Para evitar la salida de divisas, el Gobierno empieza a establecer una serie de medidas restrictivas como impuesto a la salida, aranceles y más que desincentivan el ingreso de capitales.
El gerente del BCE ha dicho que realizar este tipo de operaciones monetarias, con el grado de cobertura actual de los pasivos, sí podría poner en riesgo la dolarización.
Otras opciones
Alberto Acosta Burneo considera que hay otra opción que de manera indirecta permite la utilización del encaje bancario a favor del Estado. Esta opción ya está siendo utilizada por el Gobierno de Guillermo Lasso y no requiere un cambio legal, y es la posibilidad abierta por la Junta Monetaria de que parte del encaje sea invertido de manera voluntaria en bonos. Sin embargo, esto tiene el riesgo de que otro gobierno cambie las reglas y obligue a dicha inversión en mayores porcentajes que los actuales.
Entre tanto, Gabriel del Castillo dice que es posible realizar política monetaria a través del Banco Central y por ello considera que sí se puede hacer un “manejo racional del mecanismo de crédito del BCE” siempre y cuando mantenga la independencia del Gobierno central.