La emisión de deuda es para estimular la construcción de infraestructura debido a las afectaciones de fenómenos naturales y para apuntalar la recuperación de la economía china.
China se encamina a aprobar el martes una emisión adicional de deuda soberana ligeramente superior a US$ 137.000 millones, cuando Pekín intensifica sus esfuerzos para estimular el gasto en infraestructuras y fomentar el crecimiento económico.
Los máximos legisladores chinos, el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN), tienen previsto aprobar la emisión de deuda adicional en el último día de una reunión que se celebra del 20 al 24 de octubre, dijeron fuentes, que declinaron ser nombradas debido a restricciones de confidencialidad.
El objetivo de Pekín es anunciar los planes tan pronto como a última hora del martes y comenzar a emitir en noviembre la deuda, una de las medidas que el Gobierno chino está adoptando para apuntalar la economía durante los ciclos bajistas, añadieron dos de las fuentes.
En una señal de que las recientes medidas pueden estar ayudando a apuntalar una tímida recuperación, la economía de China creció a un ritmo más rápido de lo esperado en el tercer trimestre, mientras que el consumo y la actividad industrial en septiembre también sorprendieron al alza.
Según analistas, la expansión del tercer trimestre pone al alcance de la mano el objetivo gubernamental de crecimiento anual de alrededor del 5% para la segunda economía mundial.
Dos de las fuentes señalaron que casi la mitad de los fondos que se recauden con la emisión adicional de bonos se destinarán a proyectos de conservación del agua y prevención de inundaciones, mientras que el resto se utilizará principalmente para la reconstrucción tras catástrofes y la construcción de tierras de cultivo de alto nivel.
China, que ha experimentado un verano inusualmente lluvioso este año, con inundaciones devastadoras en sus provincias del norte y noreste, ha confiado hasta ahora principalmente en los bonos especiales de los gobiernos locales en lugar de en la deuda soberana para financiar las necesidades de infraestructuras.
Esto llevó a los máximos líderes chinos y al gobierno central a comprometerse en agosto a reforzar la conservación del agua y otras infraestructuras en el norte del país y a mejorar su capacidad de prevención y respuesta ante inundaciones y sequías.
La provincia de Hebei podría dedicar dos años a la reconstrucción tras las inundaciones, según medios de comunicación estatales, después de que el tifón Doksuri azotó el norte de China en agosto, causando al menos 29 muertos y US$ 13.091 millones de pérdidas económicas directas sólo allí.
La Oficina de Información del Consejo de Estado de China, que atiende las consultas de los medios de comunicación en nombre del gobierno, no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios. La ANP y el Ministerio de Finanzas tampoco respondieron.
El Parlamento chino ya tiene previsto aprobar esta semana un proyecto de ley que permitirá a los gobiernos locales adelantar parte de sus cuotas de bonos de 2024, según medios estatales.
Hasta ahora, las autoridades chinas han evitado aplicar estímulos fiscales agresivos para reforzar la economía, aunque la crisis inmobiliaria y otros problemas siguen planteando riesgos.
En las últimas semanas, Pekín ha dado a conocer una serie de medidas, como un mayor gasto en obras públicas, recortes de las tasas de interés, flexibilización de la política inmobiliaria y esfuerzos para apuntalar el sector privado, después de que el impulso del crecimiento de China cayera.
Pero su capacidad para estimular el crecimiento se ha visto lastrada por el temor a los riesgos de la deuda y la fragilidad del yuan.