Detrás se observó una caída en la tasa de crecimiento de los bienes importados, de 3,9% a 0,8%, mientras que el gasto en bienes nacionales prácticamente no sufrió variación.
En agosto el consumo privado en México se desaceleró, al crecer 0,2% mensual frente al avance de 0,9% que tuvo durante el mes previo, según los datos actualizados del Indicador Mensual del Consumo Privado (IMCP), dados a conocer la mañana de este lunes por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
El discreto avance, sin embargo, le permitió al indicador hilar tres meses de mejoras, luego de las caídas que tuvo en abril y mayo, además de mantener un comparativo anual positivo, al mostrar un alza interanual de 2,8 por ciento.
La leve expansión de agosto se motivo por un crecimiento de 0,2% en el gasto de bienes y servicios nacionales -similar al del mes previo-, mientras que los desembolsos en bienes importados crecieron 0,8%, un ritmo inferior al 3,9% de julio.
No obstante, llama la atención la resiliencia del consumo de bienes importados, luego de la depreciación que ha tenido el peso desde mayo pasado y que encarece la compra de estos productos.
FACTORES EN CONTRA
Luego de haber sido el componente más dinámico de la demanda agregada en 2022 y mantener resiliencia en 2023, el consumo privado está enfrentando vientos en contra este 2024.
Uno de los principales es un menor ímpetu del mercado de trabajo, con una caída a agosto de 41% en las contrataciones de trabajadores formales a 365.449 personas.
Por otro lado, la inflación tuvo una desaceleración del 5% de julio a 5% en agosto, pero este registro sigue siendo mayor al de agosto de 2023, cuando se ubicó en 4,6 por ciento.
Paralelamente, de marzo a junio no hubo dispersión de programas sociales, ya que su pago se adelantó en febrero para no interferir con el proceso electoral que concluyó con las elecciones del pasado 2 de junio. Estas transferencias se reactivaron precisamente en julio.
De forma acumulada, el consumo privado creció 3,6% durante los primeros siete meses del año, con un fuerte impulso de la compra de bienes importados, que creció 17,6 por ciento.
No obstante, en ambos casos se trata de avances inferiores frente al mismo lapso de 2023, cuando el primero creció 5,2% y la segunda crecía a un ritmo de 26,2 por ciento.