El problema con el Mercado Integrado Latinoamericano (MILA) es la falta de volumen de operaciones, misma dificultad que arrastra la bolsa mexicana con sus títulos locales.
A nueve años de la adhesión de México al Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), este ha perdido 10,5% de su valor de mercado, pasando de US$ 939.076 millones en 2014 a US$ 840.002 millones en marzo de este año, de acuerdo con los últimos datos de la Federación Mundial de Bolsas (WFE por sus siglas en inglés).
El MILA inició como una propuesta que permitía la venta de acciones de empresas cotizadas en México, Chile, Perú y Colombia, en esos mercados. Inició operaciones el 30 de mayo de 2011, pero no fue hasta 2014 que se integró México en el marco de la IX Cumbre de la Alianza del Pacífico.
La asociación conformada por las bolsas de México, Lima, Santiago y Colombia se convirtió en el mercado bursátil más grande de la región en 2014, cuando aventajaban a la Bolsa de Brasil por US$ 95.182,13 millones ; sin embargo, hoy en día la supera por US$ 87.376 millones.
“La integración no ayudó al crecimiento de los mercados. El MILA es una de esas cosas que tiene la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) que solo existen en papel, sí está el sistema y sí puedes comprar acciones de Colombia, Chile y Perú en pesos mexicanos, pero nadie lo usa”, dijo Amín Vera, director financiero en Invala Family Office.
El experto detalló que el problema con el MILA es la falta de volumen de operaciones, misma dificultad que arrastra la BMV con sus títulos locales.
A nueve años de la adhesión de México al Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), este ha perdido 10,5% de su valor de mercado, pasando de US$ 939.076 millones en 2014 a US$ 840.002 millones en marzo de este año, de acuerdo con los últimos datos de la Federación Mundial de Bolsas (WFE por sus siglas en inglés).
El MILA inició como una propuesta que permitía la venta de acciones de empresas cotizadas en México, Chile, Perú y Colombia, en esos mercados. Inició operaciones el 30 de mayo de 2011, pero no fue hasta 2014 que se integró México en el marco de la IX Cumbre de la Alianza del Pacífico.
La asociación conformada por las bolsas de México, Lima, Santiago y Colombia se convirtió en el mercado bursátil más grande de la región en 2014, cuando aventajaban a la Bolsa de Brasil por US$ 95.182,13 millones; sin embargo, hoy en día la supera por US$ 87.376 millones.
“La integración no ayudó al crecimiento de los mercados. El MILA es una de esas cosas que tiene la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) que solo existen en papel, sí está el sistema y sí puedes comprar acciones de Colombia, Chile y Perú en pesos mexicanos, pero nadie lo usa”, dijo Amín Vera, director financiero en Invala Family Office.
El experto detalló que el problema del MILA es la falta de volumen de operaciones, misma dificultad que arrastra la Bolsa mexicana con sus títulos locales, siendo un mercado mucho más abierto que el resto de los países miembros.
Carlos González, director de Análisis en Monex Casa de Bolsa, explicó que esta iniciativa tenía como fin aumentar la exposición y la liquidez de las empresas latinoamericanas en los mercados internacionales; sin embargo, agregó que esos esfuerzos no dieron los resultados esperados.
En términos de capitalización bursátil, la BMV es la más grande de las bolsas del MILA, con más de 529,830 millones de dólares hasta marzo del presente año. También es la única plaza bursátil de la región que ha crecido desde 2014, con un avance del 10% o US$ 49.585,35 millones, según la WFE.
Después de la BMV en valor de mercado le siguen la Bolsa de Comercio de Santiago con 183,611.73 millones de dólares, la Bolsa de Valores de Lima con US$ 73.848,36 millones y la Bolsa de Valores de Colombia con US$ 52.711,75 millones.
"Las bolsas en Latinoamérica son de menor tamaño respecto a otras plazas bursátiles a nivel internacional; al juntar estos mercados se pretendía aumentar la bursatilidad”, dijo Carlos González.
Empresas mexicanas no se negocian
“El objetivo del MILA no es operar empresas mexicanas, las emisoras locales que tienen un volumen lo suficientemente grande como para ser atractivas a fondos de inversión de los países miembros, o tienen un ADR en Estados Unidos o cotizan de forma independiente en otras bolsas”, explicó Amín Vera.
El experto argumentó que el mercado mexicano ya es muy abierto y los inversionistas de cualquier lugar del mundo pueden participar fácilmente.
De acuerdo con el experto de Invala, el MILA funciona como una plataforma de inversión para las empresas de Chile, Colombia y Perú. “El punto era inyectar capital a través de México hacia grandes empresas como Sura, Falabella, entre otras de la región”.
Aunque en el MILA están listadas todas las acciones, los Certificados Bursátiles Fiduciarios Indizados (TRAC’S), y los Certificados Bursátiles Fiduciarios Inmobiliarios (FIBRAS) de la Bolsa mexicana, estos no reciben exposición a través de este mecanismo de libre circulación de capitales.
Durante abril del presente año, en el MILA se negociaron apenas US$ 4.988,13 en acciones de Latam Airlines Group, de acuerdo con datos de la Bolsa de Comercio de Santiago.
Por su parte, la Bolsa Mexicana de Valores no actualiza sus datos del MILA desde 2021, aunque en su último informe reportó operaciones por US$ 9,23 millones (187 millones de pesos mexicanos) en todo el año, del cual 97,86% fue invertido en empresas chilenas y el 2,13% restante en emisoras colombianas.
Las emisoras que cotizan en el MILA son 295 chilenas, 201 peruanas, 138 mexicanas y apenas 65 colombianas, de acuerdo con datos de la WFE.
En cuanto al tratamiento fiscal que tienen las inversiones en el MILA, los expertos comentaron que todos los países miembros tienen acuerdos de doble no tributación.
Por esa razón, el inversionista solo pagaría los impuestos correspondientes en el país donde se generó la transacción.