En doce meses, la estimación del total de personas ocupadas creció 4,9%, incidida, principalmente, por los sectores transporte, minería y hogares como empleadores.
En 8,0% se ubicó la tasa de desocupación en Chile durante el trimestre móvil agosto-octubre de 2022, según la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
La cifra significó un descenso de 0,1 puntos porcentuales (pp.) en doce meses, dado que el alza de la fuerza de trabajo (4,8%) fue menor a la presentada por las personas ocupadas (4,9%).
Por su parte, las personas desocupadas aumentaron 3,4%, incididas únicamente por quienes se encontraban cesantes (4,1%).
Las tasas de participación y de ocupación se situaron en 59,8% y 55,0%, creciendo 2,2 pp. y 2,0 pp., respectivamente, mientras que la población fuera de la fuerza de trabajo disminuyó 4,2%.
En las mujeres, la tasa de desocupación se situó en 8,6%, aumentando 0,5 pp. en doce meses, en tanto que las tasas de participación y ocupación se situaron en 49,8% y 45,5%, avanzando 2,9 pp. y 2,4 pp., en cada caso.
En los hombres, la tasa de desocupación fue de 7,5%, con un descenso de 0,5 pp., mientras que las tasas de participación y ocupación se ubicaron en 70,2% y 65,0%, creciendo 1,4 pp. y 1,7 pp., respectivamente.
El alza de las personas ocupadas fue incidida tanto por las mujeres (6,6%) como por los hombres (3,7%).
Los sectores que contribuyeron al aumento fueron transporte (13,3%), minería (26,1%) y hogares como empleadores (19,5%), mientras que las categorías ocupacionales que incidieron positivamente fueron las personas asalariadas formales (5,2%), las personas asalariadas informales (8,6%) y las trabajadoras por cuenta propia (3,1%).
Informalidad llegó al 27,7%
De acuerdo a los datos, la tasa de ocupación informal se ubicó en 27,7%, descendiendo 0,2 pp. en doce meses.
En este último trimestre, en tanto, las personas ocupadas informales aumentaron 3,9%, incididas por las mujeres (7,3%) y los hombres (1,4%), y por las personas asalariadas privadas (10,3%) y personal de servicio doméstico (13,3%).
La tasa de desocupación ajustada estacionalmente (que elimina los efectos de los factores exógenos estacionales de naturaleza no económica que influyen en su comportamiento coyuntural) se situó en 8,0%, lo que implicó un aumento de 0,1 pp. respecto al trimestre móvil anterior.
En doce meses, el volumen de trabajo, medido a través del número total de horas efectivas trabajadas por las personas ocupadas, ascendió 5,6%. De igual modo, el promedio de horas trabajadas creció 0,7%, llegando a 37,8 horas.
La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial (que mide el número de personas desocupadas, más personas iniciadoras disponibles e inactivos potencialmente activos) alcanzó 15,6%, con una reducción de 0,8 pp. en el período. En los hombres se situó en 13,8% y en las mujeres, en 18,0%. La brecha de género fue 4,2 pp.
En la Región Metropolitana la tasa de desocupación del trimestre en análisis alcanzó 8,6%, disminuyendo 0,4 pp. en doce meses, dado que el alza de la fuerza de trabajo (3,1%) fue menor al aumento de las personas ocupadas (3,6%).
Las personas desocupadas se contrajeron 1,8%, incididas exclusivamente por quienes se encontraban cesantes.