Apesar del ligero incremento en la tasas de desocupación a nivel nacional, las personas ocupadas crecieron un 3,1%, contribuyendo al alza el sector comercio (8,3%) junto con alojamiento y servicio de comidas (5,1%), entre otros.

El Instituto Nacional de Estadísticas (INE), reportó que la tasa de desocupación en el país llegó al 8,5% en el trimestre diciembre 2023 – febrero de 2024.

La cifra tuvo un aumento de 0,1 puntos porcentuales (pp.) a doce meses, gracias a que el alza de la fuerza de trabajo (3,2%) fue mayor a la presentada por parte de las personas ocupadas (3,1%).

Por otra parte, las personas desocupadas crecieron un 4,9%, incididas por quienes se encontraban cesantes (4,5%) y quienes buscan trabajo por primera vez (8,5%).

Si bien a nivel nacional se mostró una ligera alza respecto al trimestre móvil precedente, en la Región Metropolitana la tasa de desocupación en el mismo período anotó un 9,3%, con una caía de 0,4 pp. a doce meses.

La estimación del total en la Región Metropolitana, donde se ubica la capital chilena, es que, de la población ocupada creció 2,2%, mientras que por sectores económicos incidió el comercio (12,2%), enseñanza (4,7%) y suministro de agua (50,7%), según detalló el INE.

A nivel general, respecto al mismo período del año anterior, las tasas de participación y de ocupación fueron de 62,3% y 57,0% (+1,4 pp. y +1,2 pp. respectivamente). La población fuera de la fuerza de trabajo disminuyó un 2,7%.

Desglose por hombres y mujeres

En el caso de las mujeres, la tasa de desocupación fue de 9,0%, variando cero en doce meses, gracias al aumento en igual proporción de la fuerza de trabajo y las ocupadas (4,2%). El nivel de las desocupadas se expandió un 4,3%.

Las tasas de participación y ocupación en este segmento de la población se situaron en el 52,8% y 48,0% (+1,7 pp. y +1,5% pp.), mientras que las mujeres fuera de la fuerza de trabajo cayeron un 2,5%.

Respecto a los hombres, la tasa de desocupación creció 0,2 pp. a doce meses, llegando al 8,1%. Esto gracias al incremento del 2,5% de la fuerza de trabajo, mayor al 2,3% registrado por los hombres ocupado.

Al mismo tiempo, los desocupados aumentaron 5,5%.

La tasa de participación de los hombres llegó al 72,3% y la de ocupación en 66,4%, teniendo variaciones de 1,1 pp. y 0,8 pp., respectivamente. Los hombres fuera de la fuerza de trabajo cayeron un 3,0%.

Personas ocupadas e informalidad

Según detalló el INE, las personas ocupadas crecieron un 3,1%, cifra incidida tanto por mujeres (4,2%) como por hombres (2,3%).

Los sectores que contribuyeron a este aumento fueron el comercio (8,3%), actividades de salud (4,9%) y enseñanza (4,3%) junto con alojamiento y servicio de comidas (5,1%). Por categoría ocupacional, se vio un incremento de los asalariados formales (3,0%) y trabajadores por cuenta propia (3,0%).

La tasa de ocupación informal fue del 27,4% en un año (0,1 pp.), con un aumento de las personas ocupadas informales en 3,3%, incidido tanto por mujeres (5,1%) y hombres (1,9%). En cuanto a sectores, destacó el comercio (8,8%) junto con agricultura y pesca (9,6%).

Estacionalidad y horas de trabajo

La tasa de desocupación ajustada estacionalmente (que elimina los efectos de los factores exógenos estacionales de naturaleza no económica que influyen en su comportamiento coyuntural) se situó en 8,6%, disminuyendo 0,2 pp. respecto al trimestre móvil anterior.

El promedio de horas trabajadas decreció un 1,0% hasta las 36,6 horas, siendo el promedio de 39,1 horas para hombres y de 32,6 horas para mujeres. Por otro lado, el volumen de trabajo, que se mide a través del número total de horas efectivas trabajadas, creció hasta el 2,2%.

La tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial llegó hasta el 17,0% (0,5 pp.) en el período. En los hombres se situó en 14,7% y en las mujeres, en 19,9%. La brecha de género fue 5,2 pp.