Considerando que el país ya ha ocupado el cupo del posible financiamiento al que tiene derecho por ser socio, lo que podría suceder es que el organismo le entregue recursos.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) podría entregar recursos a Ecuador, en un eventual nuevo acuerdo con ese organismo multilateral, esta vez con el gobierno de Daniel Noboa Azín, pero este tendría restricciones. Considerando que Ecuador ya ha ocupado el cupo del posible financiamiento al que tiene derecho por ser socio, lo que podría suceder es que el organismo le entregue recursos para que pueda pagar la deuda con el propio multilateral.
Esto en la práctica representaría una ampliación del plazo de pago y daría una suerte de respiro a las finanzas públicas que en los próximos años se vienen muy apretadas. Así lo consideró Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal, durante el conversatorio '¿Y ahora qué? Escenarios políticos y económicos 2024 2025', realizado este 20 de marzo.
Acosta Burneo dijo que además de este mecanismo de rollover, también podría tener acceso a un fondo denominado de Resiliencia que está destinado a atender emergencias como por ejemplo los problemas del fenómeno El Niño. En principio, se había calculado que el acceso podría alcanzar unos US$ 1.300 millones. Sin embargo, ahora el Gobierno más bien ha hablado de una suma de US$ 1.000 millones.
De esta manera, lo que se prevé en el tema de deuda en los próximos años es que el endeudamiento va a dejar de caer, y más bien subiría, aunque los niveles de crecimiento de la deuda estarían dentro de lo que permite la ley fiscal que obliga al país volver al 40% del PIB de techo de deuda.
Para Alberto Acosta Burneo, en la actualidad estamos frente a un Gobierno con una visión distinta de Guillermo Lasso. El expresidente tenía una visión más cercana al ajuste y a “poner la casa en orden”. En cambio, la visión del actual mandatario Daniel Noboa, más del lado social demócrata, busca que el Estado siga creciendo año tras año, elevar el gasto público y por ende también el incremento de la deuda pública.
Entre tanto, el manejo de la deuda no será fácil. Entre 2024 y 2025 hay necesidades de amortización de US$ 3.000 millones anuales, mientras que en 2027 se debe cancelar una deuda de US$ 4.000 millones. Parte de esos pagos son justamente al Fondo Monetario Internacional. En este sentido, si el organismo multilateral entrega esas facilidades con el préstamo rollover permitirá un respiro en el pago a las finanzas públicas.
Acosta evaluó positivamente el comportamiento del riesgo país. Recordó que el 13 de diciembre estuvo en el punto más alto con 2.141 puntos. Mientras que al 19 de febrero ha caído a 1.275 puntos. Es decir, una caída de casi 1.000 puntos. Sin embargo, es importante señalar que el 12 de marzo se registró el indicador más bajo del Gobierno (1.211 puntos). Desde esa fecha, más bien este score ha estado subiendo de manera leve pero constante. Así este 19 de marzo fue el séptimo día de una constante subida del riesgo.
Sin embargo, para Acosta Burneo el incremento tiene que ver con factores diarios como el precio del crudo, no es tan decisivo; porque lo importante es la tendencia registrada.
Para que el indicador vuelva a bajar, ahora, la siguiente carta por jugarse será lo que suceda con el FMI, dijo. Previamente había comentado que el Gobierno ha tomado una serie de medidas que le han permitido al país tener mayores recursos. Las leyes económicas permitieron al Gobierno acceder a recursos por encima que lo que él mismo aspiraba.
También destacó que el presidente Noboa ha tenido una curva de aprendizaje rápida en la que en un principio tropezó con una serie de anuncios que pusieron nerviosos a los mercados, pero considera que ya entendió que no debe mencionar, por ejemplo, en plan Z, que es tomar las reservas internacionales del país.