Germán de la Garza de Vecci, miembro de la firma de abogados Fisher Phillips, afirmó también que “hay una gran expectativa y preocupación en las empresas, pues saben que les lleva tiempo hacer una reestructura".
“Es evidente que las fracciones parlamentarias en la Cámara de Diputados están de acuerdo en que es el momento para aprobar la reforma que reduzca la jornada laboral de 48 a 40 horas, lo que entonces se espera es saber el cómo, es decir, si se dará un año para su implementación o si este cambio se hará gradual”, afirmó Germán de la Garza de Vecci, especialista laboral en Fisher Phillipps, a su salida de la primera sesión del Parlamento Abierto que se desarrolló en la Cámara de Diputados de México.
Añadió que “hay una gran expectativa y preocupación en las empresas, pues saben que les lleva tiempo hacer una reestructura; además ello implica costos en la nómina de aproximadamente 30% que deberán asumir, de ahí la importancia para que la discusión se centre en cómo se irán implementando los cambios”.
Las empresas requieren reingeniería, en algunos casos automatización de procesos, y no es sencillo hacer un cambio radical.
Santiago Irusteta Gallego, abogado laboral para Industrias Bachoco, destacó que “si esta reforma se implementa de un día a otro, las empresas difícilmente vamos a poder adoptar estos cambios de manera tan pronta o radical”.
Advirtió que podría haber impactos en el comercio y en la inversión que se tiene planeada, “pues puede frenarse”, así como en la nómina y en problemas de transición.
De manera clara y directa Héctor Mercado, magistrado integrante del Primer Tribunal Colegiado en materia del trabajo, del Primer Circuito Judicial, afirmó que este es el momento para aprobar la reforma, y añadió que otorgar un año para su implementación sería lo correcto.
Destacó que “el panorama es más amplio que hablar de productividad, se trata de seguridad social, de salud y de dignidad para el trabajador”.
Indicó que la modificación debe establecer la obligación de capacitar a las y los trabajadores como eje central de la productividad; de lo contrario, “al disminuir la jornada para generar más plazas, la crisis social será más profunda”.
Para la magistrada presidenta de la Octava Sala del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, María del Rosario Jiménez Moles, es indispensable fortalecer el sistema de justicia laboral y expresó que una persona sometida a una jornada laboral excesiva tiene, según la Norma Oficial Mexicana 35, problemas a nivel mental, digestivo y del corazón, además genera problemas de estrés, produce algunas incapacidades y genera mayor costo en los sistemas de seguridad social.
Sugirió cuidar a las pequeñas y medianas empresas, vincular a las empresas de plataformas tecnológicas y generar exenciones fiscales para que las Pymes puedan salir adelante cuando son las que generan el 85% del salario a México.
“No se debe seguir con una jornada tan amplia cuando las naciones que tienen mayor productividad y capacidad hablan de 32 horas; se requiere trabajo decente”, dijo.