El país azteca llegó a 1,76 puntos en 2022, superando la trayectoria de los países asiáticos (1,62 puntos) y de EE.UU. (1,22 puntos); para el análisis se tomó en cuanta la evolución de las importaciones de manufacturas asiáticas y mexicanas frente a la producción manufacturera estadounidense.
México ha aventajado a países asiáticos de bajo costo y a Estados Unidos con la relocalización (nearshoring), tomando como punto de comparación las importaciones estadounidenses y la producción manufacturera del propio Estados Unidos, destacó un análisis de la firma de consultoría global estadounidense, Kearney.
Con una base inicial en 2013, un índice elaborado por Kearney sobre la evolución de las importaciones de manufacturas asiáticas y mexicanas frente a la producción bruta manufacturera nacional de Estados Unidos, muestra una tendencia ascendente de México hasta llegar a 1,76 puntos en 2022, superando a la trayectoria de los países asiáticos (1,62 puntos) y de Estados Unidos (1,22 puntos).
Las economías asiáticas incluidas en este estudio son China, Vietnam, Filipinas, Malasia, Indonesia, Pakistán, Sri Lanka, Taiwán, Tailandia, Bangladesh, India, Singapur, Hong Kong y Camboya. De ese modo, México ha ganado una cuota significativa frente a otros países que participan en las importaciones a Estados Unidos y también ha superado el reciente crecimiento de la producción manufacturera nacional estadounidense, incluso cuando se corrige por la inflación sin precedentes de 2021 y 2022.
Según Kearney, el espectacular crecimiento de las importaciones estadounidenses está impulsado por cuatro tipos diferentes de empresas.
Primeramente, las empresas estadounidenses que ya se abastecen en China están redoblando la apuesta.
En segundo lugar, la mayor parte de los productos fabricados en México que abastecen al mercado estadounidense proceden de empresas estadounidenses o europeas que desean aumentar su capacidad en México: el año pasado, Tupperware, Hasbro, Tesla y Mattel anunciaron planes para aumentar su producción en México.
También cada vez más se ve a empresas chinas que fabrican productos acabados en México para servir a sus clientes estadounidenses, inmunizándose contra un mayor empeoramiento de las relaciones entre Estados Unidos y China.
Por último, siguiendo su estela, proveedores chinos de segundo y tercer nivel están arribando a México para servir a fabricantes de equipo original.
Según la Secretaría de Economía de México, las últimas cifras disponibles indican que la inversión de China en México sólo ha aumentado hasta unos US$ 225 millones. Pero un rápido paseo por Tijuana, Juárez y, sobre todo, Monterrey, cuenta una historia diferente. Kearney refirió que se están construyendo más parques industriales, como el de Hofusan, cerca de Monterrey y que sigue en expansión. Añadirá otras 100 hectáreas a las cerca de 430 que se pusieron a disposición exclusiva de las empresas chinas.
También se observa un cambio en el tipo de importaciones estadounidenses procedentes de México: los equipos de transporte (automotriz) siguen a la cabeza, seguidos de los productos informáticos y electrónicos, pero otros sectores, como el de los dispositivos médicos, el farmacéutico, el aeroespacial, el de los muebles y el de los materiales de construcción, están registrando un crecimiento en sus cifras de importaciones estadounidenses.
Una encuesta levantada a directores generales de empresas por Kearney mostró un aumento de 78% en 2021 a 96% en 2022 de quienes ya se han relocalizado, decidido relocalizar o evalúan hacerlo en algunas o todas las operaciones de fabricación a Estados Unidos en los últimos tres años.