La capital peruana ascendió al puesto 167 del listado de la firma de consultoría estadounidense, debido al alza de la inflación y el tipo de cambio. Sin embargo, la capital de Perú mantiene un costo de vida relativamente bajo, en comparación a otras urbes de la región.
No es novedad que cada año diversos factores socioeconómicos aumentan los costos de vida en las ciudades más emblemáticas del mundo. Según el ranking de Costo de Vida desarrollado por la firma de consultoría estadounidense Mercer, Hong Kong encabeza una vez más la clasificación como la ciudad más cara, le sigue Singapur, que saltó seis posiciones desde el año pasado y Suiza aparece en posiciones secuenciales con las ciudades de Zúrich (3), Ginebra (4) y Basilea (5). Dentro de América Central y del Sur, San Juan se posiciona como la ubicación más cara para empleados internacionales (número 44 a nivel mundial), seguida de Buenos Aires (45) y Montevideo (54).
Evaluando el panorama regional, Lima, a pesar de la coyuntura, ha logrado mantener una posición estable enfrentando de forma sostenida la inflación de alimentos y su impacto en la economía y calidad de vida de los ciudadanos peruanos. Dentro del estudio, se menciona cómo, a diferencia de otras ciudades de la región que han experimentado importantes ascensos en el ranking, la capital peruana ha escalado cinco posiciones respecto al año anterior, lo cual se atribuye principalmente al alza inflacionaria y el tipo de cambio. Es importante destacar que los factores que brindan las posiciones para cada ciudad que figura en el ranking son medidos a partir de los precios correspondientes a la canasta de alimentos, comidas en diversos restaurantes, la vestimenta que utilizan los ciudadanos, entre otros.
Según lo mencionado anteriormente, la situación de inflación alimentaria en Perú, pone de manifiesto la necesidad de implementar políticas y estrategias efectivas para garantizar la seguridad alimentaria y proteger el poder adquisitivo de la población. Expertos económicos advierten sobre el impacto significativo que esta inflación puede tener en la economía y en la vida de los peruanos, generando un mayor costo de vida y representando un desafío adicional en medio de la crisis económica provocada por la pandemia. En este contexto, se hace hincapié en la importancia de que las autoridades y actores relevantes del sector trabajen en conjunto para encontrar soluciones sostenibles que promuevan la estabilidad económica y el bienestar de la población peruana.
Vale la pena señalar que varias de las ciudades consideradas en la región latinoamericana se clasifican significativamente más alto que el año pasado. De las 28 localidades de la región incluidas en el ranking, 23 experimentan ascensos como ejemplo de ello encontramos, a San José (63) que ha aumentado 76 posiciones, la Ciudad de México ubicada en el número 79 del ranking global, escalando 70 lugares, Santiago, también ha escalado 43 posiciones, ubicándose en el número 87 a nivel mundial.
A diferencia de estas ciudades vemos como Lima solo escaló cinco posiciones respecto al año pasado, al igual que Río de Janeiro en Brasil, siendo los servicios públicos y los alimentos en el hogar y el entretenimiento las categorías que más se elevaron. Asimismo, La Habana se ubica como la ciudad menos costosa de Latinoamérica, con una caída de 83 lugares desde el año pasado, seguido de Bogotá (214) y Managua (201).
En línea con lo comentado, se evidencia un aumento en el costo de ciertos productos desde el año pasado, a medida que las presiones inflacionarias persisten a nivel global. Al analizar una selección de diez artículos de consumo diario, se destaca que el azúcar, el aceite de cocina y la mantequilla son los que han experimentado los mayores incrementos de precio. En cambio, se observa una desaceleración en el aumento del precio de la gasolina, incluso registrándose disminuciones en algunos lugares.
Según el Global Risk Report 2023 (WEF), el mundo está regresando a enfrentar “viejos” riesgos, como la inflación, crisis de costo de vida, confrontaciones geopolíticas entre otras, siendo la crisis de costo de vida el riesgo número 1 en los próximos dos años. “En el mundo corporativo, las asignaciones internacionales continúan siendo una práctica importante. Las compañías reconocen el valor para el desarrollo de los líderes, generar una mentalidad global, así como la importancia para el desarrollo de sus negocios. En los últimos años, hemos estado experimentando, una tendencia a un enfoque más flexible, adoptando modelos de movilidad más ágiles, como asignaciones a corto plazo, planes de rotación, entre otros. Estas formas de movilidad, permiten a las empresas adaptarse a las necesidades cambiantes de los negocios y brindar mayores oportunidades de desarrollo a sus empleados” refiere Adriana Villalba, Líder de Rewards para la Región Andina y miembro del Centro de Interés de Movilidad para LAC en Mercer.