Son las principales conclusiones de las autoridades monetarias de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y República Dominicana en el marco de la 301 Reunión del Consejo Monetario Centroamericano, efectuada en San José.
Los bancos centrales de Centroamérica esperan que la inflación se mantenga dentro de las proyecciones previstas para este año, de acuerdo con una trayectoria enmarcada dentro de los rangos de tolerancia y metas de inflación, y que haya continuidad de la dinámica de crecimiento económico en la región.
Estas son las principales conclusiones que han extraido las autoridades monetarias de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y República Dominicana en el marco de la 301 Reunión del Consejo Monetario Centroamericano (CMCA), efectuada en San José.
En dicho encuentro se ha valorado el desempeño de las economías de sus respectivos países en la primera mitad del año al tiempo que conversaron sobre sus proyecciones hacia el cierre del año 2024.
Del mismo modo, expusieron sus perspectivas para 2025 tomando en consideración la evolución de la economía mundial y regional en el corto plazo.
En el contexto de sus análisis, han tomado en cuenta la evolución del crecimiento económico, la inflación, las condiciones financieras tanto internas como externas, la situación fiscal y el entorno internacional relevante, con información disponible y preliminar al segundo trimestre de 2024
Así, han apuntado que las tasas de inflación continúan desacelerándose, tanto en las economías avanzadas como en las emergentes, aunque se nota cierta resistencia para alcanzar los valores metas establecidos especialmente en el caso de los precios de alimentos y servicios.
Sin embargo, se espera que la inflación se mantenga dentro de las proyecciones previstas para este año, de acuerdo con una trayectoria enmarcada dentro de los rangos de tolerancia y metas de inflación.
Pese a esto, han destacado como riesgos a los pronósticos de inflación potenciales perturbaciones externas tales como una escalada de los conflictos en Medio Oriente y Europa del Este que induciría a nuevas presiones al alza en los precios de los bienes primarios, especialmente petróleo, y los fenómenos climáticos que pudieran afectar los precios de los alimentos.
CRECIMIENTO ECONÓMICO
Por otro lado, los bancos centrales han apuntado a un escenario de continuidad de la dinámica de crecimiento económico en la región, influenciada por una combinación de factores que incluye el aumento del crédito al sector privado (empresas y hogares), la mayor inversión pública en algunos países y la recuperación moderada de flujos externos procedentes de inversión directa, remesas y turismo, y en menor medida, de las exportaciones.
De acuerdo con la última información disponible, el crecimiento económico de la región alcanzó 6,4% en abril de 2024.
En ese sentido, la actividad económica en Costa Rica y Honduras presentó una expansión interanual cercana al 9%, mientras que El Salvador registró una tasa de -0,6%, Guatemala de 3,81%, Nicaragua de 9,2% y la República Dominicana de 4,26%.
Hacia adelante y en consonancia con la evolución de la actividad económica global, los bancos centrales proyectan un desempeño regional positivo, con un crecimiento esperado cercano al 4% y presiones inflacionarias moderadas para lo que resta del año.
"De este modo, las autoridades monetarias, fieles a su compromiso con la sociedad, estarán atentas a actuar con las medidas de política monetaria y financiera apropiadas, cuando fuera necesario en el orden de mitigar los efectos de perturbaciones externas que puedan desviar la trayectoria prevista para el desempeño de la producción y los precios", han sostenido las entidades al cierre del encuentro.