Después de un segundo trimestre desalentador, este viernes se supo que la segunda economía más grande del mundo perdió impulso aún más en julio: los precios de las viviendas nuevas cayeron al ritmo más rápido en nueve años, la producción industrial se desaceleró, el crecimiento de las exportaciones y la inversión se redujo y el desempleo aumentó.
Otra ronda de malas cifras económicas chinas está aumentando la presión sobre Beijing para que afloje aún más el grifo fiscal e incluso reparta vales de compra (vouchers) para que el crecimiento, apalancado por el consumo interno, vuelva a la meta de este año de aproximadamente el 5%.
Después de un segundo trimestre desalentador, este viernes se supo que la segunda economía más grande del mundo perdió impulso aún más en julio: los precios de las viviendas nuevas cayeron al ritmo más rápido en nueve años, la producción industrial se desaceleró, el crecimiento de las exportaciones y la inversión se redujo y el desempleo aumentó.
Otros datos superaron las previsiones, pero no por razones positivas: el aumento de la inflación se atribuyó al mal tiempo en lugar de a una mayor demanda interna, un salto en las importaciones reflejó compras anticipadas de chips antes de las restricciones tecnológicas estadounidenses esperadas, y un repunte en las ventas minoristas se vio favorecido por comparaciones bajas en 2023.
Mientras todo eso ocurre, Pan Gongsheng, gobernador y jefe del Partido del Banco Popular de China (BPCh), en una entrevista exclusiva con la agencia estatal de noticias Xinhua, salió a calmar las aguas, enfatizando que el país "actuará con mayor rapidez para mejorar su sistema de banco central y promoverá el desarrollo financiero de alta calidad".
Así, "China se concentrará en mejorar el marco regulador de pilar doble de política monetaria y de política macroprudencial para mantener la estabilidad tanto del valor de la moneda como del sistema financiero nacional", dijo Pan.
Para lograr lo anterior, "China se apartará gradualmente de un enfoque en los objetivos cuantitativos, pondrá mayor énfasis en el uso de instrumentos basados en precios, como las tasas de interés, y enriquecerá su conjunto de herramientas de política monetaria", indicó el funcionario estatal.
Se harán esfuerzos para impulsar la comunicación de políticas, fortalecer la transparencia de las políticas, mejorar el mecanismo de prevención y desactivación de riesgos sistémicos, reforzar el mercado financiero y su infraestructura, así como construir un sistema financiero abierto con estándares más elevados, señaló.
ACTIVIDAD ECONÓMICA DÉBIL
Lo concreto es que la actividad económica en China se mantuvo más que moderada en julio, mostrando una debilidad continua, particularmente en segmentos con uso intensivo de metales como la infraestructura y la propiedad.
No obstante, los mercados de metales industriales reaccionaron con ganancias, como si las cosas solo pudieran mejorar en China, observa preocupado el banco suizo.
"Dudamos de esto, sobre todo porque el gobierno no muestra señales de implementar medidas de estímulo de base amplia. El mineral de hierro sigue siendo nuestro metal menos preferido, aunque los precios pueden estar maduros para un repunte a corto plazo después de la reciente caída", indica Carsten Menke, Head Next Generation Research, Julius Baer en un análisis difundido esta mañana.
Si bien el crecimiento de las ventas minoristas repuntó desde los niveles muy bajos de junio, el crecimiento de la producción industrial y la inversión en activos fijos se moderó más de lo esperado.
"La desaceleración del sector inmobiliario sigue siendo un gran obstáculo y las perspectivas económicas inciertas afectan al consumo y la inversión. Vemos mayores riesgos a la baja para nuestra previsión de crecimiento del 4,7 % para 2024", complementa Sophie Altermatt, Economista de Julius Baer.
Si bien la desaceleración de la producción industrial estuvo en línea con las expectativas tras las lecturas más débiles del PMI manufacturero y la desaceleración de las exportaciones, el crecimiento de la inversión en activos fijos fue significativamente más débil. Una aceleración en la disminución de la inversión inmobiliaria, así como la desaceleración de la inversión manufacturera y en infraestructura, contribuyeron a la desaceleración más pronunciada de lo esperado.
En cambio, el crecimiento de las ventas minoristas se recuperó del ritmo muy bajo de junio, impulsado por los bienes de consumo, mientras que el consumo de servicios de restauración se desaceleró.
La actividad en el sector de la vivienda se mantuvo débil y en profunda contracción, con una mayor caída de la inversión y las ventas de viviendas nuevas, mientras que la caída de las viviendas iniciadas y terminadas se desaceleró a partir de una base baja. Los precios de las viviendas nuevas y existentes siguieron cayendo, aunque el ritmo mensual de caída fue algo más lento que en junio. La desaceleración en curso en el sector inmobiliario sigue siendo un obstáculo importante para la economía china.
"En general, el último lote de datos económicos confirma que la economía china no está fuera de peligro, y la incertidumbre sobre las perspectivas económicas pesa sobre el consumo y la inversión. Como el impulso económico sigue siendo moderado y persisten las presiones deflacionarias, vemos mayores riesgos a la baja para nuestra previsión de crecimiento del 4,7 % para 2024", enfatiza Altermatt.
¿QUE PASARÁ CON LOS METALES?
En general el problema es que China muestra una debilidad continua, particularmente en segmentos con uso intensivo de metales como la infraestructura y la propiedad.
"El crecimiento de la inversión en infraestructura se desaceleró hasta detenerse en julio, lo que respalda nuestra evaluación de que China se abstiene de medidas de estímulo de base amplia, sino que opta por medidas específicas", reafirma .
Sin embargo, los metales industriales reaccionaron con ganancias el miércoles, como si los operadores pensaran que las cosas solo podrían mejorar en China.
Los precios del aluminio, el cobre y el mineral de hierro que se negocian en Shanghái subieron un 1,3%, un 2,4% y un 4% durante el día, y solo los precios del acero para la construcción cotizaron a la baja. El contrato más negociado ahora ha bajado casi un 20% desde mediados de mayo, lo que indica un excedente de acero para la construcción en China en medio de la debilidad del mercado inmobiliario.
Como resultado, los márgenes de los productores de acero se han visto presionados, lo que los impulsó a reducir la producción en aproximadamente un 9% en julio en comparación con el año anterior.
Sin embargo, las exportaciones de acero chino se mantienen en niveles elevados, ya que los mercados internacionales están sirviendo como una salida importante en medio de la debilidad de la demanda interna.
El descenso de los precios del acero en China también ha ejercido presión sobre el mineral de hierro, que cayó por debajo de los US$ 100 por tonelada en los mercados internacionales a principios de esta semana.
Existe un efecto multiplicador del acero al mineral de hierro, ya que para producir una tonelada del primero se necesitan aproximadamente 1,6 toneladas del segundo, dependiendo del grado del mineral.
"Entonces, ¿las cosas sólo pueden mejorar en China? Lo dudamos. Si bien los niveles de actividad son realmente muy bajos, en particular en el mercado inmobiliario, el gobierno no parece mostrar ninguna intención de contrarrestar esto con medidas de estímulo masivas" añade Menke.
Y es que todas las medidas que se han tomado hasta ahora han sido muy específicas o simplemente demasiado pequeñas para marcar una gran diferencia en los mercados de metales industriales. Con esto en mente, y considerando también que hay suficientes suministros a nivel mundial, el mineral de hierro sigue siendo el metal menos preferido por este analista.
"Reiteramos nuestra visión cautelosa, reconociendo también que después de la reciente caída, los precios pueden estar maduros para un repunte a corto plazo. Sin embargo, tal repunte no debe confundirse con el comienzo de una recuperación más duradera", enfatiza el director de investigación de próxima generación de Julius Baer.
INTERVENCIÓN DEL GOBIERNO
"El desempeño económico actual sigue estando por debajo del objetivo, lo que requiere una intervención política inmediata y significativa", dijo Carlos Casanova, economista senior de Asia en UBP. Esto podría requerir que el gobierno amplíe el déficit presupuestario al 4% del producto interno bruto (PIB) desde el 3% planeado, dijo citado por Reuters.
Hay hasta quienes apuestas por que Beijing podría decidir en octubre adelantar parte de la cuota de emisión de bonos del próximo año, si el crecimiento no muestra signos de tocar fondo este verano.
Todo para lograr el 5% de crecimiento deseado.
China tomó medidas similares en octubre pasado, cuando aumentó el déficit al 3,8% del PIB desde el 3,0% y por separado concentró por adelantado parte de las cuotas de deuda del gobierno local de 2024 para invertir en prevención de inundaciones y otras infraestructuras.
Ahí podría estar el meollo del problema chino, ya que el gasto en infraestructura está generando rendimientos decrecientes después de décadas de inversión en puentes, carreteras y ferrocarriles.
Mientras tanto, el motor de crecimiento preferido de China, que es la manufactura avanzada, está avivando las tensiones comerciales y las preocupaciones por el exceso de capacidad industrial y la deflación en las fábricas.
"La economía china, dado su tamaño, no puede funcionar solo con la manufactura y las exportaciones", escribieron los analistas de Société Générale en una nota sobre los últimos datos chinos. "Para alcanzar el objetivo de crecimiento del 5% -si ese sigue siendo el objetivo- los responsables políticos deben intensificar el apoyo a la demanda interna", finalizaron.