Ante el menoscabo de las capacidades materiales que ha sufrido el equipo negociador del gobierno, la revisión del acuerdo de México con sus socios de América del Norte en 2026 relegará los trabajos en otros pactos que no pudieron cerrarse este sexenio.
México dará prioridad a la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sobre otros acuerdos comerciales a negociar, destacó Rafael Nava, coordinador de obstáculos técnicos al comercio del Cuarto de Junto, un brazo negociador del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
La administración saliente del presidente Andrés Manuel López Obrador heredará una serie de negociaciones inconclusas o por iniciar de acuerdos comerciales bilaterales de México con Corea del Sur, Ecuador, Brasil, Argentina y Reino Unido.
También dejará pendiente el cierre de las negociaciones correspondientes a la adhesión de Canadá, Nueva Zelanda y Australia a la llamada Alianza del Pacífico, de la que también forman parte Chile, Perú y Colombia.
"La revisión del T-MEC va a requerir recursos, por el número de negociadores expertos en cada uno de los capítulos, y están muy cortos de recursos en la Secretaría de Economía; entonces, no hay muchos elementos para abrir dos o tres frentes al mismo tiempo”, comentó Nava.
Ya Katherine Tai, representante comercial de la Casa Blanca; Raquel Buenrostro, secretaria de Economía de México, y Mary Ng, ministra de Comercio Internacional, Promoción de Exportaciones, Pequeñas Empresas y Desarrollo Económico de Canadá, tuvieron una primera conversación en la que tocaron aspectos preliminares sobre la revisión del T-MEC el pasado 22 de mayo en Phoenix, Arizona.
Pero hay poco por avanzar en la sustancia durante los próximos meses si se considera que la nueva administración presidencial de México iniciará su periodo de gobierno el próximo 1 de octubre, mientras que el periodo de gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, termina el 20 de enero de 2025.
Nava dijo que México pondrá a la revisión del T-MEC en el centro de su interés, por la simple razón de que alrededor de 82% de sus exportaciones de productos se dirige a Estados Unidos y Canadá.
Desde su comienzo, el gobierno de López Obrador redujo sustancialmente el equipo negociador de la Secretaría de Economía, argumentando una política de austeridad presupuestal y calificando a ciertos funcionarios en mandos medios y altos de tener un perfil “neoliberal”.
Prácticamente todos esos funcionarios negociaron el nuevo tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en la pasada administración y forman ahora parte del personal de varias empresas de consultoría.
El gobierno de López Obrador se caracterizó por enfocarse en no afectar la integración de México con Estados Unidos, primero con el entonces presidente Donald Trump y después con Biden.
A la pregunta de si tiene buena relación con López Obrador, Biden replicó en abril pasado: “Me parece una persona directa. Nunca me ha tomado el pelo. Sabe lo que quiere. Cumple su palabra. Eso es todo lo que puedo pedir”.
Sin capacidad ni disposición
Pero el actual gobierno de México no tuvo el interés, la capacidad o la disposición de sus contrapartes para poner en vigor alguno de los acuerdos comerciales que están en la mesa de negociaciones, afectado en gran medida por la pandemia de Covid-19 y también por sus propias prioridades.
“La mejor política exterior es la interior”, dijo López Obrador en forma reiterada desde que era candidato presidencial.
De entrada, no promovió públicamente con fuerza la firma de la modernización del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México (TLCUEM), que sigue pendiente para su posterior ratificación.
Tampoco se han registrado avances en las negociaciones para ampliar los acuerdos de complementación económica con Brasil y Argentina, quienes tienen nuevos presidentes (Luiz Inácio Lula da Silva desde el 1 de enero de 2023 y Javier Milei desde el 10 de diciembre de 2023).
Públicamente, el gobierno mexicano anunció el 2 de marzo de 2021 el inicio de las negociaciones del ingreso de Corea del Sur a la Alianza del Pacífico para la primera mitad de 2022, y el comienzo de negociaciones de un “TLC bilateral”.
Sin embargo, México puso luego una pausa, que a la fecha se mantiene, en las negociaciones del TLC con Corea del Sur, a fin de diseñar los objetivos que quiere alcanzar y luego de las inquietudes manifestadas por empresarios de diversos sectores.