Un nuevo acuerdo con el FMI es un requisito clave para que el gobierno argentino levante los controles de capital, regrese a los mercados internacionales y vuelva a encarrilar una economía en recesión.
El presidente de Argentina, Javier Milei, ha asegurado que "con toda seguridad" llegará a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a finales de año, en lo que supone el primer indicio de un nuevo calendario de negociaciones.
El mandatario ha hecho esta afirmación a preguntas de Bloomberg a la salida de su encuentro bilateral con el presidente francés Emmanuel Macron en París, donde ambos líderes asistirán a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de 2024.
El comentario también se produjo después de que el ministro de Economía, Luis Caputo, mantuviera el jueves una "reunión constructiva" con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
Un nuevo acuerdo con el FMI es un requisito clave para que el gobierno de Milei levante los controles de capital, regrese a los mercados internacionales y vuelva a encarrilar una economía en recesión.
Milei espera sustituir el actual programa de US$ 44.000 millones del FMI --el mayor del prestamista de Washington-- por un nuevo programa que podría incluir más dinero no sólo para pagar al FMI, sino para levantar los controles de capital.
Los estrictos controles en Argentina hacen casi imposible que empresas o particulares muevan dólares fuera del país y desalientan la inversión en medio de una recesión cada vez más profunda.
Aunque el Fondo ha expresado su confianza en la trayectoria económica de Argentina, lleva mucho tiempo insistiendo en un tipo de cambio más flexible.
En la actualidad, el tipo de cambio oficial está muy por detrás de la inflación mensual debido a los controles de divisas del gobierno, lo que lleva a los economistas a afirmar que el peso se ha sobrevalorado.
Para combatir la creciente diferencia entre el tipo oficial y el paralelo, las autoridades argentinas han empezado a intervenir en los mercados de divisas, otra práctica que el Fondo no suele ver con buenos ojos.