El nuevo presidente de Ecuador nominó este 23 de noviembre a Juan Carlos Vega Malo como ministro de Economía de su Gobierno.
Con una liquidez mínima y con pocas opciones de obtener ingresos adicionales extraordinarios que compensen la falta de recursos, a corto y mediano plazo, reciben el nuevo presidente ecuatoriano Daniel Noboa y el recién nombrado ministro de Economía, Juan Carlos Vega Malo, las cuentas fiscales del país.
La reducida caja fiscal que este 17 de noviembre registró apenas US$ 179,7 millones, una caída consecutiva de la recaudación tributaria y de los ingresos petroleros hacen temer que a final del mes el fisco no tendrá suficiente dinero para pagar sueldos o cumplir con otras obligaciones.
De acuerdo con Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal, la dinámica de esa caja fiscal consiste en recibir semana tras semana recursos del petróleo e impuestos. Pero estos también van bajando conforme una prelación de gastos.
La prioridad es la deuda, luego vienen bonos de desarrollo humano, seguridad social de la Policía (Isspol) y Fuerzas Armadas (Issfa), para que estén tranquilos, dice. No así, al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) con el cual sí se mantienen atrasos. Los salarios se pagan a fin de mes con lo que sobra.
Explica que en el mes de octubre no hubo plata para ese pago y se le obligó al Seguro Social a comprar US$ 500 millones. La operación se registró el 1 de noviembre pasado. En este sentido, Carrera indica que al momento no habría suficiente liquidez para sueldos, a menos que se optara por una preventa petrolera o algún otro tipo de ingreso extraordinario.
Solo el gasto mensual de sueldos bordea los US$ 800 millones, mientras que en diciembre la cifra sube a US$ 1.300 millones por el sueldo adicional de diciembre (el decimotercero del sector público).
¿Pero cuáles son las opciones que se ven a cortísimo plazo para salir del actual bache fiscal?
Al momento no se avizora una salida rápida. El presidente Daniel Noboa ha anunciado una reforma tributaria que supuestamente bajaría la recaudación. Pero de acuerdo con analistas, esto más bien generaría efectos contrarios a este momento de baja liquidez.
También había hablado en campaña de tomar recursos de la Reserva Internacional, una práctica que ya causó efectos negativos a la economía dolarizada y requiere de una reforma legal. Podría echar manos de los subsidios de combustibles, pero esto no sería bien recibido por la población.
De acuerdo con Cordes, es importante que el presidente Daniel Noboa y el nuevo ministro de Economía busquen corregir la situación fiscal y no tomen medidas para agravarla.
“Es importante dejar de lado medidas que impliquen una nueva caída en los ingresos tributarios y cuyos supuestos beneficios para la actividad económica son inciertos (reducir IVA a materiales de construcción o el impuesto a la renta de empresas)”, indica en su análisis Cordes.
También aconseja al mandatario evitar medidas parche como buscar financiamiento en el sistema financiero privado o en el Banco Central, que no solucionan los problemas de fondo y pueden traer efectos negativos en el corto plazo.
La corrección estructural, de acuerdo con Cordes, pasaría por el lado de los gastos y en este sentido considera importante volver a discutir el tema de la focalización de los subsidios a combustibles que han demostrado ser regresivos e ineficientes. Esto debe venir con la correspondiente compensación de los hogares más vulnerables.
Adicionalmente, no hay probabilidades de acceder a recursos del exterior de mercados financieros con un riesgo país de 1.925 puntos. Este indicador que mide el riesgo de que un país no cumpla con sus obligaciones de deuda ha ido subiendo por la compleja situación fiscal del país y atado a los vaivenes políticos.
Las declaraciones del presidente Noboa en Estados Unidos (días antes de su posesión) sobre las necesidades de financiamiento y una suerte de condicionamiento a los organismos multilaterales de darle un crédito puente para evitar un default en 2026 y 2027 dispararon aún más el riesgo país, por encima de los 2.000 puntos.
Sin embargo, el indicador bajó cuando se conoció que el presidente desistió de colocar en la cartera de Economía a Sariha Moya, quien tenía una amplia preparación académica, pero escasa experiencia en este tipo de cargos.
En cuanto a los recursos petroleros, Miguel Robalino, analista energético, explica que estos están directamente relacionados con la producción y a cómo van a fijar el precio del barril en la proforma 2024. Sin embargo, asegura que para 2024 la producción va a caer. Esto, porque no hay programas de perforación ni de reacondicionamientos de pozos, nada que esté planificado para sostener la producción y a esto se suman los efectos del cierre del bloque ITT tras la consulta popular realizada en agosto pasado.
También considera que es un problema que en esa cartera de Energía y Minas no se coloque a alguien con experiencia en el tema hidrocarburífero.
Robalino también habla de una posible preventa petrolera, que se pudiera hacer a futuro. Sin embargo, al momento ya se concretó una venta de crudo de pago posterior en el que se comprometieron US$ 11,2 millones de barriles hasta marzo de 2024.
En todo caso, este analista considera que la ventaja que existe es que el precio se mantendrá alto por efectos de la guerra de Ucrania y los conflictos en Israel que hacen temer escasez.