Aunque marcó un nivel récord de más de US$ 36.000 millones, la participación de los flujos foráneos en la formación bruta de capital fijo del país cayó a 8,2%, su menor nivel desde 2012.
En 2023 la Inversión Extranjera Directa (IED) captada por México marcó récord, sin embargo, su contribución en el total de la inversión fija que se hace en el país bajó a 8,2% desde el aporte de 11,1% que tuvo en 2022, con lo que también registró su menor participación desde el 7,3% de 2012, muestran las cifras de la Secretaría de Economía.
En montos absolutos, la IED de 2023 ascendió a un máximo histórico de US$ 36.058 millones, mientras que en el país la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) —que es como se identifica en las cuentas nacionales a la inversión fija— se situó en US$ 438.140 millones corrientes.
Ayer martes la Secretaría de Economía reportó que la IED preliminar captada por México de enero a marzo sumó US$ 20.313 millones, cifra que también marcó un récord para un primer trimestre.
Desde 2022, pero de forma más marcada en 2023, actores del sector privado y el propio gobierno han expresado que el fenómeno de la relocalización de inversiones (nearshoring) tiene el potencial de elevar la IED.
Apenas el 6 de mayo pasado, de visita en México Carlos Torres Vila, presidente de BBVA a nivel global, afirmó en la Reunión Nacional de Consejeros Regionales del banco afirmó que el nearshoring puede duplicar la IED en los próximos años.
“El nearshoring está demostrando ya sus primeros resultados con más exportaciones y está trayendo importantes inversiones”, dijo.
En enero, la Cámara Internacional de Comercio (ICC) pronosticó, por su parte, que la captación del IED de México podría elevarse a US$ 40.000 millones este año gracias a la relocalización de inversiones.
No obstante, la menor participación de la IED en la inversión que se realiza en el país se suma a otro hecho que ha suscitado dudas respecto del impacto que realmente está teniendo el fenómeno.
El año pasado, el componente de nuevas inversiones del flujo total de IED a México cayó a 13% del total, su nivel mínimo en más de una década.
Esa proporción fue incluso menor durante el primer trimestre de este 2024, quedando en 3%, de modo que 97% de la IED se originó en la reinversión de utilidades, que se refieren a los beneficios de las empresas extranjeras que permanecen en México y no se envían al exterior.
“Ante la narrativa del nearshoring, los recientes datos siguen dificultando la argumentación de que nuevas empresas estén llegando a México y son más bien las empresas ya establecidas en el país quienes están explicando las cifras de IED”, dijo Citibanamex en un breve reporte este miércoles.
Menor peso en el PIB
El correlato de una menor participación de la IED en el gasto de inversión de la economía mexicana es también un menor porcentaje respecto del Producto Interno Bruto (PIB).
De modo que en 2023 el flujo de inversiones productivas foráneas fue equivalente a 2% del PIB, cifra que también es la menor desde el 1,7% de 2012 y está lejos del pico de 3,8% de 2001 o del 3,6% de 2013.
Los récords de México en captación de IED son destacables en medio de la incertidumbre que sembró la pandemia de Covid-19 y que frenaron los flujos de capital hacia otras naciones, sin embargo, nuestro país todavía sigue lejos de los registros de flujos de capital recibidos por países con un nivel similar de desarrollo, como Brasil.
De acuerdo con datos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), en 2022, México captó 2,7% de la IED global, mientras que Brasil recibió el 6,6% y China el 14,6%.
En la última década, la participación de México se ha mantenido estable, logrando su mejor registro en 2013, con una cuota de 3,3% de la IED que se realizó en el mundo.