El hombre de la Frucola, apodado así en redes sociales por la gaseosa que tenía en su mano cuando fue retratado, estaba en una pausa en la jornada de protesta del 4 de diciembre cuando un piquete de la policía antimotines salió desde un microbús para perseguir a los manifestantes que había a su alrededor.
Santiago.- Gino Rojas se viste de traje y corbata para protestar en las calles del centro de Santiago desde hace 50 días, pero su apariencia templada de actor de cine antiguo había pasado desapercibida entre encapuchados y gases lacrimógenos hasta que un fotógrafo de Reuters lo capturó con su cámara.
El hombre de la Frucola, apodado así en redes sociales por la gaseosa que tenía en su mano cuando fue retratado, estaba en una pausa en la jornada de protesta del 4 de diciembre cuando un piquete de la policía antimotines salió desde un microbús para perseguir a los manifestantes que había a su alrededor.
"En cada movilización viene tu momento de 'relax'. Obviamente, en una revolución en curso, en un movimiento social donde todos están gritando (...) te da calor, de terno (traje) y corbata da calor. De repente te dan ganas de mojarte los labios con alguna agüita", relata Rojas, un jubilado de 68 años, en su departamento en la comuna de San Miguel.
"Cuando paro, veo la sorpresa de sentir que raudamente vienen por las dos pistas de (la avenida) Alameda. Llegaron en buses y pararon como a 10 metros míos. En ese contexto es que yo me quedo parado observando la acción de los 'pacos' (policías). De esos es el paco que pasa detrás de mí", añade en una entrevista con Reuters.
Rojas fue captado por el lente de Goran Tomasevic, un fotógrafo de Reuters con amplia experiencia en conflictos internacionales que se encontraba en Chile para cubrir el estallido social iniciado el 18 de octubre y que hasta ahora ha dejado al menos 26 muertos, 3.440 heridos y 352 personas con traumas oculares.
El hombre tiene una gaseosa cola en su mano y mira al horizonte con gafas oscuras estilo aviador, con una apariencia inmutable mientras manifestantes arrojan piedras contra un policía antimotines que pasa corriendo justo a su espalda.
"Estaba disparando continuamente (con la cámara), había mucho gas, mucho sudor y no podía realmente mirar en la pantalla si todo estaba enfocado o no", dice Tomasevic sobre las fotos que captó ese día en el sector de Plaza Italia, epicentro de las protestas en contra del Gobierno de derecha de Sebastián Piñera.
"Seguí en la protesta hasta que oscureció, luego fui al hotel y miré las fotos. Me fijé inmediatamente en esta. Estaba muy emocionado cuando la vi. Estaba realmente feliz", relata.
La expresión imperturbable de Rojas en la foto causó revuelo en redes sociales, donde además se especuló ampliamente sobre la razón de su vestuario en un día cálido de la primavera austral, en medio de manifestantes con sus caras cubiertas.
"Terno y corbata es mi habitual. Yo visto así. Para mí es más fácil ponerme un terno y una corbata que ponerme sport", explica, aclarando que ha sido empapado por los carros lanzaaguas y gaseado durante las protestas y que no tiene mucha agilidad para correr. Nunca, sin embargo, subiría los brazos en señal de rendición, aclara.
Día tras día vuelve en metro hasta su hogar, en donde revisa las imágenes que capta con su celular para registrar el actuar de la policía en las protestas, que ha sido duramente criticado por organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch. [nL1N2860PQ] [nL1N284022]
Dice que decidió concentrar su protesta en Plaza Italia, apodada tras el estallido como Plaza de la Dignidad, porque sintió que el movimiento -que busca mejoras en salud, educación y pensiones, entre otros aspectos- estaba decayendo. Se denomina un revolucionario solitario y recibe una pensión mensual de 113.000 pesos, unos 152 dólares por mes.
Tomasevic dice que le llamó la atención el atuendo de Rojas mientras seguía con un teleobjetivo al policía antimotines que aparece en la fotografía.
"Días antes yo había visto venir a las protestas a personas en traje y bien vestidas, lo cual es inusual comparado con otros países. Me di cuenta de este hombre mientras seguía al policía", cuenta.
"Cuando estás corriendo y sudando con una máscara antigás por un largo rato, la visibilidad es mala y todos tus sentidos están alertas", añade. "No te detienes a hablar con alguien incluso con una foto como esta, porque no sabes qué va a pasar después".