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Gerente general de IBM en América Latina: "Con la inclusión de diferentes historias, desafíos y perspectivas conseguiremos impulsar la innovación"
Lunes, Julio 8, 2019 - 16:00

Ana Paula Assis analiza, a continuación, cómo las mujeres de todas las edades deberían abrirse paso a nivel educacional y profesional para lograr el éxito en temas STEM, donde todavía existe una importante brecha de género.

Ana Paula Assis, gerente general de IBM para América Latina, llegó a Chile para firmar un acuerdo con el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género que ofrecerá una serie cursos de tecnología y conocimiento de la industria a través de las metodologías de trabajo Design Thinking y Agile, para que más de 1.000 mujeres emprendedoras potencien sus habilidades y desarrollen nuevos modelos de negocio.

Esta inciativa va de la mano de la urgente necesidad por capacitar a mujeres de todas las edades en temas STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics). De acuerdo con Assis, "las oportunidades de carrera en TI nunca han sido tan grandes, sin embargo, las mujeres siguen siendo minoría en términos de desarrollo en los campos de la ciencia y la tecnología".

Un estudio del Center for Talent Innovation indica que el 27% de las mujeres en tecnología sienten que no están evolucionando en sus carreras y el 32% desisten de estas en un año. Se trata, agrega Assis, del resultado de la baja representatividad en el área técnica, y no una cuestión de inferioridad de habilidades o capacidades.

Para conocer más a fondo su visión sobre este asunto, conversamos con ella. 

-¿Qué barreras necesitamos derribar como mujeres para empoderarnos en temas STEM?

Para seguir avanzando como compañías y como sociedad necesitamos combatir el sesgo cognitivo inconsciente desde la primera infancia; es decir, la noción de que ciertas profesiones no son femeninas debe corregirse. Hoy en día, hay bajo pipeline en las carreras de STEM, así que tenemos que buscar talentos de diversos backgrounds, lo que puede significar recapacitar a mujeres que hoy no están en carreras técnicas. Además, de crear un entorno verdaderamente inclusivo, sin tolerancia al prejuicio, independiente del género, la orientación sexual, la raza, la religión, etc., reconociendo el valor único y las habilidades de cada persona en el ambiente de trabajo.

En IBM tenemos un programa llamado P-TECH que ya está en marcha en Colombia y Brasil, fomentando el desarrollo de competencias profesionales ligadas a la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, y prepara a los estudiantes para la economía digital, combinando el contenido teórico de la formación profesional con experiencias prácticas.

-¿Cuál es su diagnóstico de lo que ocurre en las empresas latinoamericanas? ¿Qué se debe mejorar y por dónde empezar?  

El gran desafío que veo hoy es la prioridad. Un estudio reciente de IBM muestra que el 79% de las empresas en todo el mundo aún no han priorizado el equilibrio entre los géneros en cargos de liderazgo, y pocas organizaciones muestran un sentido de urgencia sobre este tema, a pesar de innumerables datos que demuestren que una organización diversa obtiene mejores resultados.

Creo que para fomentar la inclusión de las mujeres en tecnología debemos trabajar en tres ámbitos: en el empresarial, promoviendo una mejor inclusión; en el educativo, empoderando a las nuevas generaciones para que desarrollen las capacidades del futuro; y en el ámbito de los gobiernos, en la creación de políticas de fomento a la equidad.

En el caso de la educación, iniciativas como, por ejemplo, el 100K Challenge del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para promover la innovación y capacitar a las mujeres emprendedoras en América Latina y el Caribe.

-¿Cómo se puede incentivar en las empresas a que se continúe capacitando a mujeres en estos temas?

Creo que es importante continuar incentivando el debate y la promoción de iniciativas que aceleren este cambio cultural, para que la diversidad sea realmente una prioridad de negocio con un plan de iniciativas constantes, con métricas de negocio, y no algo delegado solamente a un área de diversidad o recursos humanos, para así conseguir que las empresas se adapten a las realidades de las mujeres, y no al contrario, como era en el pasado.

-¿De qué manera las áreas de tecnología se pueden beneficiar del talento femenino?

La transformación digital es una realidad y está cambiando la manera de hacer negocios. Para apalancar todo su potencial en pro de las personas y el progreso, es necesario un compromiso total, de todo el ecosistema, con la diversidad y la inclusión –este enfoque es el motor para generar innovación. 

Cuando miramos la aplicación de tecnologías disruptivas como, por ejemplo, inteligencia artificial (IA), en la que hay que tener el compromiso con el uso responsable de los datos y de la aplicación de las tecnologías con confianza y transparencia, la diversidad es crucial para evitar sesgos inadecuados (y hasta inconscientes). Otro punto importante es que la falta de integración femenina en los pools de talento de IA representa una pérdida de oportunidades en un campo profesional que, por sí mismo, ya no tiene suficiente oferta de mano de obra calificada.

No hay duda de que, para ser exitosos, necesitamos diversidad e inclusión. De hecho, el 12% de las empresas que han definido el avance de las mujeres como una prioridad comercial formal informan que están superando a la competencia en rentabilidad, innovación y satisfacción de los empleados.

- Para la disminución de la brecha de género, ¿qué papel juegan los líderes al interior de las organizaciones?

Como líderes, tenemos la oportunidad única –y el deber– de influenciar en la construcción de una sociedad y un mundo mejores. No tener a las mujeres como recursos críticos en la gestión de talento trae el riesgo de quedarse atrás de sus competidores en relación con la atracción, el desarrollo y la retención de los mejores candidatos para ser la próxima generación de líderes. Y por eso, la equidad de género debe ser una prioridad del negocio.

Ser una prioridad implica invertir en programas y políticas que apoyen a las mujeres en sus diferentes momentos de la vida, cultivando un pipeline de talento futuro; creando una cultura de inclusión de todos, reconociendo el valor único y las habilidades de cada persona en el entorno laboral. Y son los líderes quienes pueden liderar las políticas, asignar los recursos financieros para que se cumpla y quienes deben ser responsables de los resultados.

Todas estas iniciativas deben empezar de manera interna en las compañías, pero también tenemos que apoyar iniciativas gubernamentales y de otras organizaciones para fomentar la inclusión. 

-En esta búsqueda de equidad, ¿cuál es el rol de los pares hombres y mujeres?

Estamos viviendo en un mundo cada vez más colaborativo y cocreativo, y será solamente con la inclusión de diferentes historias, desafíos y perspectivas que conseguiremos impulsar la innovación y llegar al éxito. La inclusión consiste en hacer que los caminos y las miradas de muchos trabajen por un objetivo común. Es por eso que la inclusión debe ser un trabajo continuo y conjunto, de hombres y mujeres de todos los segmentos, para tener la igualdad y el reconocimiento que merecen y para que podamos acelerar y escalar esos esfuerzos.

-¿Cómo contribuye en esta tarea el poder de red al interior de las empresas? Si los líderes no apoyan o no trabajan en favor de esto, ¿qué hacer y en quién apoyarse?

Es fundamental tener una red de apoyo y desarrollo. Además de las comunidades formales, como mujeres, mi consejo es que sean proactivas, que creen un networking de personas que les apoyen en sus carreras e inviertan en autoconocimiento, tengan claridad sobre lo que quieren posicionar. Buscando la mejor versión de sí mismas y evolucionando cada día, es como conseguimos agregar más valor y posicionarnos en el ámbito profesional.

-En cuanto a gestión de carrera, ¿qué temas tecnológicos por estos días deben ser prioridad para las mujeres que buscan capacitarse?

Estamos en un período de transformación en materia de innovación. Tecnologías disruptivas como IA, la computación en nube y blockchain continuarán cambiando la forma en que vivimos y trabajamos. Creo que capacitarse en estas tecnologías y entender cómo se aplican a los negocios y la vida, en general, será un diferencial para el futuro.

El impacto de la tecnología y la relevancia de las mujeres en su desarrollo es uno de los motivos por el cual este mes anunciamos la lista "Women Leaders in AI". Queríamos contar la historia de mujeres que son pioneras en el uso de la IA en empresas de diversos países, siendo tres de la lista de empresas de América Latina. Las mujeres son referencia en el uso de la IA para generar innovación, crecimiento y transformación en sus negocios, y esperamos que esta iniciativa anime a más mujeres a involucrarse con la innovación y las nuevas tecnologías.

-A nivel escolar, según la revista Science, desde los seis años las niñas se sienten menos talentosas en temas de matemáticas y ciencias. ¿De qué manera se puede trabajar esto? ¿Cómo profesores, padres y tutores pueden ayudar en cambiar este pensamiento? 

Uno de los principales puntos es cambiar el mindset de que existen carreras específicas para hombres y específicas para mujeres –eso es algo perjudicial y aún deja a muchas mujeres inseguras a la hora de elegir la carrera que desean seguir. Por ejemplo, hacemos un trabajo voluntario en escuelas en Brasil donde, con talleres de Design Thinking, abordamos el tema de sesgo involucrando profesores, padres y alumnos. En mi historia personal, mis padres tuvieron un papel muy relevante, pues al observar mi interés por matemática y tecnología me incentivaron a perseguir estos temas.

Además, mostrar ejemplos de mujeres en roles de liderazgo es fundamental. El estudio Woman in Tech revela que la segunda barrera que impide la participación de las mujeres en el segmento de TI es la falta que ellas sienten de modelos femeninos. Como mujeres, los ejemplos nos ayudan a abrir nuestras cabezas a oportunidades y a ver crecimiento de carrera.

Este cambio, es ciertamente posible. De hecho, en P-TECH en Colombia, la mitad de las clases son ocupadas por niñas.

Autores

Daniela Arce