Especialistas de diferentes países piden que la investigación tanto para vacunas como tratamientos sean compartidas a nivel mundial.
El coronavirus ha pasado a ser un problema global rápidamente. Pero los esfuerzos contra la enfermedad no tienen aún vocación global. Cada país ha tomado sus propias medidas en función de la evaluación propia de los riesgos. A esto se suma la escasez de recursos médicos, que hace más difícil compartir en estos tiempos de emergencia. Pero desde hace tiempo, expertos científicos de diferentes países se han puesto de acuerdo en una cosa: compartir la investigación sobre la COVID-19 es esencial.
"Para apoyar los esfuerzos para contener y mitigar la rápida evolución de la pandemia COVID-19, la investigación científica básica y la innovación serán vitales para afrontar esta crisis global", reza una carta conjunta, firmada por autoridades científicas de los gobiernos de Australia, Brasil, Canadá, Alemania, India, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Singapur, Corea del Sur y Reino Unido.
En esta carta se pide a aquellos que tengan información para publicar sobre el coronavirus que la hagan pública. No solo eso. Se pide que esté en un formato legible tanto para humanos como para algoritmos. Es decir, no sirve solo escanear documentos y enviarlos en PDF. Se trata de ofrecer hojas de cálculo, por ejemplo, para que los software de inteligencia artificial puedan hacer búsquedas.
En estos momentos es de especial importancia compartir la investigación sobre la COVID-19. No solo en el ámbito de la creación de una vacuna. También en otras áreas más estrechamente ligadas al tratamiento de la enfermedad. Y es que, al ser un virus nuevo no está claro cómo tratarlo. Por el momento se tienen datos sobre los fármacos empleados en China. Allí es donde más casos ha habido y antes se desarrolló la epidemia. Por tanto, muchas pruebas se han hecho allí.
Sin embargo, hoy en día, en varios países europeos, en Latinoamérica, en el sudeste asiático, en Estados Unidos, se tratan casos de coronavirus. Y es posible que un determinado hospital dé con un tratamiento especialmente efectivo en cierto tipo de paciente. Este conocimiento es el que resulta necesario compartir, para mejorar los resultados hospitalarios.
El conocimiento compartido
Pero no solo se trata de fármacos. Hay muchos otros parámetros que están en constante actualización y que se necesita optimizar. La gestión de los casos a nivel de hospital, el protocolo a seguir, la transferencia de pacientes entre hospitales. Son muchos los aspectos que se pueden compartir para mejorar la actuación general. Y todo esto forma parte de la investigación sobre la COVID-19
El diagnóstico de los casos también es otro de los ámbitos donde los servicios médicos necesitan ayuda. Las pruebas por PCR con las que se diagnostica a los enfermos son por ahora un bien escaso. De ahí que se busquen fórmulas para acelerar la producción de test. Incluso hay propuestas basados en IA para hacer un filtrado de casos, con el fin de afinar el tiro con los positivos.