El Vicepresidente para Latinoamérica y el Caribe de la compañía tecnológica participará en la segunda edición del Foro Latinoamericano de Salud, organizado por AméricaEconomía, en Ciudad de México.
Juan Toro. La diferencia es evidente y enorme. Tanto como acumular torres de papeles en una oficina o dar sólo un par de clicks en un computador. La tecnología puede hacer una gran diferencia en la forma en que un hospital funciona. Juan Pablo Jiménez, Vicepresidente en Latinoamérica y el Caribe de Citrix Systems, describe así la diferencia que hace la tecnología en el ámbito hospitalario.
Uno de los factores que más han destacado en éste ámbito en el último tiempo es el uso de las fichas electrónicas. Para Jiménez, el cambio va más allá de la gestión. En el caso de los pacientes, hay tendencias que buscan generar un mayor compromiso con ellos, brindándoles una mejor experiencia en el hospital. Por ejemplo, entregándoles tablets para entretenerse e informarse en su espera. Adicionalmente, con los sistemas adecuados, un paciente podría consultar su información médica desde el hogar, recibir exámenes, estudios médicos por correo electrónico, incluso consultar médicos en horarios fuera de su consulta.
La tecnología puede también ayudar a los profesionales que la utilizan, según Jiménez: “A los médicos les permite hacer mejor su trabajo, tener más flexibilidad". Es decir, "incrementar la satisfacción del staff médico”.
-¿Qué tan avanzados están los hospitales latinoamericanos en esta área?
-Desde mi experiencia, creo que en Latinoamérica se da una combinación de hospitales muy avanzados en la implementación de tecnología y otros que tienen tecnología muy básica. Algunos de los más avanzados se encuentran en Brasil. Estos hospitales no sólo tienen las historias clínicas electrónicas sino que pueden realizar el monitoreo remoto de pacientes desde dispositivos móviles y están avanzados en telemedicina. Son innovadores y considero que están al nivel de hospitales de Estados Unidos.
Para Jiménez, Brasil y México son los países más actualizados en este ámbito, pero también destaca a Argentina y Colombia por sus inversiones en tecnologías para la salud. De hecho, en Brasil, Citrix tiene su mayor presencia en la región con tecnología. De muestra un botón, en el Centro de Salud Santa Helena de Sao Paulo, la compañía logró incrementar en 40% el rendimiento y bajar 30% los costos implementando sistemas de TI.
-¿Qué cambios puede generar la TI en un hospital?
-Los cambios son enormes y van desde salvar vidas hasta mejorar la calidad de vida de las personas. La tecnología permite monitorear la salud de los pacientes, tener datos constantemente accesibles y actualizados que optimicen la atención de cada persona que se acerca al hospital. Asimismo, ayuda a los médicos a ser más efectivos, a tener una mejor experiencia de trabajo, a ser más rápidos y lograr un mejor balance entre su vida laboral y personal.
Cada hospital, de acuerdo a la visión de Jiménez, debería contar idealmente con historias clínicas electrónicas que contengan la historia de salud de los pacientes, un registro de los estudios que los pacientes se realizan, información de pagos, diagnósticos previos, entre otros datos para mejorar la atención médica. Agrega que también es necesario contar con sistemas financieros para admitir y registrar a los pacientes que están en el hospital.
Para mejorar la gestión de un hospital, Jiménez dice que la movilidad también es clave: “Poder acceder a la información necesaria para atender a los pacientes desde diferentes dispositivos y lugares permite tomar mejores decisiones en tiempo real sobre todo en momentos críticos”. Destaca también que hoy los pacientes con enfermedades crónicas pueden contar con dispositivos para ser monitoreados de forma remota, constantemente y brindarles lo antes posible el tratamiento que requieran ante cambios relevantes en sus indicadores de salud.
Aunque la efectividad de la tecnología en la gestión hospitalaria no es cuestionable, su uso no está completamente extendido en la región. La diferencia que existe entre el sector público y el privado es bien conocida. Para Jiménez, esto es un problema netamente económico: “La mayor diferencia radica en que muchas veces los hospitales públicos tienen menos fondos para invertir en tecnología”, dice. Jiménez también explica que hoy los hospitales privados utilizan la tecnología como un factor para diferenciarse y competir entre ellos mismos.
Los datos en la nube
El foco internacional en los últimos años ha estado en la implementación de fichas clínicas electrónicas. Con este sistema, lo hospitales y clínicas tienen los datos de sus pacientes en línea, lo que les permite acceder más rápidamente a la información. Aunque aún no es utilizado en todos los centros de salud de cada país, Jiménez dice que lo ideal sería que los sistemas de un país estén comunicados: “Esto facilitaría el acceso a la información recolectada en distintas instituciones de cada paciente. No es necesario que tengan exactamente la misma tecnología pero sí sistemas compatibles e interconectados”.
En la industria ha crecido la idea de que el flujo de datos entre pacientes, profesionales y centros de atención médica puede ser monetizado, aunque existe un debate en ciernes sobre los límites a este respecto. Para Jiménez, rentabilizar con el big data en salud no es un problema: “Creo que la clave está en resguardar la privacidad del paciente y la confidencialidad de su historial. Garantizando eso, no veo que exista un problema ético de usar los datos para identificar pacientes que quieran participar en ensayos clínicos, analizar tendencias o realizar análisis de salud pública”.
Una de las críticas que se le hace a este sistema es la seguridad de la información e los pacientes. Para Jiménez, la tecnología tiene un rol clave en garantizar la seguridad de los datos.
-¿Considera útil guardar datos de pacientes, como fichas clínicas, en la nube? ¿Qué clase de medidas de seguridad se utilizan?
-Creo firmemente que la nube pública es el entorno más seguro para almacenar la información. Esto se debe a que se invierte muchísimo para garantizar la seguridad de la información allí alojada. Incluso podría ser más seguro que el datacenter privado. Una de las grandes ventajas de Citrix es que al virtualizar la información esta queda centralizada en el datacenter y es posible tener un control total de cómo se utilizan esos datos incrementando la seguridad.
Con estos sistemas, médicos y pacientes pueden acceder a los registros médicos desde distintos dispositivos, pero una vez que se desconectan de internet se pierde el acceso a la información. Los datos nunca quedan almacenados en el dispositivo sino que siempre quedan en la nube. Para Jiménez, ahí está la clave: “Incrementar el control de esa información privada y sensible es una prioridad para las instituciones médicas”.