Según el diputado del MAS Jerges Mercado, el proyecto de ley busca reactivar el sector de hidrocarburos y ahorrar al Estado unos US$ 1.700 millones anualmente.
El jefe de bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) en la Cámara de Diputados de Bolivia, Jerges Mercado, presentó, el 25 de junio, el proyecto de ley (PL) 462 que pretende reactivar el sector de hidrocarburos y, a partir de 2027, ahorrarle al Estado unos US$ 1.700 millones anualmente en la importación de combustibles.
“El documento pretende dar un giro en la política energética, particularmente, hidrocarburífera. Queremos reactivar el sector”, dijo en entrevista con La Razón Radio.
En la transmisión, indicó que la iniciativa surgió a raíz de la crisis por la que atraviesa el sector de hidrocarburos. “Hoy, estamos produciendo la mitad de lo que producíamos en 2014. Estamos produciendo un tercio del petróleo que producíamos en 2014”.
Lamentó que Bolivia ahora está importando mucho más petróleo, gasolina y diésel, en comparación a años anteriores a 2014. “Es decir, vendemos menos y compramos más. Por eso es que hay un déficit (fiscal) sumamente alto y escasez de dólares”.
Cuestionó que el país compra los carburantes a un precio alto y lo comercializa más barato en el mercado interno.
“Con esta ley pretendemos reactivar el sector y, en un tiempo corto, ya podríamos tener los primeros resultados”.
El elevado déficit fiscal de los últimos años se explica principalmente por la subvención a los carburantes. Entre 2012 y 2022, el costo de la subvención a la gasolina y el diésel importado ha representado para las arcas del Estado la suma de Bs 47.300 millones (US$ 6.796 millones), según datos oficiales.
Bolivia aplica la subvención a los carburantes desde fines del siglo pasado, cuando el entonces presidente Hugo Banzer (1997- 2000) decidió congelar los precios de los combustibles fósiles.
Cuatro años más tarde, a fines de 2004, el gobierno de Carlos Mesa hizo algunos ajustes y subió el precio de los combustibles. Y, el 27 de diciembre de 2010, Evo Morales quiso hacer lo mismo, pero cuatro días después tuvo que retroceder en su medida debido al malestar social que se había generado.
El 9 de abril de 2022, Morales arremetió nuevamente contra esta política y sugirió eliminar la subvención a los combustibles (diésel y gasolina) porque “es un cáncer” para la economía nacional.
Afirmó que el actual Gobierno eroga demasiados recursos para mantener esa política. “Es harta plata (lo que se destina para la subvención a los combustibles), eso es una sangría para la economía boliviana, entonces, hay que ver cómo eliminar”.
No obstante, la política de subvención a los carburantes ha permitido que en los últimos 14 años el Índice de Precios al Consumidor (IPC) —que mide la tasa de inflación— no supere el dígito y se mantenga entre los más bajos de la región y el mundo, favoreciendo a las familias de menores ingresos.
El proyecto de ley impulsado por el legislador introduce diversas acciones para fomentar las inversiones en hidrocarburos; entre ellas, la reducción de impuestos, exenciones fiscales, simplificación de procedimientos y apoyo a la innovación.
En criterio de Mercado, estas medidas están diseñadas para mejorar la competitividad de las empresas nacionales y apoyar el desarrollo de sectores prioritarios.
Además, argumentó que, con la ley, el país podría duplicar las reservas de gas e, incluso, llegar a tener nuevos campos con reservas de unos 4,5 trillones de pies cúbicos (TCF, por sus siglas en inglés).
“Significaría para Bolivia unos US$ 5.700 millones” de ingresos adicionales, añadió.
Adelantó que este proyecto ya fue aprobado en el Comité de Energías de la Cámara de Diputados.
“Se ha ido en consulta al Órgano Ejecutivo, que esperemos que nos responda favorablemente”.
Informó que se desarrollaron entre tres y cuatro reuniones con el Ministerio de Hidrocarburos y con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), hace más de un año. El próximo lunes se reunirán con la petrolera estatal y, posteriormente, con la cartera de Hidrocarburos.