La tendencia del viajero joven y las habitaciones compartidas impulsa el turismo regional, aunque la seguridad y conectividad entre los países podría condicionar el crecimiento del sector.
La tendencia del viajero joven o mochileros siempre ha sido un rasgo de Latinoamérica por la riqueza cultural y geográfica de la región, con una oferta turística adaptada para este tipo de turistas. De acuerdo con Alejandro Osorio, CEO de la cadena de hostales Viajero Hostels, los latinoamericanos no estaban acostumbrados a hospedarse en hostales, pues consideraban que eran principalmente para los extranjeros. Sin embargo, no fue hasta que se volvieron virales en redes sociales las habitaciones compartidas que comenzaron a familiarizarse, a la par que algunos destinos como Argentina, Colombia, México y Miami se recuperaban a niveles pre pandémicos.
“La gente no se hospeda, está recorriendo los países”, explicó Osorio a AméricaEconomía.
Viajero Hostels inició operaciones hace 15 años y cuenta con 21 propiedades. Su público objetivo son lo que definen como viajero joven, es decir, turistas de hasta 30 años con una estadía promedio de tres días que les resulta rentable las habitaciones compartidas. La cadena de hostales de origen uruguayo logró un crecimiento medido en camas vendidas al pasar de 468.000 en 2022 a 518.000 este año.
La compañía ofrece hospedaje en habitaciones compartidas desde los US$ 8 a US$ 10 en destinos como Ecuador y Perú, desde los US$ 20 a US$ 30 en las playas de Uruguay y México, y US$ 50 en Miami.
Recientemente, Federico Lavagna, fundador de la empresa, anunció para el diario El País que se concretó un préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por US$ 5 millones, fondos que serán invertidos en su plan para 2024 de sumar siete nuevas locaciones en diferentes destinos.
Sin embargo, pese al potencial del público joven para la industria de turismo, la conectividad y la seguridad se han convertido en dos factores que pueden frenar su crecimiento. Pues si bien Viajero Hostels no es un actor directo, Osorio señala que “cuando un viajero toma la decisión sobre el destino, necesita volar en aviones, pero los pasajes internos son carísimos porque las aerolíneas de bajo costo han cerrado”.
“Este año cerraron dos aerolíneas muy importantes: Viva Air y Ultra. Ellas transportaban a un montón de viajeros jóvenes en Colombia. Lo mismo pasó en Argentina, cuando las aerolíneas decidieron irse ”, dijo Osorio. “Necesitamos que haya más”.
Desde la cadena de hostales, afirman que el país más afectado por la coyuntura político-económica en Argentina y, más recientemente el tipo de cambio, es Uruguay.
“Uruguay no está ni cerca a lo que era antes [pre pandemia]. Y va a empeorar aún más”, sentenció Alejandro Osorio. “En Argentina hay una crisis político-económica, y Uruguay depende de los argentinos y de los extranjeros que viajan a Argentina para después cruzar a Uruguay”.
También se suma a la lista Perú y Ecuador, pues ambos países enfrentan una crisis de seguridad. Osorio considera crucial este último punto pues, teniendo como ejemplo a Colombia en 2010, fue tras el proceso de paz del gobierno con las Fuerzas Armadas Revolucionarias que el país “empezó a vivir un boom del turismo joven”.
“Un cambio que marcó la diferencia fue que en post pandemia los locales seguían viajando por su país”, destacó el CEO de Viajero Hostels.
Aunque la región es compleja, de acuerdo con Osorio, hay bastante demanda y ganas de la gente de viajar, por lo que encontrar un hospedaje de calidad es crucial.