"Estamos trabajando en varias áreas que priorizan la industrialización y la seguridad energética para el país. Bolivia redujo en un 50 por ciento la utilización del gas para generación eléctrica y sustituyó este combustible con fuentes renovables como la hidroeléctrica, eólica, solar y biomasa, en el marco de la estrategia nacional de transición energética", afirmó el ministro del ramo, Franklin Molina
Los objetivos del Gobierno boliviano están orientados a garantizar la seguridad energética en el país, promover la generación de ingresos con la industrialización, el fortalecimiento de la exploración de hidrocarburos y el incentivo en la diversificación de la matriz energética, enfatizó este jueves el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina.
Estos lineamientos los fijó la Audiencia de Rendición Pública de Cuentas Final 2022, oportunidad en la que se expusieron los avances y resultados del proceso de industrialización en el sector de hidrocarburos y se avaló la seguridad energética en el país sudamericano con proyectos en ejecución.
"Estamos trabajando en varias áreas que priorizan la industrialización y la seguridad energética para el país. Bolivia redujo en un 50 por ciento la utilización del gas para generación eléctrica y sustituyó este combustible con fuentes renovables como la hidroeléctrica, eólica, solar y biomasa, en el marco de la estrategia nacional de transición energética", afirmó.
Sobre la industrialización, el ministro destacó la reactivación al 100% de la capacidad productiva de la Planta de Urea y Amoniaco en Bulo Bulo, en el departamento central de Cochabamba, que permitió generar más de 228 millones de dólares en ventas de fertilizante.
Están proyectados, continuó, estudios para instalar una segunda planta del fertilizante con una inversión de 1.290 millones de dólares, que permitirá asegurar la demanda interna y externa.
Sobre los avances en las plantas para la producción de biocombustibles, manifestó que está en marcha el proyecto de la Planta Biodiésel 1 con una inversión de 387 millones de dólares.
"La producción de biodiésel reducirá la importación de combustibles fósiles y generará un carburante más limpio y amigable con el medio ambiente. También disminuirá la dependencia del petróleo crudo, utilizando aceites vegetales como materia prima", aseveró.
Respecto a la industria petroquímica, Molina informó que se ha concretado la firma del contrato para la construcción de la Planta de Producción de Fertilizantes Granulados en Cochabamba, también llamada planta NPK, entre la Empresa Boliviana de Industrialización de Hidrocarburos y la empresa constructora Sur Energy SRL.
Con este emprendimiento se prevé fortalecer al sector agropecuario nacional, reducir los costos de producción, evitar la fuga de divisas y garantizar la soberanía alimentaria.
También se refirió a las conexiones de gas domiciliario y dijo que en 2022 se hicieron 50.698 instalaciones internas de gas natural.
Comentó a su vez respecto a los planes de exploración de gas para reponer y aumentar las reservas probadas de este energético que permita asegurar por varios años los mercados internos y externos.
En el área de proyectos de explotación petrolera, que forma parte de las acciones de fortalecimiento de la seguridad energética, destacan la implementación de las facilidades de producción en el pozo YRA X1 y la reactivación de los campos maduros y del campo Bermejo.
Asimismo, Molina también se refirió a las normas emitidas para incentivar a las nuevas inversiones que incrementan el número de áreas reservadas a favor de la estatal YPFB y reglamenta el descubrimiento comercial y la declaratoria de comercialidad para dicho operador.
En su exposición, el ministro indicó que la renta petrolera obtenida por la explotación de los hidrocarburos alcanzó 2.970 millones de dólares en 2022, lo que representa un crecimiento del 75 por ciento comparado con la gestión 2021.
