Actualmente, 60% de los edificios en la capital cuentan un promedio de solo dos niveles, lo que limita la oferta habitacional en la urbe.
La Ciudad de México no necesita expandirse con más territorio, sino densificar y permitir que los inmuebles habitacionales tengan hasta cuatro niveles, lo que podría generar vivienda para 800,000 personas, indicó Federico Taboada, director general del Instituto de Planeación de la capital del país.
De acuerdo con el arquitecto, actualmente, el promedio de altura de los edificios en la urbe es de dos niveles, mientras que 60% del parque habitacional es horizontal, lo que limita la oferta habitacional.
“Con la presión inmobiliaria y la demanda de vivienda que hay, la ciudad no puede darse ese lujo. Hacer edificios de cuatro niveles en promedio en toda la ciudad, nos permitirá darle vivienda a cerca de 800,000 personas”, comentó el especialista.
Taboada remarcó que la densificación de la Ciudad de México es clave para aumentar la oferta de vivienda, especialmente para personas de menores recursos, ya que, ante la escasez de unidades y la alta demanda, el valor de los inmuebles se ha disparado.
Según datos de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), durante el primer semestre de 2024, el precio promedio de la vivienda en la capital mexicana, comercializada con un crédito hipotecario, aumentó 5,8% respecto al mismo periodo de 2023, para ubicarse en un valor promedio de 3 millones 933.450 pesos (US$ 209.903), es decir, el más alto de todas las entidades del país azteca.
Los altos costos de las propiedades en los últimos años han acelerado el proceso de gentrificación, por lo que Taboada refirió que cada año son expulsadas 100.000 personas hacia las periferias, para quienes se vuelve imposible pagar una renta o una hipoteca en la capital mexicana.
“La función más importante de un gobierno tiene que ser que su gente pueda vivir en su ciudad. No es justo que las personas que operan el Metro, que atienden los hospitales o que trabajan en las oficinas, tengan que hacer dos horas de camino porque no pueden tener su casa en una zona céntrica”, declaró.
El director del Instituto de Planeación apuntó que la construcción de unidades habitacionales en zonas lejanas a los centros de trabajo ocasionó que el trayecto de las personas a sus empleos pasara de 30 minutos de recorrido a 1 hora 45 minutos, promedio: “Esas personas pasan 56 días al año en transporte público, tenemos una deuda enorme con ellas”.
RUTA 24/30
Expertos coinciden en que los tres órdenes de gobierno deben participar de manera conjunta para atender la crisis habitacional, no solo en la Ciudad de México, sino en todo el país.
Es por ello que, diputados electos, dirigentes de sindicatos de trabajadores, representantes de cámaras empresariales y especialistas en urbanismo presentaron la “Ruta para la vivienda 24/30”, cuyo objetivo es impulsar la meta de vivienda de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum.
Mario Macías Robles, líder de la Dirección Sectorial de los Trabajadores (DST) del Infonavit, explicó que algunas de las propuestas son:
- Financiar 100.000 viviendas asequibles adicionales al año, a través del Infonavit, que se sumarán a las 435.000 acciones anuales.
- Acelerar la comercialización de 200.000 viviendas recuperadas y construir nuevas para sectores de bajos ingresos.
- Diseñar productos de crédito flexibles y apoyar la organización de cooperativas para atender las necesidades habitacionales de la juventud.
- Aumentar el presupuesto de la Comisión Nacional de Vivienda para la población no derechohabiente.
- Crear convenios con gobiernos estatales y municipales para aportar reservas territoriales y promover la adquisición directa de suelo por el Infonavit para reducir el costo de la vivienda social.
- Atender la demanda de vivienda en corredores industriales y Polos de Desarrollo para el Bienestar mediante una Mesa Interinstitucional para proyectos de inversión.
“La meta es construir 1 millón de viviendas, el Infonavit puede contribuir con 600.000 acciones. Es fundamental la atención al nearshoring y a los polos de desarrollo propuestos por la Dra. Sheinbaum, pero sin vivienda obrera no hay nearshoring. El uso de suelo debe ser compartido entre la demanda industrial y habitacional”, sostuvo Macías.