
En negociaciones con el consorcio interesado en operar el bloque no se determinaron porcentajes fijos en reparto de la producción, afirmó subsecretario.
A la espera que el Ministerio de Energía y Minas de Ecuador (MEM) confirme cuándo se realizará la rueda de prensa en la que se informará qué se decidió sobre la concesión del campo Sacha a un consorcio de empresas extranjeras, uno de los temas que ha generado dudas es cómo se repartirá la producción de crudo del bloque 60.
Las empresas interesadas en operar por 20 años el campo Sacha son Petrolia Ecuador y Amodaimi Oil Company S. L., subsidiarias de la canadiense New Stratus Energy y de la petrolera estatal china Sinopec, respectivamente.
El medio local El Universo conoció que al Estado ecuatoriano le correspondería alrededor del 12% del petróleo extraído, mientras que el contratista obtendría más del 87%.
Al respecto, el subsecretario de Administración de Contratos, Luis Fernando Velásquez, explicó que en las negociaciones con el consorcio chino-canadiense no se establecieron porcentajes fijos.
El crudo se distribuirá con base en lo estipulado en el artículo 67 del Reglamento Codificado de Aplicación de la Ley de Hidrocarburos, en la cual se establecen los porcentajes mínimos que puede tener la contratista en materia de producción, señaló.
“El contrato de participación está diseñado para que a menor valor del crudo el estado esté blindado y no tenga pérdidas. Estos rangos van desde 0 a 30.000 barriles, desde 30.001 a 60.000 barriles y de 60.000 barriles para adelante y se establecen ciertos porcentajes que se cumplan. Ahora, muchos comentarios van en cuanto a la producción ponderada, lo cual no es así, sino es a partir de lo que se va produciendo. A mayor producción, mayor participación del Estado”, resumió en una entrevista con El Universo.
El artículo 67 del reglamento trata sobre el cálculo de la participación de la contratista, con base en una fórmula. La norma establece que “la participación del Estado no podrá ser inferior a 12,5% cuando la producción fiscalizada no llegue a 30.000 barriles diarios”.
Precisa que la participación estatal “se elevará a un mínimo de 14% cuando la producción diaria se encuentre entre 30.000 y 60.000 barriles; y, no será inferior a 18,5% cuando la producción supere los 60.000 barriles por día”. En consecuencia, dice el artículo, la participación de la contratista no podrá superar, en ningún caso, los límites de 87,5%, 86% y 81,5%, respectivamente.
Además, determina que la participación del Estado ecuatoriano y de la contratista será estimada cada trimestre por las partes contractuales, en forma anticipada. Para determinar la participación definitiva del Estado estatal y de la contratista se utilizarán los valores reales de la producción fiscalizada, los precios de referencia y grado API convenidos en cada contrato para el año fiscal correspondiente.
“El tema de porcentaje en la producción es propia de la naturaleza del contrato de participación, donde el contratista asume todo el costo y riesgo”, justificó Velásquez.
Para la renta petrolera, en cambio, se negoció que el Estado reciba el 81% de la ganancia neta, informó el subsecretario. Detalló que durante los 20 años que duraría el contrato, el país cobraría, en total, US$ 5.802 millones que incluye renta y la prima de US$ 1.500 millones que el consorcio se ha comprometido a pagar de inmediato apenas se firme el contrato.
Más los impuestos que el nuevo operador tendrá que pagar en el tiempo que esté a cargo del campo Sacha, la cantidad que obtendría el Estado por la concesión del bloque sería de US$ 6.314 millones, precisó Velásquez.
AUDITORÍA INTERNACIONAL
Al subsecretario de Administración de Contratos se le consultó si se consideró la auditoría realizada por la empresa internacional Netherland, Sewell & Associates (NSAI), a pedido de Petroecuador, que en 2022 entregó un informe sobre las reservas probadas, probables y posibles del campo Sacha, las cuales se estimaron en 374,7 millones de barriles de petróleo y 96,8 millones de pies cúbicos de gas.
Con base en las reservas estimadas, el reporte concluye que los ingresos netos futuros del bloque, traídos a valor presente, ascienden a US$ 14.941 millones.
Velásquez respondió que no ha analizado al detalle esa auditoría, pero dijo que puede basarse en los presupuestos aprobados por Petroecuador que para este año, por ejemplo, es de alrededor de US$ 40 millones. “Lo cual no iba a significar en tema de producción, más que iban a mantener una producción que iba en declinación”, comentó.
EXPERIENCIA DE LAS EMPRESAS: ¿QUIÉN OPERARÁ EL CAMPO?
Otro aspecto que ha causado inquietudes es la experiencia que tienen las empresas del consorcio en la actividad petrolera.
El subsecretario de Exploración y Explotación de Petróleo y Gas Natural, Hernán Poveda, destacó que “la experiencia que se acredita es la experiencia de Sinopec. Es una de las empresas más grandes del mundo”.
Y destacó que la petrolera china “tiene muchos programas de producción internacional, es la más grande empresa en refinación de petróleo y tiene muchísima experiencia en producción de petróleo”, que posee centros de investigación tanto en China como en otras partes del mundo.
“Todos los profesionales del petróleo conocemos que Sinopec es una de las empresas que tiene muchísima experiencia y esa experiencia respalda la propuesta (para operar Sacha)”, agregó.
Poveda afirmó que también se tomó en cuenta la experiencia de New Stratus Energy, de Petrolia y de Amodaimi. Señaló que New Stratus “tiene una experiencia que está registrada”, pero ratificó que “la experiencia que soporta al consorcio es la de Sinopec”.
Ante la pregunta de cuál de las cuatro empresas operaría Sacha, si el Gobierno adjudica el contrato, el subsecretario manifestó que esa es una decisión del consorcio: “Nosotros (el Ministerio de Energía) lo que estaremos vigilantes es que la experiencia y los compromisos se cumplan”.