Supermercados reportan que en lácteos, embutidos, carnes, frutas y verduras se prioriza el consumo inmediato, con menor volumen de compra y mayor frecuencia.
“Ahora estoy comprando comida para máximo dos días, antes lo hacía para una quincena entera, pero con los apagones ya no se puede, es un desperdicio”, decía el jueves Michell Mendoza mientras elegía qué llevar para preparar para los almuerzos y meriendas del viernes y sábado.
Ayer otra vez fue al supermercado a hacer sus compras para el domingo y el lunes.
Como los de Mendoza, los hábitos de compra de muchos ecuatorianos han cambiado con los cortes de luz que el país atraviesa desde el 23 de septiembre pasado.
Por ejemplo, Carlos Briones, quien compraba el jueves pasado en un supermercado en el norte, aseguró que en proteínas prefiere por el momento obviar los mariscos porque se dañan más rápido por los cortes de luz.
“Las últimas dos semanas en mi casa se fue la luz 14 horas, el pescado y el camarón no aguantan tanto sin refrigeración, no estoy comprando por ahora, solo estoy llevando carne de res y pollo, pero solo para hoy y mañana”.
Este cambio de conducta de los consumidores ya se reflejan en las ventas de las cadenas de autoservicios.
Por ejemplo, desde Tía indicaron que, si bien los productos refrigerados siguen siendo esenciales en la dieta de los consumidores, han observado un cambio significativo en los hábitos de compra por la crisis energética.
Aseguran que los clientes están optando por presentaciones más pequeñas de productos como lácteos, embutidos, carnes, frutas y verduras, priorizando el consumo inmediato y evitando el desperdicio.
Este cambio, según la cadena, se refleja en una mayor frecuencia de compras, pasando de ciclos quincenales o semanales a compras diarias o cada dos días, ajustándose a las necesidades del consumo diario.
Rubén Salazar, gerente corporativo de Corporación Favorita —propietaria de cadenas como Megamaxi, Supermaxi y Akí—, también confirma estos nuevos hábitos.
“Los clientes sí han cambiado sus hábitos de compra. Los problemas en refrigeración en los hogares hacen que el volumen de compra sea menor y la frecuencia mayor”, asegura.
Christian Wahli, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos y Bebidas (Anfab), coincide en que hay cambios en la preferencia de los productos y en la frecuencia de compras.
Explica que ya no no se puede comprar para semanas, aunque la mayoría de los productos refrigerados pueden resistir una semana con los cortes actuales.
Sin embargo, recomienda tener la refrigeradora siempre llena a tope con la ayuda de botellas de agua, esto permitirá acumular frío para resistir mejor a los cortes. Esto funciona también para los congeladores.
ADQUIRIR CANTIDADES PEQUEÑAS MÁXIMO PARA DOS DÍAS
Por su lado, Diana Coello, docente investigadora de la carrera de Ingeniería en Alimentos de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), indica que durante estas épocas de cortes de luz es fundamental adaptar la compra y el manejo de los alimentos para evitar desperdicios y riesgos de contaminación.
Alimentos frescos como carnes, pescados, lácteos y mariscos deben adquirirse en cantidades pequeñas, suficientes para uno o dos días; esto minimiza el riesgo de pérdida si no pueden refrigerarse adecuadamente.
Se deben planificar las compras, elaborar una lista priorizando alimentos más estables a temperatura ambiente como productos enlatados, granos, pastas, frutos secos, conservas y leche UHT. Se pueden incluir productos como pan, huevos y frutas resistentes (guineos, manzanas, cítricos), que no requieren refrigeración inmediata.
Congelar carnes o alimentos perecederos, ya que un congelador sin energía puede mantener su temperatura interna por hasta 12 horas si no se abre con frecuencia. La experta también recomienda congelar la carne ya en porciones para no tener que descongelarla toda y luego esperar a que se vuelva a congelar, sino utilizar solo lo que se vaya a preparar.
Además, revisar las fechas de vencimiento y asegurarse de que los alimentos más antiguos se consuman primero.
¿QUÉ PRODUCTOS BÁSICOS NO NECESITAN REFRIGERACIÓN?
- Arroz, pasta, avena, quinoa, harina, maíz, pan, galletas.
- Legumbres: lentejas, garbanzos, frijoles secos.
- Almendras, nueces, maní.
- Aceite de oliva, aceite vegetal, manteca, miel.
- Azúcar, sal, café.
- Conservas de vegetales, alimentos proteicos enlatados, como atún, sardinas, pollo o carne en conserva.
- Leche UHT, bebidas vegetales.
- Frutas como manzanas, guineos, naranjas, limones, papayas y aguacates.
- Verduras como cebollas, papas, ajos y zanahorias (almacenadas en lugares frescos y ventilados).
Mientras, Wahli agrega más consejos como congelar los productos, ya que esto permitirá una conservación por más tiempo.
Para los productos frescos a consumir cocidos, él recomienda “que se les dé un hervor antes de ponerlos en la refrigeradora. Así se conservarán mejor, sin riesgo de pudrición”.
La licenciada en Nutrición, Dietética y Estética Sussy Corral advierte que sin refrigeración la comida no va durar más de cuatro horas, aunque no se debe dejar de comprar productos perecederos como lácteos, aceites, carnes y embutidos de todo tipo, pescados y mariscos, frutas, vegetales y verduras, zumos y alimentos preparados; sino comprar pocos y utilizarlos rápido.
La experta apunta que durante los cortes de luz no se deben abrir las refrigeradoras o congeladores, pues eso causa que los alimentos se dañen más rápido.
“Hay gente que se está enfermando del estómago por comer comida fermentada, dañada, ya en putrefacción. Primero, lo que compraron más viejo gástenlo más rápido; segundo, no abrir la refrigeradora a cada rato; tercero, poner hielo (geles) que mantengan el frío en las refrigeradoras, mantener en -6 o -5 grados el congelador y cerca de los 11 grados la refrigeración”, recomienda Corral.