El director de Desarrollo Rural, dependiente de ese despacho de Estado, Orlando Achu, informó que, a causa de esos fenómenos climáticos adversos, 150.000 familias de 1.900 comunidades y 160 municipios se vieron afectados, principalmente en los departamentos de La Paz, Oruro y Potosí, las partes altas de Cochabamba y Chuquisaca y en la región del Chaco.
El Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras de Bolivia reportó esta semana que los efectos climáticos ocasionaron la afectación de 230.000 hectáreas (ha) de cultivos de diferentes productos.
De esa cantidad, cerca de 8.000 hectáreas se perdieron, por el granizo, las heladas y las sequías.
El director de Desarrollo Rural, dependiente de ese despacho de Estado, Orlando Achu, informó que, a causa de esos fenómenos climáticos adversos, 150.000 familias de 1.900 comunidades y 160 municipios se vieron afectados.
Estas afectaciones principalmente se dieron en la zona andina del país que contempla a municipios de los departamentos de La Paz, Oruro y Potosí, las partes altas de Cochabamba y Chuquisaca y en la región del Chaco.
“La afectación en superficie cultivada es de 230.000 hectáreas, de las cuales, al 6 de diciembre, 8.000 hectáreas estarían perdidas”, informó Achu en entrevista con La Razón Radio.
Pese a estas afectaciones, según Achu, las 8.000 hectáreas de cultivos que se perdieron son mínimas, considerando que por campaña (verano o invierno) de cultivos se tiene cuatro millones de hectáreas, lo que garantiza una provisión de alimentos normal y permanente.
“Nosotros, a nivel nacional, por campaña agrícola, contamos con una superficie que suman aproximadamente a cuatro millones de hectáreas y la afectación que ahora tenemos suma una pérdida de 8.000 hectáreas, que es mínimo en comparación a la extensión total”.
Ante ello, afirmó que no debiera existir desabastecimiento de alimentos. Por lo que cuestionó a algunos comercializadores que especulan con el precio de los productos en los mercados, como acontece con la carne de pollo.
En los últimos días, en los centros de abasto el precio de la carne de pollo tuvo un incremento de hasta dos bolívianos, US$ 0,28 por kilo.
Según las vendedoras, se debe a los efectos que ocasionó la sequía. Achu también indicó que esa elevación se debe a que los productores incrementaron los precios.
Eso, con el fin de recuperar las pérdidas que registraron en los días de paro cívico en Santa Cruz.
El funcionario recordó que el Gobierno lanzó el plan de intervención inmediata para combatir los efectos de la sequía. Dicho programa contempla la perforación de pozos, provisión de agua para consumo humano, ganado y riego.
Se instruyó “implementar acciones del plan plurinacional de respuesta inmediata a la sequía. Para ello se dispuso recursos que suman 122 millones de bolivianos y que son de atención inmediata 27 millones”, explicó.
Además, garantizó la provisión de fertilizantes a través de la producción de la planta de urea y con la construcción de la planta NPK en Cochabamba.
Esto debido a que es un insumo para mejorar el rendimiento de la producción de cultivos. Esos fertilizantes se encarecieron a consecuencia de la guerra en Ucrania