Fue el resultado del fracaso de las negociaciones entre los sindicatos aéreos y el gobierno de Javier Milei al no lograr revertir la propuesta de aumento salarial del 12% ofrecida por las empresas Aerolíneas Argentinas e Intercargo el 23 de febrero.
El mes termina en estado de shock para Argentina: este miércoles 28, el país amaneció con un paro de trabajadores aeronáuticos que ha obligado a reprogramar cientos de vuelos a nivel nacional. La medida fue convocada por los gremios aeronáuticos Asociación del Personal Aeronáutico (APA), Asociación Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA). Cabe destacar que los vuelos afectados son los que se dirigen a las tres principales ciudades del país: Buenos Aires, Córdoba y Rosario.
Este episodio es el resultado del fracaso de las negociaciones entre los sindicatos aéreos y el gobierno de Javier Milei al no lograr revertir la propuesta de aumento salarial del 12% ofrecida por las empresas Aerolíneas Argentinas e Intercargo el 23 de febrero. Tras la reunión fallida, los gremios ratificaron la convocatoria al paro general por 24 horas y rápidamente, apuntaron al ministro de Economía Luis Caputo como el principal culpable.
LAS MOTIVACIONES DEL PARO
“Había un principio de acuerdo para que los trabajadores aeronáuticos percibieran un 16% de mejora salarial este mes y otro 12% en marzo, y casi estaba convenido con Trabajo, pero intervino Caputo y todo quedó en la nada. Ello demuestra quién conduce el país y que no existen interlocutores válidos para el movimiento obrero”, afirmaron los representantes sindicales de las tres entidades demandantes.
En la misma línea, el vocero de APLA, Juan Pablo Mazzieri, declaró a Radio Mitre que el paro se organizaba con motivos “de índole salarial”, debido a que los trabajadores aéreos se encuentran “70 puntos por debajo de la brecha inflacionaria”. Como se recuerda, pese a que el alza inflacionaria se ha moderado, los índices de precios continúan en una situación calamitosa para Argentina. El país cerró el año pasado con un 211,4% de inflación anual, la más alta desde la última hiperinflación que afectó al país en 1990, durante el primer gobierno de Carlos Menem.
Ante la inminencia del paro general, la estatal Aerolíneas Argentinas adelantó que se suspenderían 311 vuelos, lo que se estimó que afectaría a cerca de 24.000 pasajeros. Rápidamente, aerolíneas privadas importantes como GOL y Latam cancelaron todos sus vuelos desde Brasil hacia Argentina. Mientras que en los Aeropuertos Jorge Chávez (Perú) y Arturo Merino Benítez (Santiago de Chile) se cancelaron todos los vuelos al país rioplatense hasta nuevo aviso.
Mientras tanto, otros actores han sido más afortunados. Por ejemplo, FlyBondi, aerolínea low cost, logró operar en Ezeiza. Esto se debe a que no recurre a los servicios de las dos principales empresas de asistencia en tierra que organizan el paro. Desde la otra orilla, Latam anunció ofertas de alternativas a los pasajeros como cambios de fecha y vuelo sin costo. Asimismo, los afectados pudieron solicitar devoluciones sin costo para todos los boletos sin utilizar.
LA ENEMISTAD ENTRE EL GOBIERNO Y LOS SINDICATOS
Dada su magnitud, el paro ha catalizado reacciones a nivel internacional: la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA) reconoció el derecho de los trabajadores aéreos a protestar. Sin embargo, el organismo enfatizó la necesidad de defender la libertad de movimiento de los ciudadanos.
Por su parte, el gobierno de Milei reforzó la presencia de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en los aeropuertos de Ezeiza y Jorge Newbery (Aeroparque) ante la posibilidad de que los trabajadores organicen protestas. En el transcurso del día, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, condenó las acciones sindicales en su cuenta de X.
“Los que se creen dueños de la calle intentaron bloquear el ingreso a Aeroparque. Di la orden expresa para que a través de la PSA se mantenga la libre circulación en todos los aeropuertos del país y ya está sucediendo. La Argentina de los aprietes terminó. No vamos a dar ni un paso atrás con los que pretenden frenar la Argentina”, aseguró la también ex candidata presidencial de Juntos por el Cambio.
No obstante, Marcelo Uhrich, el secretario de Prensa de UPSA, desmintió a la ministra argumentando que nunca hubo ninguna manifestación en los aeropuertos de Argentina. Incluso, aseguró que fueron los agentes de la PSA quienes restringieron el ingreso de los pasajeros a las instalaciones del Aeroparque. Pese a la disparidad de ambas versiones, un asunto es claro: la negociación por el acuerdo salarial entre los sindicatos y la Secretaría de Trabajo queda pendiente.
LA POSIBILIDAD DE UN NUEVO PARO GENERAL
El reciente anuncio de Milei de impulsar su programa económico liberal mediante decretos ejecutivos ante la falta de apoyo parlamentario podría dejar la vía abierta para nuevas manifestaciones a gran escala. Tal como sucedió el pasado 24 de enero, cuando los sindicatos aeronáuticos se adhirieron al paro general de la Confederación General del Trabajo (CGT) que se organizó en protesta a la Ley Ómnibus y el DNU de diciembre.
Cabe destacar que el pasado 16 de febrero, la CGT abrió la posibilidad de declarar un nuevo paro nacional ante el fracaso del acuerdo de actualización del salario mínimo entre el gobierno, los sindicatos y empresarios. Este martes 27, el co secretario general del mayor sindicato de Argentina, Pablo Moyano, confirmó que eventualmente se daría otro gran paro general, aunque dialogarán antes con la conducción de la central obrera. Moyano acusó a la administración Milei de gobernar solo para el sector empresarial.
“Queda demostrado que la casta son los trabajadores, los jubilados, las empresas del Estado, y desde la CGT no lo vamos a permitir”, declaró el sindicalista en el marco de una conferencia de prensa que brindó Axel Kicillof, gobernador peronista de Buenos Aires, en la ciudad de La Plata, según Télam.