Las empresas del país andino avanzan en sus preparativos para adecuar sus instalaciones y operación, pero al sector le inquieta lo que suceda con los caminos y puentes.
El fenómeno de El Niño aún no llega a Ecuador, pero uno de los sectores productivos que ya sienten sus efectos es el pesquero, debido al calentamiento de las aguas que produce que los peces se redistribuyan buscando aguas más frías, lo cual demanda mayores costos a la flota pesquera, indica Rafael Trujillo, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Pesquería (CNP).
“Los viajes de pesca y tiempos de exploración se han incrementado porque los barcos tienen que ocupar más tiempo de búsqueda de los recursos que se han distribuido, esto incide en los costos”, explica Trujillo.
Por su parte, el director de la Fundación para la Conservación de Atunes y Pesca Sostenible -Tuna Conservation Group (Tunacons)-, Guillermo Morán, asegura que desde marzo se notan varias anomalías y los efectos en algunas pesquerías, especialmente del camarón que aumentan y pelágicos pequeños que bajan. Tunacons está conformada por cinco empresas atuneras: Nirsa, Eurofish, Jadran, Servigrup y Trimarine; y tres miembros adherentes: Manacripex, Marbelize y Pacifictuna.
Aparte de los desafíos productivos que ya genera El Niño, lo que más preocupa al sector es que -cuando se empiecen a manifestar las precipitaciones previstas para los últimos meses del año- haya un importante impacto en la infraestructura de Ecuador que afecte a la logística de la cadena y que altere, por ejemplo, la transportación de los productos desde las plantas procesadoras hasta los puertos y a su vez a los mercados de destino.
Trujillo indica que cada empresa es responsable de hacer sus preparativos para adecuar la infraestructura y su operación; pero otra cosa son las vías de acceso y puentes que podrían verse afectados. “El sector está monitoreando permanentemente el avance del evento, emitimos casi semanalmente boletines para evaluar la situación y mantener a las empresas informadas de los posibles riesgos”.
"MINISTRO DE TRANSPORTES ECUATORIANO ENCONTRÓ 15 PUENTES BAILEY ABANDONADOS"
Bruno Leone, presidente de la CNP, recuerda que hasta junio pasado el Ministerio de Transporte y Obras Públicas de Ecuador (MTOP) preparaba un plan de contingencia y otro de financiamiento del Banco Mundial para la compra de puentes bailey por US$ 150 millones. Hasta ese momento, la cartera de Estado gestionaba con la Embajada de Estados Unidos el contacto de la fábrica en ese país para cerrar la compra, pues el ministerio solo contaba con dos de esos puentes en stock.
Sin embargo, Leone, este jueves 29 de septiembre desde Europa, afirma que aunque no ha habido más información sobre esa negociación por parte del ministerio, conoció que el ministro César Rohon encontró durante sus recorridos quince de estos puentes en abandono. “El ministro encontró increíblemente unos puentes bailey que los usaron en el pasado y después que ya estaba la solución definitiva, tirados a un lado del camino llenos de monte, y él los ha recuperado, encontró doce y después encontró tres en el campamento del ministerio en la provincia de El Oro, quince puentes botados”. El dirigente calificó como “quemeimportismo y desidia” el hecho de tener puentes “tirados, pudriéndose”, en vez de recuperarlos y darles mantenimiento en los campamentos para volverlos a usar.
Otro pedido del sector fue la creación de una línea de crédito de emergencia por el fenómeno de El Niño por parte del Gobierno de Guillermo Lasso, para que las empresas de los diferentes sectores productivos puedan acceder a créditos. Trujillo dice que el pasado 18 de septiembre el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, anunció que la banca pública dará meses de gracia y más plazo en créditos al sector productivo, aunque “su implementación deberá ser evaluada por las empresas que logren acceder”.
Volviendo a los efectos en la producción. Trujillo señala que las exportaciones acumuladas a julio disminuyeron 13% respecto al mismo periodo de 2022. Sin embargo, aclara que la caída no solo obedece a las afectaciones a la disponibilidad de algunos recursos por el calentamiento de las aguas, sino también por temas de demanda en los mercados, que están atravesando desaceleraciones o contracciones de sus economías.
Por ejemplo, indica que el comercio internacional de atún procesado comenzó a debilitarse durante el último trimestre de 2022 junto con el aumento de los precios de la materia prima del atún, tendencia que continua en este 2023. Morán coincide con Trujillo al señalar que las exportaciones de productos de la pesca están siendo afectadas más por factores económicos en los mercados que han provocado bajos precios y la reducción de cierta demanda para algunos productos estrella como las que se generan con los atunes.
Según cifras de la Cámara, en el 2022 las exportaciones pesqueras en total ascendieron a US$ 1.981 millones. En este año se proyecta un cierre con una disminución cercana al -13% actual, es decir, con un aproximado de US$ 1.723 millones, unos US$ 257 millones menos.
NO TODO ES MALO CON EL NIÑO: GENERA MÁS CAPTURAS DE ATÚN, DORADO Y CAMARÓN
Sin embargo, los efectos del calentamiento del océano Pacífico no son del todo negativos para el sector. Trujillo indica que pese a que la disponibilidad de especies de pelágicos pequeños se ha visto afectada -pinchagua, sardina, botellita, entre otras-, dentro del mix de productos han despuntado otras especies como el picudillo, así como otras que no son propias de las aguas ecuatorianas como la anchoveta, que se encuentra más en aguas peruanas.
En el caso de esta especie, explica que es probable que la biomasa de anchoveta presente en aguas ecuatorianas responda a lo que ocurrió el año pasado con el fenómeno de La Niña que enfrió las aguas, y ahora -con el cambio tan abrupto a El Niño- esa biomasa se quedó y se adaptó a temperaturas más cálidas.
Asimismo, especies y capturas como el camarón se han visto favorecidas. La temporada de dorado también ha mejorado; sin embargo, Trujillo apunta que los ejemplares han sido de menor tamaño y las capturas de atún se han incrementado 12%. Según cifras de la Cámara, el 80% de lo que se pesca en Ecuador corresponde a esa especie y el otro 20% a otras pesquerías de pelágico pequeño, con lo cual se produce la harina de pescado, el ingrediente fundamental para la formulación de alimento balanceado para las camaroneras.
Sobre este último grupo de especies, Morán explica que son las que sufren mayores consecuencias ya que buscan aguas más profundas de difícil acceso para la flota pesquera, algo similar a lo que está ocurriendo con la anchoveta en Perú -la pesquería más grande del Pacífico sureste- que ha estado estancada este año, según el titular de Tunacons.
Respecto al atún, Morán confirma el crecimiento del 12% de las capturas de atunes con red de cerco. “En los atunes el año va positivo ya que los atunes barrilete y aleta amarilla han respondido bien al esfuerzo pesquero. Pero hay que seguir monitoreando todo lo que va en el año para concluir con más detalles”.
Y otra especie que está respondiendo bien a las elevadas temperaturas es el pez espada, cuyas capturas también han crecido.