La compañía presidida por Rafael del Pino ha remitido recientemente la documentación al regulador estadounidense, lo que supone el inicio a este salto que lleva años preparando y que comenzó el año pasado con el traslado de su sede social a Ámsterdam.
Ferrovial ya ha comunicado a la Comisión del Mercado de Valores (SEC) de Estados Unidos su intención de cotizar en la Bolsa de ese país con un precio de salida similar al de su cotización en España o Países Bajos, actualmente de US$ 36,5 por acción.
La compañía presidida por Rafael del Pino ha remitido recientemente la documentación al regulador estadounidense, lo que supone el pistoletazo de salida a este salto que lleva años preparando y que comenzó el año pasado con el traslado de su sede social a Ámsterdam.
En el documento, Ferrovial analiza todos los factores de riesgo actuales que rodean a su negocio, algo habitual en este tipo de folletos, y entre los que se encuentra el daño reputacional en España de su traslado o la posibilidad de que tenga que pagar más impuestos en España por esta operación si el Gobierno finalmente no le exime de ello.
También advierte de la "incertidumbre" a la que podrían verse expuestos sus futuros accionistas en Estados Unidos para proteger sus derechos, puesto que la jurisdicción aplicable a Ferrovial es la neerlandesa o, en algunos casos, la española, pero en ningún caso la estadounidense.
Otro de los riesgos a los que apunta es la menor liquidez a la que puede verse sometida su cotización al cotizar en tres países a la vez, si bien no hace alusión a la posibilidad de dejar de cotizar en el futuro en alguno de ellos.
Una de las novedades es que la compañía admite que incurrirá en costes adicionales por su salida anticipada en el Nasdaq, sobre todo en términos legales y de contabilidad para llevar a cabo procesos de 'compliance' que se ajusten a la ley.
Ferrovial también advierte de que ha identificado "debilidades materiales" en sus controles internos sobre la información financiera, por lo que ya ha contratado a un asesor externo para solucionar este problema.
"Si no podemos remediar estas debilidades materiales, o si no podemos desarrollar y mantener un sistema efectivo de controles internos, es posible que no podamos producir estados financieros oportunos y precisos o cumplir con las leyes y regulaciones aplicables, lo que puede afectar negativamente a nuestro negocio y el precio de nuestros valores", detalla la compañía.