El proyecto se ha materializado por un nuevo contrato que la fundición chilena suscribió con la empresa Enel, y que permitiría contar en tres años con un combustible más limpio y barato.
Aproximadamente 2.667 kilómetros -la distancia equivalente a un viaje entre Santiago y Antofagasta, de ida y vuelta- es lo que debe recorrer el gas natural que, a partir de ahora, llegará hasta el Complejo Metalúrgico Altonorte con el objetivo de alimentar equipos esenciales para su proceso productivo.
El proyecto se ha materializado por un nuevo contrato que la fundición chilena suscribió con la empresa Enel, y que permitiría contar en tres años con un combustible más limpio y barato. Esta acción se alinea con la estrategia de su matriz Glencore, que busca reducir en un 50% las emisiones a 2035, y en un 100% al 2050.
Caterina Pino, gerente Regional (S) de Abastecimiento para Cobre Sudamérica de Glencore, destacó la importancia de este cambio en la matriz energética, ya que “no solo ayudará a reducir la huella de carbono al utilizar un combustible más amigable con el medioambiente, sino que además se vuelve más competitivo en costos, al tener un precio menor”.
A lo anterior, Caterina añadió que “al ser un contrato por gaseoducto, se cuenta con una mayor confiabilidad en el transporte, y se evita la realización de 740 viajes con camiones por año. Además, se termina la dependencia de plantas satelitales de regasificación y de eventuales bloqueos en las carreteras. Adicionalmente, este 2024, Altonorte recibirá los certificados de atributos de carbono por parte de la autoridad competente” subrayó.
Cabe destacar que, en 2019, Altonorte inauguró la Planta Satélite Regasificadora (PSR), la cual permitía el almacenamiento de gas natural líquido y regasificación. Para ello, se utilizaban camiones, a través de los cuales se reabastecía la planta. Sin embargo, a raíz de diferentes hechos de contingencia externos, como la pandemia y las protestas de 2019, el suministro sufrió intermitencias, por lo que el Complejo Metalúrgico Altonorte debió utilizar otros combustibles e innovar constantemente para asegurar la continuidad operacional de manera segura y eficiente.
Gas natural a través de Gasoducto Atacama
Entre los beneficios más relevantes que se lograrán con la utilización de gas natural, se encuentran la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero, las cuales se estiman en 2.5kt de CO2 por año, y la reducción de eventos de humos negros asociados al manejo del combustible.
Juan Kalise, ingeniero especialista, participó activamente en este proceso, y señala que esta transición de abastecimiento -desde PSR a gasoducto- es un hito para Altonorte, especialmente en el contexto de una estrategia que busca reducir la huella de carbono y ser cada vez más eficientes.
“La distribución es por medio del Gasoducto Atacama, que opera desde Argentina a Chile por cañería, y nosotros contamos con líneas internas que cruzan por las áreas que serán abastecidas con gas natural. Esto implica la eliminación de camiones, al realizarse el suministro a través de esas tuberías existentes. Con el uso de gas natural en la caldera generadora, los hornos de refino y las ruedas de moldeo, nos permitirá reducir nuestras emisiones y aumentar la vida útil de los equipos”, destacó.
Por su parte Rodrigo Rubilar, superintendente de Conversión, Refino y Moldeo, manifestó que este contrato supone consolidar a Altonorte como una Fundición de Clase Mundial.
“Este tipo de energía está completamente alineada a las estrategias y desarrollo de proyectos para lograr que nuestra fundición sea cada día más eficiente, en términos de seguridad, medioambiente y costo operativo. Dentro de los beneficios operacionales, el gas natural -al ser más amigable- permite un mejor control de proceso, cuidado de los equipos y, por sobre todo, es más seguro, ya que su densidad lo hace más ligero que el aire, evitando generar mezclas explosivas por concentración”.