Mientras que la administración de López Obrador se financia a tasas que rondan el 5%, la estatal petrolera tiene que pagar más del doble, admite Octavio Romero, director general de Pemex. Los pasivos rondan los dos billones de pesos (US$ 118.331 millones).

La deuda total de Petróleos Mexicanos (Pemex), que se ubica en 1.95 billones (millones de millones) de pesos (US$ 115.372 millones), es más cara que la deuda del país, con tasas de 11% en comparación con el 5% de los bonos soberanos, así que por lo menos en lo que resta de la presente administración, Hacienda absorberá los vencimientos de los compromisos de la empresa, según su director general, Octavio Romero Oropeza.

"La deuda de Pemex es la deuda del país, van juntas. No tiene ningún sentido que Pemex le regale dinero a las grandes financieras, a los grandes bancos. El presidente de la República ha determinado que ahora las emisiones o refinanciamientos de bonos los haga el Ministerio de Hacienda de acuerdo a los costos financieros del soberano, y esto le ahorrará mucho dinero al país", aseguró el directivo en conferencia de prensa.

El saldo de la deuda y los plazos para sus vencimientos, las transferencias de recursos que el gobierno mexicano le ha realizado y la declinación en su extracción de crudo son las causas que pusieron a la estatal en una situación de alerta en lo que respecta a sus notas y perspectiva de crédito, mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador defiende esta política de rescate a la petrolera del Estado.

El saldo total de los pasivos de Pemex se disparó 64,4% durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, al pasar de US$ 64.332 millones en 2013 a US$ 105.792 millones al finalizar la pasada administración.

Sin embargo, fue en 2020 cuando la deuda total alcanzó su máximo histórico por las difíciles condiciones económicas globales derivadas de la pandemia del Covid-19, que la llevaron al alcanzar una cifra de US$ 113.227 millones de pasivos totales. Desde esa fecha, acumula tres años consecutivos de reducciones, aunque con condiciones complicadas para su pago en los próximos cinco años.

Tras la reducción en la nota y la perspectiva de crédito por parte de las agencias Fitch Ratings y Moody’s, el presidente López Obrador respondió que en la presente administración el saldo de la deuda de Pemex se ha reducido en US$ 19.713 millones, cuando se han realizado transferencias por parte del gobierno por US$ 12.969 millones, monto equivalente a 65% de la reducción.