Previamente, abogados que se involucraron en demandas a la compañía china en Estados Unidos, señalaron que dentro de Shein sería una práctica común el robo de propiedad intelectual, junto con una mínima retribución a los artistas y diseñadores afectados. 

Desde 2021, la plataforma de venta de ropa Shein enfrenta una demanda de la empresa sueca H&M por infracción de derechos de autor.

Según información de Bloomberg, citada por Diario Financiero, esta última solicito una orden judicial para evitar que la compañía china infrinja derechos de autor y marcas registradas.

En una audiencia pública del Tribunal Superior de Hong Kong, realizada el 21 de junio, H&M presentó fotos de docenas de prendas de vestir, las cuales dijo que eran evidencia de que Shein habría robado sus diseños.

MÁS DEMANDAS SOBRE PROPIEDAD INTELECTUAL QUE INVOLUCRAN A SHEIN 

Solo en suelo estadounidense se han cursado más de una docena de demandas contra Shein, donde se alega violación de propiedad intelectual.

En algunos casos, los abogados involucrados expresaron que la empresa del gigante asiático posee un patrón de actividad de crimen organizado, donde el robo de la propiedad intelectual es una práctica común e integral de su modelo de negocios, ofreciendo apenas una pequeña compensación en efectivo a los diseñadores afectados. 

Y en otras ocasiones, Shein no solo ha estado en el banco de los acusados, dado que en 2022 demandó en Estados Unidos al minorista en línea Temu, también de propiedad china, alegando infracción de derechos de autos y marca registrada, junto con “prácticas comerciales falsas y engañosas”.

Temu, a su vez, respondió que la compañía acusada violó leyes antimonopolio al usar amenazas e intimidación para evitar que los fabricantes trabajaran con ellos, según se expresa en Diario Financiero.

En 2021, las ventas de Shein fueron mucho menos que las de su par sueco, pero el enorme crecimiento de las ventas, junto con un vertiginoso lanzamiento de productos y potentes estrategias de marketing en redes sociales, la empresa de fast fashion llamó la atención de compañías y diseñadores de mercados occidentales como Estados Unidos y Europa.