Desde que empezaron los cortes de energía en el país andino hay una reducción de hasta el 50% en ventas, según el presidente de la Cámara de Industrias y Producción de Tungurahua.
Luego de una semana del anuncio del apagón masivo a los industriales, en la provincia ecuatoriana de Tungurahua, tras mantener reuniones, se ha elaborado un cronograma que les ha permitido continuar con sus actividades en medio de los racionamientos programados a nivel nacional en Ecuador.
El presidente de la Cámara de Industrias y Producción de Tungurahua (CIPT), Jorge Valenzuela, comenta que, si se hubieran mantenido los apagones por dos semanas continuas, el impacto habría sido mayor, porque el sector ya arrastra el efecto de situaciones que vienen desde antes de la pandemia.
- ¿Cuál era el riesgo de mantener los cortes por dos semanas?
No puede ser posible que quedemos parados dos semanas, recordando también que la misma sociedad civil es colaboradora, obrera, en muchos aspectos en estas industrias.
Entonces, si nosotros no podemos trabajar, también la gente que va a su casa a descansar en la noche con luz, a ver tele, no tendrá tampoco sueldo. Entonces, es una cadena, es un dominó muy grande en el que no debemos caer en este tema de politizar.
- ¿De cuánto es el consumo de energía en el sector industrial?
A nivel nacional, la industria consume el 25% de la energía; pero en Tungurahua es el 10%.
- ¿Era posible trabajar en horarios nocturnos?
Muchos decían: “Trabajen en la noche, en la madrugada”, pero no todos tienen el sistema administrativo. El horario nocturno era 25% más de lo que se paga normalmente.
Tocaba buscar transporte en ese momento. No todos tienen. Depende el contrato que tengan las empresas con sus colaboradores.
También depende de la disposición del colaborador; tal vez algunos realmente no pueden trabajar en la noche, en la madrugada.
Hay otros sistemas que son técnicos, de logística, de la maquinaria, que tal vez necesitaba luz o tantas horas para calentar; no todos tenían el mismo sistema para trabajar en ese sistema.
- Desde que comenzaron los apagones, ¿qué cambios hubo?
Muchas empresas, dependiendo del giro, porque no es lo mismo una ensambladora de carros que una empresa de curtiduría, que una de telas... Entonces, algunas sí tuvieron que como sea conseguir energía y trabajar las noches.
Tuvimos que acoplarnos y modificar. Incluso algunos tuvieron que mandar a gente de vacaciones ante lo que se propuso de dos semanas de apagones en las industrias.
- ¿Se han dado casos de despidos?
Hasta donde yo sé, no. Pero, de haberse continuado esta medida (apagones por dos semanas seguidas de diez horas diarias) y más los problemas que están desde atrás, más o menos un 20% de las empresas habría estado en peligro.
Dando gracias, en Azuay y Tungurahua se revirtió. Entonces, los números van a cambiar.
- ¿Cuál ha sido el impacto económico y qué sector ha sido el más afectado desde que empezaron los apagones?
Todas las empresas tuvimos pérdidas. Calcular el porcentaje de este efecto específico se ve muy difícil; pero, al haber sumado de toda la provincia y todas las empresas versus del año anterior, sí hay una reducción dependiendo de la empresa, pero en promedio estaba como el 25%; algunas les afectó hasta el 50% en sus ventas, pero en promedio sería como 35% comparado con 2023.
- ¿Cómo van con la autogeneración?
Al inicio casi nadie tenía generadores, con lo que ya nos pasó el año anterior, pero ahora creo que ya debe ser un 50% de los industriales que tenemos algún tipo de fuente de generación alternativa...
Sin embargo, hay industrias que necesitan generadores que cuestan US$ 100.000, y eso a la larga no es sustentable, porque estos generadores, al ser muy caros, son una inversión que uno como industrial no la tiene prevista.
Hace dos años, uno no tenía planificado invertir US$ 100.000 en un generador; tal vez estaba planeando modificar maquinaria, aumentar capacidad de producción para exportar.
Por eso, estamos pidiendo al Gobierno algún sistema de financiamiento, por ejemplo, a través de BanEcuador, para que nos ayude con algún sistema de créditos fáciles, a largo plazo, con la tasa de interés baja para poder adquirir estos equipos, porque habrá negocios que pueden con un motor pequeño, pero otros que necesitan más o menos de unos 150 kilovatios, y eso cuesta como US$ 100.000.
Si bien hemos estado haciendo esfuerzos como industriales, yo personalmente voy a empezar también a buscar sistemas fotovoltaicos para la industria la próxima semana, pero son inversiones que uno nunca las tiene pensadas.
Antes de la pandemia, nosotros teníamos que habernos digitalizado en quince años; la pandemia nos obligó a hacerlo en dos años. Nuestras fuentes energéticas tenían que haberse cambiado como en veinte años; ahora nos está obligando sobre la marcha a que sea en tres, cuatro años.
- Para generadores también requieren combustible: ¿les ha estado llegando?
El diésel está difícil conseguirlo hoy por hoy, porque hay un desabastecimiento y hay muchas otras aristas: se incrementan costos, el tema de la generación fotovoltaica, que todavía no queda muy claro cómo está el tema, quitarles los aranceles o también un sistema de ayuda financiera por parte del Gobierno para la adquisición de estos equipos.
- ¿Cómo se enteraron del corte al sector industrial?
Sin ánimo de equivocarme, creo que, de las cámaras industriales del país, fui el primero en enterarme. La empresa eléctrica nos comunicó tanto a la Cámara de Industrias como a los representantes de los parques industriales y otros entes también de la provincia para que tomemos las debidas precauciones. Esto todavía no era oficial en ese momento (sábado 5 de octubre).
En Cuenca también se había llamado a una reunión. Me preguntaron si también nos llamaron; yo decía: “Es para comunicarte esto”. Guayaquil y Quito no sabían nada. Entonces, yo les había comunicado y empezaron todos a moverse.
En la noche tuvimos una reunión de Comité Empresarial, donde más que nada levantamos la voz nosotros de Ambato y de Cuenca. Guayaquil y Quito tienen sus industrias en zonas mixtas.
- ¿En qué se parecen Cuenca y Ambato?
Cuenca tiene una administración eléctrica muy similar a la de Ambato. (Además), dentro del país somos las únicas ciudades que tenemos parques industriales como tales, y eso era algo que nos afectó directamente. El corte en Tungurahua nos llegó a la una de la tarde...
- ¿Cómo les afectaba la medida?
Para Ambato y Cuenca el golpe fue mucho mayor, porque el 80% de las industrias de Ambato están localizadas en estos parques industriales... Después de estar en el comité empresarial, donde levantamos nuestra voz diciendo que somos una situación distinta, tomaron nuestras ideas y fuimos invitados a una mesa técnica y empezó el diálogo con el Gobierno, donde hubo una muy buena apertura y el martes empezamos.
La primera mesa técnica que se realizó fue a las 12:30, donde fuimos invitados las cámaras de industrias, tanto de Tungurahua como de Azuay, para exponer esta situación.
- ¿Qué se expuso en la mesa técnica?
Dentro de esta mesa se nos expuso la realidad técnica, porque hay que quedar muy claros: este es un problema técnico; no hay que politizar de ninguna manera esto, porque mucha gente está diciendo: “No, es que tú me quitas mi energía”, “No, esa es mi energía”, y creen que es el industrial contra la sociedad o la sociedad contra el industrial, y no es así: es un problema técnico. Como país, todos tenemos que apoyar, poner el hombro.
- ¿Cuál fue el argumento para revertir la medida?
Tanto Cuenca como Ambato levantamos nuestra voz. ¿Cuál era nuestro argumento? Que nos devuelvan nuestra autonomía o gestión de los cupos de ahorro energético a cada empresa eléctrica del país, para que cada una sea quien se encargue de gestionar junto con sus industriales y sus zonas urbanas de la mejor manera.
- En la reunión con la empresa eléctrica, ¿a qué acuerdos llegaron?
Nos pusimos de acuerdo en media hora. Entonces, como nosotros sí habíamos sido cortados desde la una de la tarde del sábado hasta las seis de la tarde del martes, teníamos un ahorro más grande que nos permitió hacer como que un microcronograma para la industria de Tungurahua hasta el domingo (pasado)... Y eso se va a revertir totalmente (esta) semana, porque ya entran con los nuevos requerimientos de Gobierno. Es por eso también que se modificaron los horarios urbanos...
- ¿Cómo ve el panorama del sector eléctrico?
Está para largo. No quiero sonar pesimista, quisiera mejor que sea el Ejecutivo junto con su equipo que explique el tema técnico a la sociedad, porque sí es fundamental también que la sociedad comprenda y entienda que la situación es crítica, en la cual es mejor prepararnos para largo. Al menos como industriales, nosotros sí nos estamos preparando para largo.
También hay que ser proactivos desde nuestra trinchera. Recuerdo que hace 30 años había campañas sobre ahorro energético, y creo que es momento de retomar esto, actualizarlo, llevarlo al mundo de hoy.